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La cuarta luz en los semáforos: los motivos por los que tiene sentido

La cuarta luz en los semáforos tiene sentido.

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El semáforo es algo más que una señal, podemos decir que ya es un signo de carácter universal. Lo que significan los tres colores que lo componen, lo que hace es traspasar el ámbito de la conducción y se utilizará en otros campos, caso del educativo.

Lo cierto es que la tecnología sigue evolucionando y con ella los vehículos. Por este motivo, las señales se tienen que adecuar a esta serie de cambios. En el caso en concreto de los semáforos, parece que se tiene que añadir un cuarto color: el blanco.

Estamos ante una propuesta por parte de unos científicos de la Universidad Estatal de Carolina del Norte en Estados Unidos.

Esta nueva luz va a servir para poder guiar a los vehículos autónomos, es decir, los turismos que son capaces de funcionar sin que sea necesario que intervenga un ser humano.

Por este motivo, se puede conectar de forma inalámbrica con ellos para comunicar a los conductores de vehículos tradicionales como es el flujo de tráfico.

Un sistema de gran utilidad

Este sistema lo que haría sería funcionar conectando los coches autónomos a los semáforos con un determinado rango. De esta forma es posible coordinar de forma eficiente las señales de las calles que cuenten con un flujo más importante de esta clase de vehículos.

Cuando se otorga una parte del control del flujo del tráfico a los coches autónomos, es una idea que es bastante nueva, denominada paradigma de control móvil.

Se cree que es fundamental incorporar el concepto de luz blanca en las intersecciones porque les puede decir a los conductores humanos lo que está ocurriendo.

La iniciativa que proponen los expertos de la Universidad de Carolina del Norte se ha incorporado en algunas regiones españolas, aunque no de la misma manera.

Al clásico trío de colores de los semáforos se les añade una cuarta circunferencia que tiene una franja blanca. Algo que se recoge en el Artículo 148 del Código de Circulación.

El texto lo que hace es indicar que este semáforo de uso «excepcional» dará indicaciones solo a los tranvías y a los buses de líneas regulares, salvo que haya un carril reservado para autobuses, taxis y demás vehículos, solo se van a referir a los que circulen por él.

Las indicaciones que la misma da van a ser las siguientes:

  • Franja blanca horizontal: mismo significado que la luz roja del semáforo, prohibición del paso.
  • Franja blanca vertical: igual que la luz verde, permite el paso.
  • Franja blanca oblicua: dependiendo de hacia donde esté inclinada la recta, significa que está permitido el paso en esa dirección.
  • Franja blanca, vertical u oblicua, iluminada intermitentemente: equivale a la luz en ámbar fija.

Conociendo más sobre los semáforos

Ahora hablaremos más sobre la señalización semafórica:

A veces las corrientes de circulación que se cruzan, suelen ser más intensas. Hay que dejar a veces la propia ordenación del tráfico a la aplicación de la regla general de prioridad o a las señales verticales habituales, no es bastante para poder garantizar la fluidez y seguridad de la circulación y el derecho de que la totalidad de usuarios tienen para circular y poder compartir la vía.

Este tipo de situaciones van a demandar que se señalice con semáforos, puesto que hablamos de un medio automático de gran eficacia para el control y la regulación del tráfico a fin de repartir el tiempo de uso del área común entre las distintas corrientes de circulación que lleguen a ella.

Se le llama semáforo a las señales eléctricas que constituyen las luces que buscan el control del movimiento de vehículos en unas buenas condiciones de fluidez y seguridad.

En este sentido, el semáforo lo que hace es asignar de forma alternativa el derecho de paso a cada movimiento o grupo de movimientos que confluyan en cada intersección.

La forma en la que están dispuestas las intersecciones que tienen semáforos es algo distinta de las que no cuentan con ellas.

En estas últimas, la preferencia de unas vías sobre otras es permanente, bien porque continúa la norma general de preferencia a la derecha o porque se indica con las señales adecuadas y bastantes veces con una disposición física de la propia intersección, cuál es la vía que cuenta con prioridad.

Cuando hay semáforos, lo que sucede en las intersecciones con más intensidad de tráfico la preferencia es alternativa, con una serie de secuencias que pueden ser variables dependiendo de las condiciones del tráfico.

En este sentido, la Orden TMA 851/2001, cuando se refieren a los itinerarios accesibles que nos recuerda en el artículo 5 sobre los itinerarios peatonales accesible que:

La anchura de paso no inferior de 1,80 metros, tiene que permitir girar, cruzar y cambiar de dirección.

En todo el desarrollo tendrá una altura libre de paso que no será inferior a 2,20 metros. Cuando se coloquen los semáforos deberá respetarse dicha disposición.

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