Spyker C8 Preliator, una joya creada a mano
El nuevo Spyker C8 Preliator del que te vamos a hablar es especial por muchos motivos. El primero de ellos, por ejemplo es su imagen, que conjuga a la perfección la modernidad que se le presupone a un coche de esta época y ciertos toques retro que lo hacen todavía más llamativo.
También podemos mencionar que para su fabricación la marca holandesa ha recurrido a los mejores artesanos, lo que ha dado como resultado una preciosa carrocería de aluminio y acero. Las formas de ésta son realmente peculiares, intercalándose entre ellas detalles tecnológicos como la presencia de unas ópticas LED. Eso sí, si hay algo que estéticamente destaca sobre todas las cosas es su capó, que como verás en las fotografías presenta una espectacular hendidura con tomas de aire incluidas. Bajo él aparece una parrilla frontal de grandes dimensiones y forma ovalada. La zaga del Spyker C8 Preliator, con su doble salida de escape situada en posición elevada, también merece admiración. En definitiva, elegancia en estado puro.
Donde te quedarás realmente prendado, si no lo has hecho ya, es con el habitáculo de esta joya holandesa. Se ha apostado en esta zona de una forma descarada por una estética totalmente clásica, con relojes analógicos, multitud de botones, relojes de antaño y diversos detalles en acero pulido. Nada que ver con lo que se estila hoy en día, pero a la vez tremendamente atractivo.
Lo que no tiene nada de clásico es el motor que equipa este Spyker C8 Preliator. Bajo su piel nos encontramos un propulsor de origen Audi de 4,2 litros y ocho cilindros en V. Éste ha sido retocado añadiendo dos turbocompresores, razón principal por la que se alcanza una potencia de 525 CV. El propulsor se puede asociar de serie a una caja de cambios manual Getrag de 6 marchas o como opción a una automática por convertidor de par con idéntico número de relaciones y de origen ZF.
Tampoco tienen mucho que ver con un coche clásico las prestaciones que se anuncian para este Spyker C8 Preliator. Según sus creadores es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos, alcanzando una velocidad punta de 322 km/h. Por desgracia, como todas las joyas tiene un precio desorbitado. La variante manual cuesta 324.900 euros, mientras que la automática se va hasta los 330.990.