Las 7 multas más habituales
Si hace unos días te hablamos de los errores más comunes que cometemos cuando nos ponemos al volante, hoy lo vamos a hacer de las sanciones más comunes que sufrimos. También podemos considerarlas en algunos casos ‘errores’, ya que de no incurrir en ellos, nos libraríamos de pagar. En cualquier caso vamos a ver cuáles son. Y si eres uno de los que cae en estas infracciones, ¡aún estás a tiempo de evitarlo sin tener que pasar por caja!
Excesos de velocidad
Una cosa es que los radares estén colocados ‘a mala leche’ en muchos puntos de las carreteras españolas, y otra muy diferente que los españoles seamos santos conduciendo que nunca nos saltamos la ley. Nada más lejos de la realidad. Aunque la velocidad media de circulación de los conductores en nuestro país haya disminuido significativamente en los últimos años, nos sigue pesando demasiado el pie derecho.
Multas de aparcamiento
La ley del ‘todo vale’ a la hora de aparcar es muy nuestra. Muchas veces no somos respetuosos a la hora de estacionar nuestro vehículo, y luego llegan los disgustos. Menos excusa tiene que se nos pase la hora cuando aparquemos en zonas de estacionamiento regulado o que directamente ni paguemos por ello. Hoy en día se puede hacer cómodamente desde el móvil.
Incumplimiento del deber de identificar al conductor
Nuestro coche es cazado cometiendo una infracción pero no es detenido en el momento. Si se da esta situación, es nuestro deber identificar a la mayor brevedad posible a quien fuese al volante en ese momento. Si no lo hacemos, la multa se incrementará.
No respetar señales
También es una costumbre muy española convertir los ‘Stop’ en ‘ceda el paso’, o acelerar cuando el semáforo de turno se pone en ámbar. Señores, las señales, tanto verticales como luminosas, están ahí por algo. Aunque sea solamente por la seguridad de quienes comparten carretera con nosotros, debes cumplir lo que te dicen.
Conducir hablando por el móvil
Los accidentes causados por hablar por el móvil mientras conducimos parece que no afectan a quienes nunca han sufrido uno. Lo seguimos haciendo, y es una de las costumbres más peligrosas que existen al volante. La consecuencia es la lógica. Ésta causa es una de las que más multas nos cuesta.
No pasar la ITV
Estamos de acuerdo en que pasar la ITV es caro. Pero es necesario. Primero, por ley. Y segundo, por seguridad. Los coches, como todas las máquinas, se desgastan con el paso del tiempo, y hay que revisarlas para evitar sustos a posteriori. Quizás el chequeo realizado podría ser más exhaustivo, pero es obligatorio y hay que cumplir con ello.
No utilizar el cinturón de seguridad
Parece mentira que a estas alturas de la película aún haya quien circule sin el cinturón de seguridad puesto. Aunque sea solo por evitar el molesto pitido que emiten los coches modernos cuando no lo utilizas. Como dice el eslogan, ¡abróchate a la vida!