Alerta de la DGT por el cambio de hora en España: comunicado muy importante

En este mes de octubre, cuando llegue la madrugada del sábado 26 al domingo 27, nuestro país, pasará a adoptar el horario del invierno. Los relojes se van a atrasar una hora, lo que hará que a las tres de la madrugada , oficialmente van a ser las 2 de la mañana. El ajuste del cambio horario, que se regulará por una directiva comunitaria, buscando la optimización del aprovechamiento de la luz del sol en los meses siguientes.

El cambio no se va a ser solo de horarios

Las modificaciones, además del tema puramente horario, pueden tener repercusiones a nivel de ritmo biológico, lo que puede llegar a provocar fatiga y somnolencia o incluso distracciones al volante, lo que puede tener una gran influencia en la seguridad vial.

Un modificación que llega todos los años

En este 2024 la modificación de la hora va a ser pocos días antes del puente de Todos los Santos, a comienzos de noviembre, justo el periodo en el que aumentarán los desplazamientos por carretera.

Las jornadas que siguen al cambio horario, se van a poder manifestar una serie de síntomas como el sueño o la fatiga, que van a terminar por afectar de forma directa a la capacidad para conducir.

De cara a poder mitigar dichos efectos, lo mejor es que se mantenga un horario regular en cuanto a sueño y comidas, de tal forma que se aseguren como mínimo ocho horas de descanso por la noche.

Hay que evitar estimulantes como la cafeína pueden ser de gran ayuda de cara a que se minimice el impacto del cambio horario en nuestro propio organismo

Tips para adaptarse a un horario nuevo y evitar que se produzcan riesgos al volante

Una de las causas más elevadas de accidentes de tráfico es la somnolencia al volante, puesto que es una de las causas más importantes de siniestros, en especial entre los conductores profesionales.

Los grupos que tienen un mayor riesgo de percances por este motivo van a incluir a los de turnos rotativos, jóvenes, personas que cuenten con diversos trastornos del sueño y aquellos que conduzcan bajo el efecto del alcohol o las drogas.

Entre las alteraciones de mayor importancia que provoca la somnolencia y que afectan a los que conducen, van a incluir los tiempos de reacción, una menor concentración, más distracciones, la toma de decisiones más lentas o erróneas, alteraciones a nivel sensorial, motor o de percepciones, además de una serie de movimientos que se realizan más automatizadamente.

De la misma forma es posible experimentar la aparición de los famosos microsueños, así como modificaciones de comportamiento que pueden llegar a ser aún más críticos en la conducción.

Podemos resumir diciendo que el cambio horario no solo se ajustará a nuestros relojes, también va a suponer un gran desafió a la capacidad para adaptarse.

Se deben tomar medidas a nivel preventivo y tomar consciencia de los riesgos potenciales de cara a ayudar que se eviten accidentes y garantizar una tradición con mayor seguridad al horario de invernal.

¿Mantenimiento del horario invierno todo el año?

Organizaciones como las Fesmes especializadas en la medicina del sueño llevan ya años abogando porque se deberían suprimir los cambios de horarios y que se mantenga el horario de invierno todo el año, puesto que es el que más nos aproxima al huso horario de Greenwich. Incluso se habla de adoptar por el horario de este meridiano que ya estuvo vigente en España de 1901 a 1940.

Para Fesmes, el horario invernal lo que hace es promover un ritmo biológico mucho más estable que el de verano, de tal forma que mejora el rendimiento intelectual y aparecen menos enfermedades.

Una medida que no tiene demasiado sentido

La misma Fesmes en palabras de Gonzalo Pin, un pediatra valenciano, opina que es bastante absurdo el que se sigan perpetuando dichos cambios, porque no está demasiado claro que haya beneficios económicos en cuanto al ahorro de energía, pero sí que generan problemas de salud elevados.

En nuestro país el uso del tiempo no es demasiado racional, puesto que tenemos un descanso después de la comida demasiado largo y nos acostamos bastante tarde, pero nos levantamos como los ciudadanos del resto de Europa a las 7 de la mañana o incluso antes para trabajar.

Este profesional de la salud dice que se debería mantener el horario de invierno al permitir que exista una sincronía mayor entre la salida del sol y el comienzo de la jornada laboral y de escuela, de tal forma que haya más horas de sueño y nos despertemos más naturalmente al coincidir con el amanecer, puesto que está cerca (únicamente una hora de diferencia) con el huso horario de Greenwich).