No puede ser que este coche cueste 12.000€ más caro en España que en China. Nadie se lo explica
La marca china está sacando productos interesantes a los que lastra su precio.
Los vehículos BYD en España quieren competir teniendo como principal fortaleza su precio y una tecnología bastante avanzada.
El caso es que en el tema precio, lo cierto es que el modelo se vende en el país asiático con el nombre de BYD Yuan Plus y es 12.000 € más caro.
Actualmente, BYD no fabrica sus coches en territorio europeo, por lo que son importados, pero ciertamente llama mucho la atención que el coche en España cueste 30.000 € y que en China por menos de 18.000 € se pueda adquirir.
¿Cuáles son los motivos de tal diferencia de precio?
Aunque BYD no ha emitido ningún comunicado a este respecto, parece que esta diferencia de precio hace que el vehículo no sea tan competitivo.
Es algo que podemos extender a su gama, pues a los modelos Seal o Dolphin también les ocurre lo mismo y hay grandes diferencias.
La logística es uno de los motivos, puesto que la marca ya está pensando crear su primera fábrica en el viejo continente, lo que puede hacer que se reduzcan los costes de forma bastante considerable.
Si analizamos a la norteamericana Tesla, podemos observar que ellos, que fueron pioneros en este tipo de vehículos en serie, cuentan con fábricas en varios lugares del mundo, como por ejemplo en Alemania, algo que todavía no tiene BYD.
Desde la firma de Elon Musk lo que ha buscado es establecer unos precios en los diferentes países donde comercializa sus vehículos y no intentar contar con el mismo margen de beneficio en todos. De esta forma pueden tener tarifas diferentes en cualquier país en los que se venden.
BYD tendrá que actuar
Por lo tanto, no es que quieran obtener en el mercado español unos beneficios extraordinarios, es que el tener que fabricar los coches en China y después trasladarlos hasta España tiene unos costes.
Todo ello podrá BYD evitarlo si la marca toma una serie de decisiones.
La marca quizá todavía, aunque vende vehículos en otras partes del mundo, está demasiado centrada en el mercado chino.
En Europa está empezando a andar y todavía le queda mucho por crecer, donde el que construyan una fábrica en este continente será vital para poder ser de verdad competitivo y que así se reduzcan los precios de venta de sus vehículos.
Esta situación, aunque exactamente no es la misma, podemos compararla, salvando las distancia, a décadas como en los años 80, cuando los vehículos de Japón no tenían unos precios en la península competitivos y por eso no llegaban al mercado más que con cuentagotas.
Conclusiones
Como podemos ver, BYD cuenta con un problema de competitividad. Por este motivo, una de las que deberían ser sus fortalezas, se convierte en debilidad.
Los potenciales clientes optarán por marcas ya consolidadas en el mercado a igualdad de precios.
BYD debe tomar decisiones y pronto, si quiere mejorar sus opciones de penetración en España.
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