i8 y Serie 5: la verdadera revolución de BMW
Innovación y BMW van de la mano. Tanto que la marca alemana ha celebrado recientemente un evento llamado Innovation Days. Como podrás imaginar, allí hemos podido ver lo último en tecnología llegado desde tierras teutonas. Entre todas ellas destacan dos prototipos basados en el i8 y en el Serie 5 que se mueven ¡con hidrógeno! Un paso más en lo que a movilidad eficiente se refiere.
BMW i8 y BMW Serie 5, la revolución del hidrógeno
Ambos prototipos de BMW cuentan con una célula de combustible de hidrógeno que ha sido desarrollada conjuntamente con Toyota. De hecho, el Mirai de la marca japonesa ya la lleva. El concepto que se sigue para que este sistema funcione es el siguiente. Se utiliza la célula de combustible como si fuese un generador, el cual es capaz de generar electricidad gracias a una reacción química natural entre el hidrógeno y el oxígeno. De ésta solamente sobra vapor de agua, que es lo que se emite.
La electricidad que se genera con esta reacción es la encargada de alimentar las baterías del motor eléctrico del coche en cuestión. De esta forma se elimina la necesidad de contar con las clásicas baterías que hoy en día utilizan estos vehículos.
Se trata de una apuesta totalmente limpia y segura. ¿Su problema? Tiene un coste bastante alto, con lo que su producción en serie aún está lejos.
BMW i8 y BMW Serie 5, la revolución del hidrógeno
Los dos prototipos que has visto en las fotografías de este artículo cuentan con esta tecnología incorporada. El hidrógeno necesario para que este sistema funcione se almacena en tanques de plástico reforzado con fibra de carbono, un material tan ligero como resistente. El hidrógeno almacenado en este tanque está a 700 bares de presión, situándose el depósito entre los dos ejes del vehículo. La disposición es la misma tanto en el Serie 5 como en el i8. Además, BMW anuncia que tiene la posibilidad de montar un segundo depósito que almacena hidrógeno a baja temperatura, lo que reduce la presión a la mitad.
El motor que equipan tanto el BMW i8 como el BMW Serie 5 que la firma teutona ha utilizado para estas pruebas es exactamente el mismo. Se trata de un propulsor eléctrico que es capaz de desarrollar una potencia de 245 CV. Eso sí, sobre prestaciones o autonomía no podemos aún deciros nada.
En lo que a la estética se refiere, te habrá llamado especialmente la atención el BMW i8 utilizado para esta presentación. No es un i8 al uso, salta a la vista. Se trata de un prototipo de preproducción del deportivo germano que tiene unos 3 años de antigüedad. Se da la paradoja de que su imagen es más agresiva y futurista si cabe que la del modelo de serie, llamando la atención especialmente la carrocería de fibra de carbono y unas llantas parcialmente carenadas. Destacan también los cambios estéticos realizados tanto en el frontal como en la zaga, que convierten a esta versión del BMW i8 a lo más parecido que hemos visto últimamente a una nave espacial. Eso sí, lo más importante está en el interior…