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Subaru Outback 2.0 TD Lineartronic Executive Plus, la prueba

Subaru Outback

Coincidí poco antes de tener en mi poder el Subaru Outback con un buen amigo que trabaja en el seno de la firma nipona, y me decía en un momento dado que iba a conducir un coche que hacía prácticamente todo bien. Reconozco que en ese momento pensé para mis adentros que pecaba un poco de ‘amor de padre’… pero no. Me la tengo que envainar, como se suele decir, porque tenía toda la razón del mundo. Este familiar de aires aventureros es uno de los vehículos más completos que he probado jamás. Probablemente no sea un diez en nada, pero sí que logra obtener una calificación muy elevada en todo lo que podemos demandar de un vehículo. Vamos con él.

Diseño

Subaru Outback

Puede que la imagen exterior del Subaru Outback no sea la más moderna de todos los familiares con capacidades ‘off-road’ -su altura libre respecto al suelo de 20 centímetros lo atestigua- que existen hoy en día en el mercado, pero nadie podrá negar que es un vehículo con personalidad. Su carrocería sigue una línea que evoluciona la que tenía la anterior generación del vehículo, añadiendo unos rasgos más afilados y actuales. No posee estridencia alguna que te haga girar el cuello cuando pasa ante ti, pero tampoco ningún elemento que desentone.

Lo que no se puede negar es que es un vehículo que además aporta presencia. Sus 4,81 metros de largo y 1,84 de ancho dejan intuir que estamos ante un producto muy bien acabado que aparenta costar más de lo que realmente cuesta -con eso iremos luego-. Sin duda, un buen trabajo que además aporta un toque de exclusividad a quien lo posea, pues no es sencillo encontrar un Subaru Outback por la calle.

En sus dimensiones tiene el Outback precisamente uno de sus pocos problemas, que a la vez es una virtud. No será sencillo encontrar aparcamientos cuando nos movamos por tráfico urbano, pero a la vez dispondremos de un coche que ofrece una cantidad ingente de espacio en su interior, que es donde realmente está la ‘chicha’ del coche.

Interior

Subaru Outback

Puede que el primer vistazo que des al interior del Subaru Outback no te sorprenda, ya que es bastante clásico, pero cuando echas uno mucho más detenido te das cuenta realmente de la calidad que tiene este coche. Se ha producido un gran salto en todos los sentidos respecto a la anterior versión, tanto en materiales como en acabados. Plásticos blandos, tapicería, ajustes… no hay nada que desentone.

En el puesto del conductor nos topamos con un volante cuyo tamaño y grosor es perfecto, contando además con una gran cantidad de mandos con los que controlar diferentes parámetros a los que accederemos de una forma sencilla e intuitiva. Tras el mismo se encuentran las dos levas del cambio en las versiones automáticas, las cuales están muy bien integradas en el resto del diseño. También merece elogios el cuadro de mandos digital, en el que podremos consultar multitud de cosas sencillamente.

Si viramos nuestra vista hacia la derecha nos topamos con una consola central muy bien acabada. Encontramos aquí uno de los pocos detalles que no me ha gustado, y es que bajo la pantalla táctil de ocho pulgadas -de funcionamiento eficaz e intuitivo- aparece un segundo visor donde se reflejan los grados del climatizador y la hora que está algo anticuado. Recuerda a los típicos relojes Casio digitales que todos hemos tenido cuando éramos pequeños, algo que por otra parte sí que ha convencido a algunos amigos míos que han visto el coche, considerándolo un toque ‘retro’ bastante simpático. Cuestión de gustos, por tanto.

En cuanto al espacio disponible, como anticipábamos en el anterior apartado, es muy grande. Tanto en la zona delantera como en la trasera, pudiendo viajar cinco personas adultas sin mayores problemas. Además, nuestra unidad de pruebas del Subaru Outback, equipada hasta los topes, contaba con calefacción en los asientos delanteros -cuya tapicería era de cuero- y salida de aire independiente para la zona trasera. Detalles de coche de lujo, como veis.

Otro de los puntos a tener en cuenta es el del maletero, que asegura una capacidad mínima de 512 litros, que se puede ir hasta 1.848 si abatimos los asientos traseros. Cuenta además con unas formas de lo más aprovechables, algo que es casi tan importante como la capacidad en sí. Por último, deciros que desde el segundo nivel de acabado de la gama podremos disfrutar del sistema de apertura eléctrica del portón, que permite memorizar una posición de altura máxima para evitar sustos al abrirlo en un garaje no especialmente alto.

Motor y consumo

Subaru Outback

Otro de los grandes puntos fuertes del Subaru Outback que hemos probado es el motor. Se trata de un 2 litros bóxer tetracilíndrico de 150 CV. Os tengo que reconocer que de no haber sabido la potencia del mismo antes de conducirlo, hubiese apostado por una cifra bastante mayor. Se trata de un propulsor que empuja mucho y bien, especialmente cuando nos movemos en la zona baja del contador de revoluciones, algo que nos vendrá especialmente bien cuando nos movamos sobre superficies que no estén en perfecto estado.

Este motor se asocia en el caso de la unidad que hemos probado del Outback a una caja de cambios automática Lineartronic de variador continuo. Su comportamiento es óptimo en todas las situaciones, llegando incluso a sorprender por su velocidad de reacción cuando decidimos accionarla desde las levas. Por cierto, será la única forma en la que podamos jugar con las marchas manualmente -simula tener siete, estando muy bien conseguidas-, pues la palanca de cambios solamente se mueve hacia la posición ‘M’, sin disponer de accionamiento en ella.

Si tenemos que ponerle una pega al motor es su sonido. Durante los cinco primeros minutos de utilización, hasta que entra bien en calor, queda bien claro que estamos conduciendo una unidad diesel, con la desagradable sinfonía que produce. Pasado este momento ‘crítico’, podremos olvidarnos de ello. Podemos concluir por tanto que el habitáculo del Outback está bien insonorizado, y que donde debe fijar sus esfuerzos Subaru es en la propia sonoridad del motor, donde no podemos negar no obstante que se ha dado un gran paso adelante respecto a lo conocido hasta ahora. ¡Ah! Y vibraciones, ni una, por cierto.

¿Y el consumo? De nuevo, estamos ante un dato sorprendente. Tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de un coche que supera de largo los 1.700 kilogramos, con lo que obtener en una semana de pruebas donde hemos rodado por todo tipo de carreteras y superficies una cifra de 7,5 l/100 km solamente merece aplausos. Corre más de lo que piensas y no ‘bebe’ mucho. ¿Qué más queremos de un motor?

Comportamiento

Subaru Outback

En el apartado del comportamiento del Subaru Outback es donde más sentido tiene la afirmación de mi amigo que os comentaba al principio. Lo hace todo bien. Se mueve con suficiente soltura por la ciudad a pesar de irse hasta casi cinco metros de longitud, es una gozada completar kilómetros por autopista con él y además se desenvuelve con toda la soltura que podemos esperar de él cuando afrontamos carreteras con curvas.

Cuesta algo acostumbrarse a dos cosas, eso sí. La dirección y el tacto del freno. Me da la sensación de que en ambos casos se ha apostado por un exceso de asistencia que convierte ambas cosas en algo demasiado artificial. En ambos casos te acabas haciendo a ello, pero de primeras da la sensación de que el volante no es tan preciso como debería y de que el freno tiene una primera parte del recorrido del pedal demasiado blanda. Quizás sea cuestión de gustos personales, pero en mi caso siempre me he sentido más cómodo con un tacto más firme y directo en ambos casos.

Subaru Outback

En cualquier caso estamos ante un vehículo que a pesar de sus dimensiones y altura no genera apenas inercias, y eso que su comportamiento está totalmente orientado al confort, lo que deriva en unas suspensiones bastante blandas. Éstas, por cierto, se comportan muy bien cuando decidimos hacer uso de las capacidades ‘off-road’ del vehículo. No es un Clase G, pero en ningún momento desmerece cuando se ponen las cosas feas. Gran parte de la culpa de ello es el excelente sistema de tracción a las cuatro ruedas que equipa, muy eficaz en todos los terrenos y con un modo denominado X-Mode que es capaz de gestionar la tracción cuando la adherencia es baja. Se le une además un sistema de control de descensos que funciona impecablemente.

Equipamiento

Subaru Outback

Nuestra unidad de pruebas del Subaru Outback iba equipada absolutamente con todo, contando con el acabado Executive Plus. Más que entrar en detalle sobre todo lo que incluye -que se puede ver en la web de la marca http://www.subaru.es/ y la elección del mismo dependerá mucho de las necesidades de cada uno-, vamos a comentar en profundidad uno de los puntos que más destacan del coche, que no es otro que el conjunto de sistemas de seguridad Subaru EyeSight. Se incluyen, por ejemplo, el control de crucero adaptativo, el sistema de alerta de cambio involuntario de carril y el sistema de frenada de emergencia.

El primero de ellos es una gozada, pues nos permite viajar en carretera con la única necesidad de ir moviendo el volante. Nosotros mismos decidiremos cuánto nos queremos acercar al coche de delante antes de que el sistema adecúe la velocidad que llevamos a éste. El cansancio por acumulación de kilómetros disminuye mucho gracias a él. En cuanto al sistema de alerta por cambio de carril es el que evitará que nos durmamos en los laureles, si bien me ha parecido algo intrusivo. Eso sí, mejor que peque de esto que de lo contrario.

Queda por comentar el sistema de frenada de emergencia, que nos avisa con bastante antelación de un posible peligro situado delante de nosotros. Se trata de un sistema alabado en todas las pruebas a las que ha sido sometido, y con razón. Además, cuando nos encontramos en un atasco, también nos avisará de que el coche de delante se ha puesto en movimiento por si se nos va el santo al cielo.

Otro de los puntos a tener en cuenta en el equipamiento del Subaru Outback es el sistema multimedia, y es que este modelo fue el primero de la marca en contar con Starlink. Dispondremos de la función MirrorLink para replicar nuestro smartphone en la pantalla táctil del coche, donde si tenemos además instalada la aplicación gratuita de Subaru podremos disfrutar de una serie de funciones extra muy interesantes, como la posibilidad de consultar noticias -siempre que estemos parados-. Y todo ello sin olvidar la conexión por Bluetooth, imprescindible para todos aquellos que llevamos nuestro universo musical en el teléfono.

Ficha técnica
Motor
Situación Delantero transversal
Nº Cilindros 4 bóxer
Tipo de combustible Diesel
Compresión 15,2 a 1
Potencia (CV/rpm.) 150 a 3600
Par máximo (Nm/rpm.) 350/1600-2800
Transmisión
Tipo Automático
Cambio CVT
Bastidor
Suspensión delantera McPherson / Resorte helicoidal
Suspensión trasera Paralelogramo deformable / Resorte helicoidal
Frenos
Delanteros Discos ventilados 316 mm.
Traseros Discos ventilados 300 mm.
Dirección Cremallera eléctrica
Diámetro de giro (m.) 11,0
Número de vueltas de volante 2,8
Neumáticos 225/65 R17 (serie)
Llantas 17 pulgadas (serie)
CARROCERÍA
Nº de plazas Cinco
Peso en vacío (kilos) 1.751
Depósito de combustible (litros) 60
Largo (mm.) 4815
Ancho (mm.) 1840
Alto (mm.) 1605
Vía delantera (mm.) 1575
Vía trasera (mm.) 1590
Distancia entre ejes 2745
Capacidad del maletero (litros) 512
Prestaciones
Velocidad máxima (km/h.) 198
Aceleración de 0 a 100 Km/h. (seg.) 9,9
Consumos
Urbano (litros/100 km) 7,5
Extraurbano (litros/100 km) 5,3
Mixto (litros/100 km) 6,1

Conclusión

Subaru Outback

 

El Subaru Outback es una de las mejores opciones del mercado si lo que buscas es un coche familiar. Y si encima tenemos ciertas inquietudes camperas, mejor que mejor. Puede que a primera vista no sea el más atractivo de todos los vehículos de este tipo, pero como decíamos al principio se trata de un producto que cumple sobradamente en todos los aspectos. Versatilidad es la palabra que mejor lo define.

A la hora de elegir el acabado, como decíamos, tenemos tres opciones, que son Sport, Executive y Executive Plus. En tu mano queda la decisión, ya que la variante más equipada, que es la que hemos probado, se va hasta 36.900 euros con descuento. Dispone de todo lujo de detalles, pero quizás una opción más económica sea también viable, porque todos los acabados vienen muy bien dotados de serie, especialmente si nos decantamos por una opción con cambio automático, que lleva aparejado el comentado Subaru EyeSight.

Lo mejor

  • Motor, por rendimiento y consumo.
  • Habitabilidad.
  • Se comporta bien en todos lados.

Lo peor

  • Motor algo ruidoso hasta que se calienta.
  • Diseño exterior algo sobrio.

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