Economía

Anpier reclama que se evite la injusticia que se cierne sobre las renovables en España

Denuncia que los inversores internacionales están muy cerca de obtener las reparaciones mientras que los nacionales no serán compensados

Recuerda que España supera a Rusia y a Venezuela como país con mayor incumplimiento de sentencias arbitrales por los recortes retroactivos sufridos por el sector,

Anpier renovables
Planta de paneles solares
Antonio Quilis Sanz
  • Antonio Quilis Sanz
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

Anpier, la Asociación Nacional de Productores Fotovoltaicos ha reclamado que se «articule algún mecanismo extraordinario que evite una situación de injusticia sin precedentes en las democracias desarrolladas», en referencia a los recortes del pasado en las renovables.

En un duro comunicado, la asociación alega que no es de recibo que  «los inversores foráneos sean compensados por unos drásticos recortes retroactivos, mientras que sus nacionales no tengan ningún tipo de compensación por los mismos quebrantos».

Detalla Anpier que ha se ha dirigido a las Instituciones del Estado (Corona, Parlamento, Gobierno, Tribunal Supremo, Constitucional y Defensor del Pueblo) para que de «los 52 demandantes internacionales, 26 ya cuentan con un laudo final favorable», una situación que supondrá para España, hasta la fecha, un desembolso de 2.000 millones de euros,

Descrédito para España

Esta situación también supone un «descrédito» para España  por «aplicar recortes retroactivos en un sector regulado esencial y, tras someterse a los procesos arbitrales, superar a Rusia y a Venezuela como país con mayor incumplimiento de sentencias arbitrales. Reino Unido, Austria, Bélgica y EE.UU. ya han iniciado procedimientos legales para garantizar a estos inversores sus derechos frente a España», explica la asociación.

El motivo de esta situación, que recuerda Anpier en su información, es que «hace 15 años, el Estado español se lanzó a promover la instalación de fuentes de generación renovable, con la intención de combatir la emergencia climática e iniciar una transición energética hacia un modelo eléctrico y renovable».

«Entonces nuestro país contaba con importantes ventajas competitivas, por su territorio, su sol y su viento, y evitaba la enorme dependencia energética del exterior, que lastraba nuestra balanza comercial», señalan, explicando Anpier, que «esa decisión de Estado tenía como objetivo primordial madurar las tecnologías renovables y poner en marcha un tejido industrial tecnológico innovador».

Líderes en renovables

Para Anpier el resultado ha sido el esperado, ya que «España es líder en penetración de generación en renovables, su industria solar y eólica son referencia internacional, se ha dado un paso decisivo en la transición ecológica».

Entre los aspectos positivos también está el precio «que han de pagar familias y empresas por la energía en España ha caído a cotas impensables, gracias a la nueva producción de energías limpias, incluso son muchos los días del año que registran horas a precios cero o negativos».

La asociación reclama que una solución consensuada, definitiva e igual para quienes movilizaron el capital que fue necesario para impulsar este trascendental proceso.

Alega que «los inversores internacionales y las 65.000 familias fotovoltaicas pioneras españolas, que destinaron sus ahorros e hipotecaron sus hogares para poner en marcha las primeras instalaciones, que eran imprescindibles para que el proceso de la descarbonización se pudiera poner en marcha».

Afectados renovables
En la imagen una asamblea, celebrada en Toledo, de productores afectados

Proceso de desprestigio para España

El proceso de desarrollo e implantación de renovables es nuestro país se impulsó en el año 2007, pero, tan solo dos años después de que se pusieran en marcha dichas instalaciones, se inició un proceso de desprestigio contra ellas que tuvo como esperado colofón un carrusel de recortes retroactivos que ha supuesto recortes de hasta el 50 % de los ingresos esperados.

En aquellos años se señalaba que las renovables eran muy caras, y un lastre para el sistema eléctrico y el consumidor, sin que ahora se diga que ese esfuerzo de unos pocos años supone actualmente ahorros de magnitud muy superior, unas ventajas que han venido para quedarse de forma permanente en forma de energía eléctrica muy barata, independencia energética y ventajas competitivas en nuestra economía.

También se les achacó a los productores pioneros el déficit de tarifa, que ya existía y crecía en progresión geométrica antes de que se produjera el despliegue de estas instalaciones.

Atropello para los inversores

Anpier recopila todos estos hechos acontecidos hace años en el sector de las renovables señalando que hubo «desinformación que sirvió para justificar el mayor atropello de una administración frente a sus administrados, a los que llamó a invertir sus ahorros con arreglo a unas normas que fueron publicadas en el Boletín Oficial de Estado y difundidas en una campaña del propio Ministerio».

Los inversores internacionales no vieron conveniente acudir a la justicia española, como inevitablemente debieron hacer los nacionales, en cuyas instancias perdieron cualquier posibilidad de reparación frente a argumentos por parte del Estado que no han parecido aceptables en la Corte de Arbitraje del Banco Mundial en Washington.

Impagos, renovables, Ribera

Condenas al Estado español

A esta corte de instancia sí que acudieron de forma masiva los inversores foráneos y en ella están logrando laudos favorables, que condenan al Estado español a repararles los daños sufridos por estos cambios normativos retroactivos.

El presidente de Anpier, Miguel Ángel Martínez-Aroca, en la misiva enviada a las Instituciones del Estado se pregunta si «merecen las familias españolas que no se les reconozca su trascendental labor».

Sigue preguntando el presidente si merecen las familias nacionales una diferente justicia a la que han alcanzado los grandes fondos internacionales. «En Anpier pensamos que no es difícil ni costoso reparar el error cometido para que nuestra transición energética pueda ser considerada realmente justa y plenamente exitosa», concluye Martínez-Aroca.