AEMET pondrá nombre a las DANAS más adversas para «evitar confusiones» y «reforzar la coherencia»
La medida busca mejorar la comunicación de riesgos tras la tragedia de Valencia de octubre de 2024
Sólo recibirán nombre las que activen avisos naranja o rojo por fenómenos meteorológicos adversos
La primera borrasca o DANA con gran impacto de esta nueva etapa llevará el nombre de Alice


La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ampliará a partir de ahora la práctica de nombrar borrascas con gran impacto a las DANAS.
La decisión se enmarca en la construcción de un sistema coordinado, claro y eficaz de comunicación de riesgos meteorológicos, especialmente tras la catástrofe de Valencia de octubre de 2024, según explica MITECO.
Complejas y de difícil predicción
El nombre DANA proviene del acrónimo Depresión Aislada en Niveles Alto, y son descritos como sistemas atmosféricos de bajas presiones en niveles medios y altos de la troposfera son capaces de generar fenómenos meteorológicos adversos devastadores en España como los acontecidos en Valencia en 2024.
Por su naturaleza, según la nota de MITECO, «son sistemas de evolución compleja y difícil predicción» que, en conjunción con otros factores, son capaces de generar precipitaciones muy intensas, localmente torrenciales, y tormentas con gran impacto, según anota MITECO.
Sólo a las más adversas
Sin embargo, no siempre que una DANA se sitúa en el entorno geográfico español se produce una situación de gran impacto, por lo que la designación con nombre propio sólo se aplicará a aquellas que potencialmente puedan generar gran adversidad.
La medida ayudará a evitar que se asocie de manera unívoca estos sistemas de bajas presiones con impactos graves o catastróficos cuando no siempre los producen.
Además, el nombramiento permitirá mejorar la comunicación hacia la ciudadanía y los medios de comunicación, favorecer la preparación y respuesta de las administraciones ante episodios meteorológicos adversos, facilitar la elaboración de estudios a posteriori, y evitar confusiones reforzando la coherencia del mensaje oficial en situaciones de emergencia.
La sombra de la tragedia de Valencia
La decisión de AEMET cobra especial relevancia tras la devastadora DANA que azotó Valencia y otras zonas de España entre el 28 de octubre y el 4 de noviembre de 2024.
Aquel fenómeno meteorológico se convirtió en la peor DANA del siglo XXI en España, dejando un rastro de destrucción sin precedentes. Según datos oficiales del Gobierno español, se confirmaron 227 víctimas mortales: 219 en la Comunidad Valenciana, 7 en Castilla-La Mancha y 1 en Andalucía.
El episodio batió récords meteorológicos alarmantes. En Turís, Valencia, se registraron 771,8 milímetros de lluvia en apenas 14 horas, mientras que una estación meteorológica marcó 184,6 milímetros en una sola hora, estableciendo un nuevo récord nacional.
Daños materiales
Los daños materiales superaron los 16.500 millones de euros, convirtiendo este evento en el fenómeno climático más devastador registrado en Europa durante 2024, según el informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus.
Un estudio publicado en Nature Reviews Earth & Environment en 2025 concluyó que el cambio climático antropogénico intensificó las lluvias de la DANA de Valencia en un 13%.
La temperatura superficial del mar Mediterráneo había registrado su valor más alto ese año, superando ampliamente récords anteriores, lo que contribuyó a la acumulación de vapor de agua en las nubes y, en consecuencia, a la intensidad excepcional de las precipitaciones que arrasaron decenas de municipios valencianos.
Un sistema coordinado a nivel europeo
Desde diciembre de 2017, AEMET participa en el programa europeo de nombramiento de borrascas Storm Naming dentro del Grupo Suroeste, actualmente compuesto por los servicios meteorológicos de Portugal, Francia, Bélgica, Luxemburgo y Andorra.
Según MITECO, con la incorporación de las DANAS de gran impacto, este grupo da un paso más en la armonización de la comunicación de riesgos meteorológicos en línea con los estándares europeos.
Al igual que sucede con las borrascas, desde AEMET sólo se nombrarán aquellas DANAS que esté previsto que puedan generar un gran impacto. Para ello será necesario que se activen avisos de nivel naranja o rojo por fenómenos meteorológicos adversos emitidos por la agencia.
Para situaciones de riesgo
Este criterio por parte de AEMET garantiza que el nombramiento de las DANAS se reserve exclusivamente para situaciones de riesgo significativo que requieran especial atención por parte de la población y las autoridades.
Para el nombramiento se emplea una lista prefijada y acordada entre todos los países del grupo, compuesta por 20 nombres, alternando masculinos y femeninos. La primera borrasca o DANA con gran impacto de esta nueva etapa llevará el nombre de Alice.
Esta práctica, que comenzó en el siglo XIX cuando el meteorólogo australiano Clement L. Wragge empezó a bautizar fenómenos meteorológicos, ha demostrado su eficacia: los ciudadanos recuerdan mejor los eventos con nombre propio y prestan mayor atención a las indicaciones y precauciones de las autoridades.
Los nombres de la temporada 2024-2025
Cada año, en septiembre, los servicios meteorológicos de España, Francia, Portugal, Bélgica y Luxemburgo se reúnen para acordar los nombres de las borrascas con gran impacto de la temporada que afectarán a los países del suroeste de Europa.
Para la temporada 2024-2025, ya se establecieron 21 nombres que identifican estos fenómenos meteorológicos: Aitor, Berenice, Caetano, Dorothea, Enol, Floriane, Garoe, Herminia, Ivo, Jana, Konrad, Laurence, Martinho, Nuria, Oliver, Pauline, Rüdiger, Salma, Timothée, Vanda y Wolfgang.
Los nombres se asignan alfabéticamente, evitando las letras Q, U, X, Y y Z para ajustarse a las normas internacionales, y alternan opciones masculinas y femeninas, una práctica que se generalizó desde los años setenta para superar la tradición anterior de usar únicamente nombres femeninos.
La DANA Alice
El objetivo de asignar nombres propios a estos fenómenos meteorológicos extremos trasciende lo meramente comunicativo. Cuando los ciudadanos escuchan hablar de «la borrasca Filomena» o, próximamente, de «la DANA Alice», la información se fija mejor en la memoria colectiva y facilita el seguimiento de las predicciones meteorológicas en tiempo real.
Esta estrategia mejora la efectividad de la comunicación en torno a estos fenómenos y coordina mejor los avisos de seguridad entre AEMET, Météo-France y el Instituto Portugués del Mar y de la Atmósfera.
En coonclusión, según MITECO, el nombrar por parte de la AEMET las DANAS más adversas forma parte de esta estrategia preventiva que busca salvar vidas, mejorando la comprensión ciudadana de los riesgos y facilitando la preparación ante fenómenos que, como demostró octubre de 2024, pueden tener consecuencias catastróficas.