Comunidad de Madrid unidad canina de agentes forestales

Abantos, Kombucha, Marshall y Otto, los nuevos perros madrileños que investigarán incendios forestales

En 2024, se investigaron las causas de casi 300 de estos siniestros, de los que 30 dieron lugar a un procedimiento penal

Dos de los canes están especializados en la detección de sustancias acelerantes de incendios 

El consejero Novillo anuncia que próximamente dispondrán de un circuito de prácticas en el IFISE

Unidad canina
Abantos, Kombucha, Marshall y Otto son los nuevos componentes de la unidad canina. (foto: Comunidad de Madrid).
Antonio Quilis
  • Antonio Quilis
  • Periodista especializado en información medioambiental desde hace más de 20 años y ahora responsable de OKGREEN en OKDIARIO. Antiguo director de El Mundo Ecológico y colaborador en temas de medioambiente, ecología y sostenibilidad en Cadena Ser.

La Comunidad de Madrid acaba de reforzar la unidad canina de los agentes forestales con la incorporación de cuatro perros y tres guías, triplicando el número en el caso de los canes –que ya suman 6– y llegando a 5 el de profesionales de este dispositivo. Así, Abantos, Kombucha, Marshall y Otto se unen a Sherlock y Thor, tras haber tenido una preparación de en torno a un año.

El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha supervisado hoy un entrenamiento de estos binomios (guía-perro), en el Instituto de Formación Integral en Seguridad y Emergencias regional (IFISE), en la capital, donde ha anunciado la próxima creación de un circuito de prácticas en este mismo espacio de 700 metros cuadrados para llevar a cabo estas instrucciones, al menos, una vez por semana.

Procedencia de la acogida de animales

La mitad de estos perros proceden del Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad de Madrid (CIAAM). «Un recurso con el que ponemos en valor la importancia de unir sinergias, dando una nueva oportunidad a estos animales, que además ofrecerán un servicio público a todos los madrileños», ha destacado Novillo.

Carlos Novillo unidad canina
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha supervisado el entrenamiento de la unidad canina. (Foto: Comunidad de Madrid).

Dos de los nuevos canes de esta unidad canina están especializados en la detección de acelerantes y darán apoyo en la investigación de incendios de vegetación en la campaña del Plan Especial de Protección Civil de Emergencia por Incendios Forestales en la Comunidad de Madrid (INFOMA) 2025.

Detección de sustancias

Son de gran utilidad, ya que, en el punto de inicio del fuego, donde el ojo humano no puede apreciar ninguna pista de las causas, pueden detectar y marcar sustancias con las que se ha provocado o acelerado.

El investigador tomará entonces muestras para su análisis en un laboratorio para su incorporación como prueba a las diligencias judiciales.

Búsqueda de venenos en el campo

Además, realizarán labores de búsqueda de venenos en el campo y participarán en eventos de educación ambiental o de divulgación de las actuaciones de los agentes forestales, especialmente en actos dedicados a los niños.

Uno de los ejemplos destacables del trabajo de estos binomios fue la investigación cuando un milano real con GPS dejó de emitir señal, en Becerril de la Sierra. Gracias a la intervención con perros se descubrieron varios cepos con anzuelos, consiguiendo pruebas para poner a disposición judicial al presunto autor de este delito contra la biodiversidad.

perros incendios

Casi 300 incendios investigados en Madrid

Además de la presentación de los nuevos componentes de la unidad canina madrileña, hoy viernes se inicia el período de riesgo medio por incendios forestales, que se extenderá hasta el 14 de junio, cuando comienza la fase de riesgo alto. El año pasado, el Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid analizó el origen de 298 de estos siniestros, de los que 30 dieron lugar a un procedimiento penal, el 10% del total.

Determinar la causa del fuego es esencial también para su prevención, ya que se pueden tomar medidas para evitarlos en el futuro. En 2024, el 39% de los incendios analizados fueron intencionados, resultando complicado, en su mayor parte, determinar la motivación de los autores.

Entre las más probables, el control de la fauna silvestre y la caza, así como aquellas relacionadas con actividades agrícolas y ganaderas. Estos son más frecuentes en periodos de bajo riesgo, a finales del invierno o principios de la primavera.