Wimmer RST crea el KTM X-Bow definitivo
El KTM X-Bow es uno de esos coches que no necesitan presentación. Está concebido por y para la diversión al volante. Por eso, todos estaremos de acuerdo en que pocos retoques le hacen falta. Pero como es de humanos tener opiniones diferentes, ahí están los chicos de Wimmer RST, un preparador alemán que se ha puesto manos a la obra con esta joya de la automoción para extraerle un poquito más de jugo.
Las miras de Wimmer RST se centraron desde un primer momento en el motor del KTM X-Bow, un 2 litros TFSI de origen Audi con 300 CV en su versión original. Imaginad lo que puede llegar a hacer en un coche que tan solo pesa 790 kilogramos. Diabluras, ¿verdad? Pues éstas serán pocas comparadas con las que podrías llevar a cabo si tu motor ha sido retocado por el preparador del que te estamos hablando. Wimmer RST ha sido capaz de alcanzar los 375 CV de potencia y los 500 Nm de par máximo. Y todo ello gracias a una reprogramación de la centralita electrónica del motor y de un nuevo sistema de escape de acero.
Si impresionante te ha parecido el trabajo realizado, espera a ver lo que éste aporta cuando el coche pisa el asfalto. El KTM X-Bow de Wimmer RST es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos, alcanzando los 200 por hora en tan solo 11,2 segundos. Estamos ante cifras que bien podría firmar cualquier súper deportivo de tronío.
Los cambios del KTM X-Bow de Wimmer RST no acaban con su transformación mecánica. El preparador incorpora además un kit aerodinámico especial cuyas piezas han sido realizadas en fibra de carbono y que logran que el apoyo generado por el aire a alta velocidad sea mayor. O lo que es lo mismo, puede pasar por las curvas más deprisa que el modelo original. Entre estas piezas destacan el nuevo splitter frontal o un alerón trasero de grandes dimensiones.
El trabajo aerodinámico no finaliza con lo que ves, ya que Wimmer RST también ha modificado el fondo plano del KTM X-Bow con el mismo objetivo, generar más apoyo. Algo a lo que también contribuye, por cierto, el nuevo difusor trasero instalado. Además, para rizar el rizo, esta preparación se ofrece con unos neumáticos semi slicks de la marca Toyo con los que podrás disfrutar al máximo de cualquier circuito que te pille a mano. La única pega del coche es, como siempre sucede con los caprichos, que es caro. Wimmer RST pide 99.000 euros por él… aunque al menos ofrece la posibilidad de comprar el coche y prepararlo a la vez, llevándote el kit completo sin más esperas de las estrictamente necesarias.