Adiós a los coches con etiqueta B y C para siempre en esta ciudad de España: se confirma

En los últimos años, las grandes ciudades han adoptado medidas para mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones contaminantes, y Madrid no es la excepción. La capital española ha implementado progresivamente restricciones para vehículos más contaminantes en el marco de su plan Madrid 360. En la actualidad, los coches con etiqueta B y C aún tienen acceso al centro de Madrid, aunque con limitaciones específicas en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) de Distrito Centro y Plaza Elíptica.

En estos sectores, únicamente pueden circular los residentes, vehículos con etiquetas ECO o Cero Emisiones, y aquellos que cuenten con excepciones previamente aprobadas. Sin embargo, el Ayuntamiento ya trabaja en una hoja de ruta que endurecerá estas restricciones progresivamente. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha defendido el éxito de las políticas ambientales implementadas bajo el Plan Madrid 360. Este enfoque combina objetivos ecológicos con estrategias para mitigar el impacto económico en los sectores más vulnerables.

Plan Madrid 360: restricciones a coches con etiqueta B y C

Inicialmente, Madrid había establecido que ningún vehículo sin distintivo ambiental podría circular por la ciudad a partir de enero de 2025. Sin embargo, esta fecha se ha aplazado un año, permitiendo que los vehículos sin etiqueta, siempre que estén empadronados en la ciudad o registrados en el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), puedan circular hasta el 31 de diciembre de 2025. Durante este periodo, en lugar de multas, los infractores recibirán notificaciones informativas sobre la normativa vigente en las ZBE.

Además, se están considerando nuevas excepciones para vehículos sin etiqueta. Entre las que ya se han confirmado se incluyen:

• Conductores autónomos o sociedades unipersonales mayores de 59 años con vehículos de más de 3,5 toneladas, debido a las dificultades económicas para renovar sus flotas antes de la jubilación.
• Vehículos que realicen traslados a centros hospitalarios, permitiendo que los desplazamientos esenciales no se vean obstaculizados por las restricciones.
• Aquellos que hayan adquirido un coche de bajas emisiones pero que, por demoras en la fabricación, aún no lo hayan recibido.
• Las autorizaciones ya existentes para vehículos históricos y para el traslado de personas con movilidad reducida se mantendrán sin cambios.

Este cambio, anunciado por el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, responde a la mejora en la calidad del aire registrada en 2024 y busca evitar un impacto económico abrupto para los ciudadanos afectados.

Un paso clave en este proceso llegará en 2028, cuando se prevé la imposición de limitaciones más estrictas para los coches con etiquetas B y C. A pesar de estas medidas a largo plazo, cada municipio puede adaptar la normativa a sus particularidades, lo que genera cierto grado de incertidumbre. En paralelo, la Unión Europea ha establecido metas ambiciosas, como la prohibición de la venta de coches térmicos para 2035 y su circulación completa para 2050.

Por otro lado, el Ayuntamiento ha impulsado un programa de ayudas para facilitar la renovación del parque móvil. Hasta la fecha, se han invertido 107 millones de euros en el sistema de subvenciones Cambia 360, diseñado para incentivar el achatarramiento de vehículos sin distintivo ambiental y la adquisición de modelos más sostenibles. Gracias a estas medidas, Madrid se ha convertido en la ciudad con el parque móvil más joven de España, según destacó Carabante.

Distintivo ambiental de la DGT

Los distintivos ambientales de la DGT son una clasificación que busca promover el uso de vehículos menos contaminantes. Esta iniciativa, implementada en 2016, clasifica los automóviles según su impacto medioambiental y facilita la implementación de medidas en las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

La DGT establece cuatro categorías principales que corresponden a distintos niveles de sostenibilidad. Entre estas, la Etiqueta Cero Emisiones (Cero) es la más destacada. Este distintivo, de color azul, se asigna a vehículos 100% eléctricos, híbridos enchufables con al menos 40 km de autonomía eléctrica, y automóviles de pila de combustible. Estos vehículos disfrutan de ventajas significativas, como acceso ilimitado a las ZBE y bonificaciones en el aparcamiento, lo que fomenta su adopción.

Por otro lado, se encuentra la Etiqueta ECO, de color azul y verde. Este distintivo se otorga a híbridos no enchufables, híbridos enchufables con menos de 40 km de autonomía eléctrica, y vehículos que usan combustibles alternativos como el gas natural o el GLP. Aunque no son completamente libres de emisiones, estos vehículos cuentan con beneficios como acceso más amplio a ZBE y descuentos en estacionamientos.

A los vehículos de combustión interna modernos, les corresponde la Etiqueta C, de color verde. Se asigna a vehículos de gasolina matriculados desde 2006 y diésel a partir de 2015 que cumplen con normativas europeas más estrictas. A pesar de ser menos sostenibles que los vehículos con distintivos Cero y ECO, los que tienen esta etiqueta tienen ventajas frente a los vehículos más antiguos.

La Etiqueta B, de color amarillo, incluye a los coches de gasolina matriculados entre 2001 y 2005, así como los diésel fabricados entre 2006 y 2015. Finalmente, los vehículos matriculados antes de 2001 en gasolina y antes de 2006 en diésel no tienen ningún distintivo ambiental.