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Stellantis acelera su salto al robotaxi con alianzas clave en Europa y EEUU

La compañía avanza en la autonomía de Nivel 4 con acuerdos junto a Pony.ai, NVIDIA, Uber y Foxconn para desarrollar flotas sin conductor basadas en sus plataformas AV-Ready

La movilidad autónoma vive un momento de expansión decisiva en todo el mundo, y Stellantis se ha situado en el centro de esta transformación. En apenas unas semanas, el grupo automovilístico ha anunciado acuerdos de gran calado que impulsan su estrategia global hacia los vehículos sin conductor de Nivel 4, capaces de operar sin manos en el volante ni supervisión visual del conductor.

Con Europa como uno de los escenarios clave para esta nueva etapa y con Estados Unidos en el horizonte operativo, la compañía prepara el terreno para un ecosistema robusto de robotaxis construidos sobre plataformas industriales fiables, escalables y listas para evolucionar tecnológicamente.

Europa, primer campo de pruebas

El primer anuncio llegó de la mano de Pony.ai, uno de los referentes internacionales en tecnología de conducción autónoma. Ambas compañías han firmado un Memorando de Entendimiento para desarrollar y probar vehículos de Nivel 4 que integrarán el software avanzado de Pony.ai con la plataforma AV-Ready de Stellantis, preparada para operar funciones de autonomía gracias a sistemas redundantes, capacidad para paquetes sensoriales de última generación y una arquitectura diseñada para soportar actualizaciones tecnológicas continuas.

Las primeras pruebas se llevarán a cabo en Luxemburgo. El modelo elegido para esta fase inicial será una variante del Peugeot e-Traveller, especialmente acondicionada para funcionar como robotaxi eléctrico en entornos urbanos reales. A partir de ahí, el despliegue se extenderá progresivamente a otras ciudades europeas desde 2026, un proceso que avanzará según los resultados técnicos, los requisitos de seguridad y la evolución regulatoria.

Un elemento central de esta colaboración es la elección de los vehículos comerciales ligeros como base de los futuros robotaxis europeos. Stellantis, a través de su división Pro One, ostenta una posición de liderazgo en este segmento.

Sus vans de tamaño medio –versátiles, eficientes y con un coste total de propiedad competitivo– encajan de forma natural en los distintos escenarios de movilidad que las ciudades europeas están empezando a planificar: desde servicios de transporte compartido para trayectos cortos, hasta soluciones para grupos reducidos de pasajeros. Esto permite a la alianza escalar de manera rápida, flexible y con un enfoque centrado en necesidades reales de movilidad urbana.

Para Stellantis, esta colaboración supone un movimiento estratégico. Como explicó Ned Curic, Chief Engineering & Technology Officer de la compañía, el potencial de los vehículos sin conductor es enorme y la clave para llevarlos al día a día está en “construir plataformas preparadas para la autonomía y colaborar con los mejores actores de la industria”. Pony.ai, con su sólida trayectoria en software de conducción autónoma y su presencia global, encaja plenamente en esta hoja de ruta.

Una estrategia global que crece: Stellantis une fuerzas con NVIDIA, Uber y Foxconn

Pocos días después del acuerdo con Pony.ai, Stellantis hizo público un segundo anuncio que amplía su ambición: una colaboración con NVIDIA, Uber y Foxconn para avanzar en el desarrollo y futuro despliegue de vehículo autónomos de Nivel 4 destinados a servicios de robotaxi en distintos mercados del mundo.

Esta iniciativa tiene un enfoque abiertamente global y combina fortalezas complementarias. Stellantis aportará su capacidad industrial, sus plataformas AV-Ready —incluyendo la van K0 y la arquitectura STLA Small— y su experiencia en diseño y fabricación. NVIDIA integrará su software de conducción autónoma DRIVE AV, basado en la arquitectura DRIVE AGX Hyperion 10, que proporciona el procesamiento de IA necesario para funciones de planificación, percepción y conducción a nivel 4.

Foxconn se encargará de la electrónica avanzada y de la integración de sistemas, mientras que Uber será responsable de la operación de los servicios de transporte, con la previsión inicial de desplegar 5.000 vehículos autónomos en ciudades seleccionadas, comenzando por Estados Unidos.

Esta colaboración representa un salto significativo para la industria, no solo por el tamaño del futuro despliegue, sino porque combina ingeniería del automóvil, IA, electrónica y experiencia operativa en movilidad a gran escala. Es una fórmula diseñada para acelerar el camino hacia flotas comerciales totalmente autónomas y, a su vez, para asegurar que las soluciones que lleguen al mercado lo hagan con la fiabilidad, el rendimiento y la seguridad que exige un servicio urbano sin conductor.

El CEO de Stellantis, Antonio Filosa, destacó precisamente esta visión: la movilidad autónoma, asegura, permitirá ofrecer opciones de transporte “más asequibles y seguras”, y la clave estará en soluciones escalables que integren múltiples tecnologías sin renunciar a la flexibilidad. El objetivo no es experimental, sino industrial: crear vehículos que puedan operar de forma real en múltiples ciudades con niveles de exigencia muy diferentes.

Tercer movimiento en Europa: Stellantis suma a Bolt para acelerar el despliegue comercial del robotaxi

A esta estrategia global se suma una nueva alianza anunciada este diciembre: la colaboración entre Stellantis y Bolt, la plataforma de movilidad líder en Europa. Ambas compañías estudiarán conjuntamente el desarrollo y la implantación de vehículos autónomos de Nivel 4 destinados a operaciones comerciales en el continente, un paso que apunta directamente al despliegue a gran escala.

El acuerdo se apoyará en las plataformas AV-Ready de Stellantis –concretamente la eK0 para vans eléctricas de tamaño medio y la STLA Small– y en la amplia presencia operativa de Bolt, que ofrece servicios en más de 50 países, incluidos 23 Estados miembros de la Unión Europea. La compañía aspira a integrar vehículos autónomos en su plataforma de movilidad compartida y ha fijado un objetivo ambicioso: contar con 100.000 unidades operativas en 2035.

Las primeras pruebas están previstas para 2026 en distintos países europeos, con un despliegue progresivo que avanzará desde flotas piloto hasta una producción inicial en 2029. Stellantis y Bolt colaborarán estrechamente con los reguladores europeos para garantizar que el avance hacia el vehículo sin conductor se realice bajo los estándares más exigentes de seguridad, fiabilidad, protección de datos y ciberseguridad.

Una hoja de ruta hacia el robotaxi del futuro

Estas alianzas –la europea con Pony.ai y Bolt, y la global junto a NVIDIA, Uber y Foxconn– forman parte de una estrategia coherente construida sobre tres pilares. El primero es la disponibilidad de plataformas AV-Ready, que permiten adaptar distintos tipos de vehículos a la conducción autónoma con rapidez. El segundo, la colaboración con socios tecnológicos capaces de aportar capacidades de percepción, planificación y operación que requieren años de desarrollo y validación. El tercero, el trabajo directo con actores que gestionan servicios de movilidad a gran escala, para conectar las innovaciones tecnológicas con el uso real en las ciudades.

El resultado es un posicionamiento sólido ante un mercado que todavía está en formación, pero que se espera que crezca de forma exponencial durante la próxima década. La movilidad autónoma promete reducir costes, mejorar la seguridad vial, agilizar los desplazamientos urbanos y ofrecer nuevas soluciones accesibles para pasajeros y operadores.

Stellantis, que se ha propuesto desempeñar un papel protagonista en esta transformación, empieza a dar pasos firmes para convertir esa visión en una realidad operativa.

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