BMW i3, un eléctrico metido a policía
Lo de los coches de policía que hay repartidos por todo el mundo daría para hablar largo y tendido. Son grandes las diferencias que existen entre los diferentes países. Desde los Citroën que tenemos en España hasta el Lykan Hypersport presente en tierras árabes.
El caso es que hoy nos llega un nuevo ejemplo que adentra a uno de los cuerpos de policía más famosos de todo el planeta en el mundo de los coches eléctricos. Hablamos de la policía de Los Ángeles, que desde ahora y durante el próximo año patrullará las calles de la famosa ciudad californiana a bordo de un BMW i3. Se trata de la primera unidad de este modelo alemán que hace las veces de fuerza de la autoridad en suelo estadounidense.
La policía angelina disfrutará del i3 gracias a la cesión por parte de BMW de esta unidad, acto con el que buscan ganar experiencia en el campo de los vehículos eléctricos y demostrarse a sí mismos si este tipo de coches, tal y como son hoy en día, son capaces de llevar a cabo las tareas a las que será exigido.
Salvo por la peculiar forma del BMW i3, lo cierto es que estamos ante un coche que no se diferencia absolutamente en nada del resto de los que conforman la flota de vehículos de la policía de Los Ángeles. Tanto los colores con los que ha sido pintado como el equipamiento del que dispone son idénticos al resto. No faltan obviamente las características luces del techo con las que los oficiales de los cuerpos de seguridad se hacen ver cuando es necesario.
Además de para la investigación, la policía de Los Ángeles tiene previsto mostrar al público el coche en diferentes eventos a lo largo del año que va a disfrutar de él. La idea es que los ciudadanos de aquella zona del mundo puedan aprovechar para conocer de cerca uno de los coches eléctricos que a día de hoy mejor rendimiento ofrecen.
Recordemos que el BMW i3, cuya longitud es de 3,99 metros, tiene un motor eléctrico cuya potencia es de 170 CV. En lo que a autonomía se refiere, puede fluctuar bastante en función del uso que se le de. Lo normal es que sobrepase holgadamente los 100 kilómetros, convirtiéndose en una opción ideal para el tráfico urbano.
