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Éstas son las enfermedades que impiden renovar el carnet de conducir en España según la DGT

Existen algunas enfermedades que no permiten la renovación del permiso de conducción.

dgt carnet

En España, el proceso para renovar el carnet de conducir se realiza cada 10 años. Esto conlleva realizar una serie de pruebas médicas y un examen psicotécnico, además de abonar la tasa establecida por la DGT.

Para obtener la aprobación de la DGT y continuar conduciendo por una década más, renovando así tu permiso, es imprescindible aprobar satisfactoriamente las dos pruebas mencionadas.

En este contexto, la Dirección General de Tráfico ha difundido una lista de enfermedades que resultan incompatibles con la conducción de vehículos motorizados en las carreteras del país.

¿Qué enfermedades no te permiten la renovar el permiso de conducir?

En la DGT lo que hacen es dividir las patologías que puedan afectar a la conducción en distintas categorías. Primeramente, las vasculares, caso del aneurisma de grandes vasos con riesgo.

Existen algunas del corazón como es el caso de las arritmias, las cuales se producirán si se implantan en un marcapasos o la prótesis de válvulas que te van a impedir el hecho de conducir por espacio de un tiempo hasta que el médico te autorice para ello.

Si hablamos de las enfermedades psiquiátricas, todo va a depender del riesgo que pueda detectar el médico en materia de seguridad vial. Si hablamos de las de carácter neurológico, algunas pérdidas de conciencia o los accidentes de tipo isquémicos no te van a permitir poder conducir por espacio de un tiempo.

Al igual que si se sufre alguna patología endocrina, todo va a depender del propio estado en el que se encuentre la enfermedad. De la misma forma, habrá una serie de restricciones para conducir en los pacientes oncológicos o quien vaya a sufrir alguna clase de enfermedad de carácter respiratorio.

¿Qué ocurre con los medicamentos?

No hace demasiados años, la DGT lo que hizo fue publicar una lista en la que se enumeraban algunos medicamentos que, aunque pueden ser de gran utilidad para el tratamiento de los problemas de salud, es posible que representen un riesgo para la propia conducción.

Unos medicamentos en los que se van a incluir los analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos o los psicoestimulantes, bastantes de los cuales se pueden dar positivo en las pruebas de THC, siendo derivados del opio.

Este tipo de medicamentos es posible que causen algunos síntomas como por ejemplo la somnolencia, visión borrosa, euforia, mareos, etc. Todos ellos lo que ocurre es que van a terminar afectando de manera negativa al estado ideal para poder conducir, especialmente cuando hablamos del tiempo de reacción ante los obstáculos existentes en la carretera.

Un ejemplo habitual es que puede dar positivo en pruebas de drogas es el famoso ibuprofeno.

¿De qué forma se puede evitar la somnolencia al volante?

Existen una serie de recomendaciones para poder evitar   la somnolencia al conducir. Lo primero es descansar como es debido antes. Además, es bueno no comer demasiado antes de ponerse al volante, puesto que provoca somnolencia.

Las fobias y la conducción

El Instituto Nacional de Estadística dice que un 6% de la población de nuestro país padece alguna clase de fobia.

Hay una que afecta de manera directa a la conducción, que se denomina amaxofobia. El miedo a conducir un coche afecta especialmente a los conductores que en algún momento han tenido un accidente de tráfico, vivieron un percance trágico al conducir o han sufrido brotes a estrés o ansiedad que parecen agravarse al conducir.

Los datos parecen hablar por ellos mismos, puesto que uno de cada nueve conductores tienen ansiedad cuando conducen, llegando a ser el 20% de ellos dejar de conducir, al no poder superar dicho miedo.

Para superar estos problemas es posible someterse a sesiones de relajación, reestructuración o  la hipnosis.

Depresión

La enfermedad de la depresión lo que hace es afectar a nada más y nada menos que 300 millones de personas en todo el planeta, como dice la OMS, entre cuyos síntomas está la sensación de tristeza, malestar, desgana o apatía.

De la misma forma, las personas que tienen depresión es posible que tengan trastornos de sueño o pierdan interés por las cosas, siendo unos signos que afectarán directamente a la capacidad para conducir de las personas.

Los medicamentos que se recetan para el tratamiento de esta enfermedad cuentan con una serie de contraindicaciones que pueden acabar siendo nefastas para conducir, por lo que en la DGT creen que los conductores que sufren de depresión no deben conducir en el primer momento del tratamiento.

Algunos incluso deben mejor no conducir, en especial cuando sean tratamientos bastante incapacitantes y que afectan a los reflejos, la atención, etc.

Con este repaso a dos patologías, hemos querido ejemplificar las necesidades de tener el necesario cuidado en este sentido. Si se controla todo esto como es debido, seguro que las cifras de seguridad serán muchos mayores en nuestras carreteras.

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