China desafía los tifones instalando turbinas que aguantan la embestida de vientos de 285 km/h
Presentan una turbina de 26MW, la más grande del mundo con un sistema dual para aguantar los tifones tropicales


China ha desarrollado una turbina eólica marina capaz de resistir la embestida de los tifones más violentos del planeta, con vientos de hasta 285 km/h., que además son las más grandes del mundo.
Dongfang Electric Corporation ha puesto a prueba esta turbina de 26 megavatios diseñada específicamente para operar en las costas del Pacífico occidental, donde se concentran las tormentas tropicales más intensas.
Energía y acuicultura
Esta innovación está ya marcando un hito en la carrera global por la energía renovable y posiciona al gigante asiático como líder indiscutible en tecnología eólica offshore, la eólica marina que se instala mar adentro.
Y no sólo es innovadora por su resistencia a los tifones, este desarrollo incluye, además, una jaula de acuicultura donde se desarrolla un proyecto de piscifactoría. La OceanX, actualmente en servicio comercial, es la primera turbina flotante resistente a tifones del mundo y el primer sistema integrado de viento y acuicultura.
Soportar 4 tifones al año
China es el país asiático recibe más tifones que cualquier otra nación del mundo, con tormentas que pueden generar vientos de más de 32,7 m/s, lluvias torrenciales, olas gigantescas y marejadas ciclónicas. Se estima que un parque eólico marino chino experimentará al menos 100 tifones durante su vida útil, que normalmente es de 25 años.
Esta realidad climática ha convertido la resistencia a tifones en el principal factor limitante para el desarrollo de la energía eólica marina en China. Sin embargo, lejos de ser un obstáculo insuperable, los ingenieros chinos han transformado este desafío en una oportunidad para crear la tecnología más avanzada del sector.
Tormentas tropicales extremas
La turbina de Dongfang Electric, fabricada en Fuzhou (provincia de Fujian), cuenta con un diseño de alta resistencia a la corrosión y un sistema dual anti-tifón que la hace capaz de soportar tormentas tropicales extremas.
El gigantesco aerogenerador tiene 152 metros de altura, cada pala mide 123 metros de largo y pesa 54 toneladas. Está diseñado para operar en regiones con velocidades de viento superiores a 8 metros por segundo, reduciendo los costos de energía y cumpliendo con los estándares de paridad de red.
A prueba de tifones
La turbina flotante OceanX de Mingyang Smart Energy, con capacidad de 16,6 MW, demostró la eficacia de la tecnología china al resistir sin daños el embate del súper tifón Yagi en septiembre de 2024.
La tormenta impactó con vientos de 223,6 km/h, pero la plataforma permaneció intacta gracias a su innovador diseño en forma de V con dos rotores contra-rotatorios. La estructura flotante está construida con hormigón de ultra alto rendimiento y utiliza un sistema de amarre de punto único que minimiza el impacto ambiental.
Recientemente, la empresa ha publicado que el supertifón Ragasa, la tormenta más intensa registrada hasta la fecha en la temporada del Pacífico noroeste en 2025, tocó tierra en la isla de Hailing, Yangjiang, provincia de Guangdong. La empresa destaca que «Ragasa representó una prueba única para el parque eólico marino de China» y para la turbina resistente a los tifones, que superaron este evento meteorológico extremo.
Electricidad en aguas profundas
La turbina flotante está instalada en el parque eólico offshore Qingzhou IV en Yangjiang, provincia costera de Guangdong en el sureste de China. Su producción anual de 54.000 MWh puede suministrar electricidad a aproximadamente 30.000 hogares chinos.
La plataforma fue diseñada para soportar huracanes de categoría 5 con vientos de hasta 259 km/h y continuar generando electricidad en medio de olas de 30 metros de altura. El sistema puede operar eficientemente hasta 100 kilómetros mar adentro y a profundidades de 100 metros.
Diseño frente a los tifones
El éxito de OceanX contrasta dramáticamente con lo ocurrido en la planta eólica de Wenchang, donde al menos seis turbinas sufrieron daños graves durante el mismo tifón.
Esta diferencia subraya la importancia del diseño específico antitifones y la necesidad de tecnología especializada en regiones propensas a tormentas tropicales. Mingyang afirmó que la plataforma «demostró sus superiores características anti-tifón, reforzando el compromiso de la compañía con soluciones eólicas offshore avanzadas y confiables».
Liderazgo chino en energía renovable
China ve la generación de energía eólica offshore como parte esencial de su objetivo de alcanzar un pico de carbono para 2030 y neutralidad de carbono para 2060. El país está impulsando los límites de la tecnología de turbinas eólicas con desarrollos que superan ampliamente las capacidades de los fabricantes europeos.
El gigante asiático alcanzó su objetivo de 1.200 GW de capacidad combinada de energía eólica y solar a finales de 2024, cumpliendo su meta nacional con seis años de adelanto.
Esta aceleración en renovables forma parte de una estrategia integral para liderar la transición energética global desde la posición de mayor productor de turbinas eólicas del planeta.
Tecnología que transforma el mercado
Las turbinas flotantes como OceanX abren un nuevo campo de juego para las empresas energéticas, que hasta ahora se habían limitado a aguas poco profundas.
Aumentar la cantidad de electricidad que puede generar una sola turbina es fundamental para fomentar una mayor adopción de la energía eólica, ya que reduce el número total de aerogeneradores que deben instalarse en cada parque.
Esta circunstancia reduce costes y acorta el tiempo antes de que las turbinas comiencen a generar energía, haciendo más viable económicamente la transición a renovables.
Instalaciones selladas anticorrosión
Los fabricantes chinos han incorporado múltiples innovaciones de seguridad en sus diseños antitifones. Las turbinas cuentan con construcción totalmente sellada y sistemas avanzados de anticorrosión que las protegen del daño implacable causado por la niebla salina marina.
Además, están equipadas con sensores que transmiten datos en tiempo real a centros de diagnóstico para la detección de defectos y fallas. Algunos modelos se apagan automáticamente cuando la velocidad del viento supera los 25 m/s, protegiendo la estructura durante las tormentas más intensas.