El socio de la china Chery en España advierte de riesgos en su salida a Bolsa
La empresa aterrizará a un precio inicial de 6,88 euros por acción
EV Motors, la matriz de la renacida marca automovilística española Ebro y socio clave para el mercado europeo de la china Chery Motors, tiene todo listo para su salida a Bolsa que «será en breve» -antes de que acabe el año- con un toque de campaña que tendrá lugar en el Palacio de la Bolsa de Madrid. Una operación que en la que ahora la compañía ve riesgos en plena polémica por el visto bueno de Bruselas a los aranceles a la importación de coches 100% eléctricos procedentes de China.
La empresa, que se estrenará en el segmento de mercado reservado para pymes -BME Growth-, aterrizará a un precio inicial de 6,88 euros por acción, lo que le hará debutar con una valoración de casi 329 millones de euros.
El precio establecido para cada título es similar a los 6,87 euros -0,10 euros de valor nominal y 6,77 euros de prima de emisión- sobre los que se acometió a principios del pasado mes de julio una ampliación de capital de 40 millones euros entre inversores cualificados para asegurar la viabilidad de las operaciones en el corto plazo.
El documento informativo de la operación impulsado por el presidente de EV Motors, Rafael Ruiz y el consejero delegado de Ebro, Pedro Calef, entre otros, asegura que la empresa tendrá un crecimiento «muy significativo» en ventas a lo largo de los próximos cinco años. El asesor de la operación será DCM Asesores y Renta 4 Banco actuará como proveedor de liquidez.
Con casi 48 millones de acciones, EV Motors aterrizará en el mercado español con un valor de mercado superior, por ejemplo, a la automovilística estadounidense Nikola, aunque estará sensiblemente por debajo de capitalizaciones de competidoras europeas como la sueca Polestar -más de 3.000 millones de euros-.
Chery y EV Motors
EV Motors será la empresa que salga a cotizar, pero detrás de ella y ahora integrada en el esquema corporativo está el Barcelona Technical Center (Btech), encargada de reindustrializar la antigua planta de Nissan y su complejo en la Ciudad Condal con Chery.
La llegada de la revitalizada marca automovilística española al mercado de capitales toma forma tras el acuerdo firmado en abril con el fabricante chino Chery para la creación de una ‘joint venture’ para fabricar coches en España, tomando como referencia a la zona para arrancar con su expansión por Europa.
Ebro pretende iniciar las operaciones a mediados de noviembre de fabricación en la capital catalana de los modelos S700 y S800, que contarán, cada uno, con dos versiones, una de gasolina y otra híbrida enchufable. Asimismo, durante la primera parte del año, el grupo automovilístico empezará a producir el modelo S400 y a finales de 2025 quiere tener lista una versión de este de «tamaño reducido».
Esta planta contará, en un primer momento, con una línea de ensamblaje directo en la planta de la Ciudad Condal para «reindustrializar la zona cuanto antes» a fin de terminar de fabricar en España vehículos preensamblados importados desde China. En paralelo, el grupo trabajará en la creación de una línea completa de producción de vehículos.
En cuanto al aspecto comercial, los planes de Ebro pasan por contar con hasta 30 puntos de venta a finales de este año y 75 a finales de 2025 repartidos por toda la geografía española.
Una marca con historia
Ebro nació en 1954, propiedad entonces de Motor Ibérica S.A., tras nacionalizarse las factorías de Ford en España. Arrancó sus operaciones con la fabricación de productos agrícolas que se producían en la factoría de Noáin (Navarra) para posteriormente entrar en otros segmentos como el de los vehículos de transporte -todoterrenos, camiones, autobuses- y la maquinaria de construcción.
La marca comercial cesó su actividad en 1987 tras la entrada de Nissan en la Zona Franca de Barcelona y haber comprado Motor Ibérica. El grupo asiático priorizó sus modelos e, incluso, algunos como la furgoneta Ebro Serie F se rebautizaron bajo su marca, en este caso, el modelo sustitutorio fue el Nissan Trade.
Tal fue la relevancia de Motor Ibérica para la economía española durante la dictadura que las cifras de negocio ponen de relieve el papel que jugó el grupo en el desarrollo industria de España. En 1977, el negocio de todo el grupo fue de 33.405 millones de pesetas, 26.786 de los cuales correspondían a las ventas en el mercado interior y el resto a las exportaciones.