Lo haces todo el rato y te puede salir caro: el gesto que puede destrozar tu coche
Descubre más sobre la manera de utilizar correctamente los retrovisores.
Conoce el aliado casero que evita que los retrovisores se mojen.
Un nuevo sistema para acabar con los puntos muertos.
Una vez que aparcas, suele haber dos imágenes que son bastante habituales. En una de estas, lo que ocurre es que el vehículo lo que hace es plegar, de manera automática, los retrovisores exteriores cuando se apagan. Si vamos a la otra, lo que sucede es que es el propio conductor el que se encarga de hacerlo. Hay una razón poderosa por la que no debemos hacer dicho gesto. Aunque pueda parecer que no, es un hecho que el cierre de forma automática de los retrovisores es uno de esos avances que, aunque pueda no parecerlo, cuenta con una cara B. El motivo es que este avance puede terminar por dejar en situación de indefensión a un coche respecto a los demás. En bastantes modelos, podemos ver cómo los retrovisores exteriores se pliegan solos cuando se aparca el coche. Además, hay un botón con el que se puede hacer cuando se quiera, para aparcar en un sitio que sea justo o exista una columna cerca. Existen otros modelos que tienen más años donde dicho movimiento lo realiza el conductor al bajarse del vehículo. Así el volumen de la misma carrocería es más compacto y es más sencillo de maniobrar. De la misma forma se puede optar por los retrovisores para evitar sorpresas.
¿Por qué debemos evitar dicho gesto?
Al final estamos ante algo que puede acabar siendo de lo más contraproducente. Los retrovisores abiertos terminan haciendo que, desde un punto de vista visual, la misma anchura del coche pueda aumentar para los otros conductores. Por todo ello, cuando se tiene que maniobrar lo terminarán haciendo a una distancia mayor y se mantendrá a salvo la propia carrocería del vehículo que aparquemos. Lo que debes hacer, antes de tomar la decisión de cerrar o no los retrovisores después de haber aparcado, es que habrá un truco que hará más fácil dicha maniobra y que va a consistir en la regulación del espejo en el lado en el que se estacionará. Hay modelos que lo harán de forma automática cuando se meta la marcha atrás, de tal forma que se bajará el retrovisor del lado en el que se indique el intermitente. De no ser así, habrá que hacerlo de manera manual, donde deberemos seleccionar el espejo que corresponda y lo bajaremos hasta que no se vea la acera y no rozaremos las llantas con la misma.
Sí que es verdad que se pueden perder otra serie de referencia, pero siempre va a ser posible el que se pueda detener el vehículo y volver a subir el retrovisor para poder colocarlo en el mismo sitio o donde más nos convenga en cada momento.
Multas y los retrovisores
No debemos olvidar que en los turismos o en los vehículos que tienen hasta nueve plazas, solo son obligatorios el retrovisor izquierdo y también el interior. En el caso del derecho estamos ante una opción.
La multa porque no se lleve alguno de los espejos que son obligatorios asciende a 200 euros. La pega más grande es que, dependiendo de cómo se juzgue el peligro que va a suponer un vehículo que no tenga alguno de estos retrovisores, lo que puede ocurrir es que los agentes lo lleguen a inmovilizar.
Los retrovisores, una ayuda muy necesaria
Lo que debemos que tener bien claro es que los retrovisores ayudan a la visión del coche y son de los inventos más útiles que se han hecho en un campo tan lleno de elementos mecánicos y de diseño como es el del automóvil.
No nos podemos olvidar de lo importante que es ver, pero también ser vistos, motivo por el cual creemos que siempre es fundamental contar con los retrovisores obligatorios, pero también no está de más elegir un vehículo o instalarle el retrovisor derecho, puesto que al final esto irá en beneficio de una mayor visibilidad.
Con respecto al plegado de los retrovisores, estaremos de acuerdo en que siempre es mejor contar con ello. Muchas veces más de un retrovisor ha terminado cayendo fruto de los accidentes o de los golpes que se han producido porque se lo ha llevado un coche en marcha o haciendo tal o cual maniobra.
De esta forma solo debemos dar a un botón o presionar en nuestra llave al cerrar el coche y problemas solucionado, lo que siempre se agradece.
Lo bueno es que esta opción lleva ya unos cuantos años en el mercado y prácticamente ya lo incorporan todos los vehículos nuevos. En el mercado de ocasión seguro que también lo verás en bastantes, por lo que si estás a la búsqueda de coche, mejor que disponga de plegado automático de serie u opta por ello si es posible contar con él como equipamiento opcional.
Así que ya sabes, deseamos que el contenido os haya sido de utilidad.