Europa intensifica su guerra con China y ahora impone aranceles antidumping a sus biocombustibles
El sector ya avisa de falsificaciones procedentes de, entre otras materias primas, aceite de cocina usado
La Comisión Europea ha anunciado este viernes sus conclusiones preeliminares de una investigación lanzada en diciembre de 2023 en las que contempla la imposición de aranceles antidumping de hasta el 36,4% a las importaciones de biodiésel procedentes de China.
Este paso que da el Ejecutivo comunitario, según el sector, va en la dirección «correcta» para limitar la llegada a los mercados europeos de biocombustibles procedentes de, entre otras materias primas, aceite de cocina usado de «dudosa procedencia», tal y como denuncia la organización Transport & Environment.
Sin embargo, la asociación advierte de que los aranceles por sí solos «no serán suficientes» para impedir que el aceite de palma -empleado en la fabricación del biodiésel- mal etiquetado ingrese al mercado europeo.
En los últimos dos años, el mercado europeo de biocombustibles se ha visto inundado de importaciones de aceite de cocina usado procedentes de China, lo que ha provocado un desplome del precio de mercado, que ha pasado de unos 2.250 euros por tonelada a 1.100 euros.
Más aranceles a China
Entre las razones que esgrime T&E tras este abaratamiento de la materia prima está que recogida en China es hasta un 30% más barata que en los países del Viejo Continente, además de los problemas derivados del etiquetado sobre la procedencia del producto. Actualmente, la Unión Europea importa más del 80% de esta materia, y China por sí sola representa el 60% de estas importaciones.
«Europa depende excesivamente del aceite de cocina usado no verificable de países lejanos, como China (…) La UE debe dejar de incentivar los aceites usados importados no verificables y alejarse de un sistema de certificación dirigido por la industria hacia una regulación más estricta», ha denunciado la portavoz de T&E, Cian Delaney.
Una situación que llega en plena guerra comercial por los aranceles de Bruselas a la importación de automóviles 100% eléctricos procedentes de China.