Padres y niños: consejos para un transporte escolar seguro
Si eres padre -o madre- seguro que te has enfrentado a la difícil tarea de dejar a tus hijos en el autobús escolar. Y decimos difícil porque, especialmente los primeros días, no es fácil ver partir a nuestros pequeños con la cara de tristeza que se les queda al dejar su casa atrás. Pero, sentimentalismos aparte, estamos ante una de esas acciones cotidianas que pueden entrañar ciertos riesgos. Podemos minimizarlos con una serie de consejos que nos da el Race y que atañen tanto a pequeños como a mayores. Síguelos y tu único drama será el llanto de tu hijo el primer día que va a clase.
Transporte escolar, consejos para los niños
- Llegar siempre a la parada del autobús al menos cinco minutos antes de la hora a la que prevista de llegada del autobús. Y si lo pierde, no se preocupe, mejor llegar tarde que correr junto al autobús para que se detenga. Tenga el teléfono móvil del acompañante, para que en caso de problema le esperen.
- Si hay que cruzar la calle por delante del autobús, caminar siempre por la acera, y si no hay acera, caminar a lo largo del borde de la carretera, hasta llegar a un punto que esté, como mínimo, a una distancia de al menos 3 metros por delante del autobús, asegurándose de que el conductor localiza al peatón antes de cruzar.
- Cuando se vaya a cruzar hay que mirar siempre a la izquierda, luego a la derecha y luego a la izquierda otra vez. Los coches vienen primero por la izquierda. Si hay coches aparcados que no te dejan ver, ve al paso de peatones de la esquina más próxima.
- Como regla general, al cruzar siempre hay que asegurarse de que el conductor ve al peatón, no debiendo cruzar hasta que éste se ha detenido por completo. En el caso de un autocar, hay que seguir las indicaciones del conductor.
- Cuando se acerca el autobús hay que mantenerse siempre alejado a unos 2 metros de distancia de él, y dejar que el autobús se acerque hasta la acera para que evitar tener que bajar de ella.
- No empujar a otros niños para subir el primero, no correr al subir o bajar del autobús.
- Esperar hasta que el autobús se pare, la puerta se abra y el conductor o la persona encargada dé su visto bueno para entrar o salir del autobús.
- Nunca caminar por detrás del autobús porque el conductor no podrá verte. Es una situación de especial peligro.
- Al subir o al bajar, utilizar los agarres para evitar caídas. Cuando se baje del autobús, tener cuidado de que la ropa con colgantes y las mochilas o bolsas escolares no se enganchen en los pasamanos o con las puertas del autobús.
- Caminar siempre al menos a dos metros de distancia de los laterales del autobús.
- Un momento de riesgo es cuando los niños llevan juguetes, estuches… y se caen cerca del autobús. Si esto sucede, nunca recogerlo del suelo. Indicar al conductor o al acompañante la situación, y recogerlo con la máxima precaución. No lo recojas tú mismo porque el conductor podría no verte al poner el autobús en movimiento.
- Cuando se sube al vehículo, hay que sentarse en la plaza rápidamente.
- Si al salir tienes que cruzar la calle por delante del autobús, camina por la acera o por el borde de la carretera hasta un punto que esté al menos tres metros por delante del autobús (cinco pasos grades) antes de cruzar. Asegúrate de que el conductor del autobús puede verte y de que tú le ves a él para seguir sus indicaciones.
- Dentro del autobús hay que quedarse sentado en el asiento hasta que finalice el trayecto. Tampoco hay que gritar o alborotar. Deja que el conductor se concentre en su trabajo.
Transporte escolar, consejos para los padres
Los niños deben aprender a comportarse con seguridad en todo momento: como peatones, en nuestro vehículo, en bicicleta, o cuando suben y bajan del autobús o viajan en él. Deben hacer siempre caso a los responsables, conductor y acompañante, y recordarles que deben actuar correctamente en todo momento, por él y por el resto de ocupantes.
Hay que evitar que los niños lleven objetos sueltos, debiendo meter todos sus utensilios en su mochila para que no se les caigan las cosas por el camino ni cuando están cerca del autobús. Andar con prisas puede ser peligroso porque nos hace olvidar las medidas de precaución básicas. Y evitar distracciones, como llevar la mascota a la parada, para centrarnos en la operación de subida y bajada.
Nuestro ejemplo es importante durante el trayecto a la parada. Si hay que cruzar, hágalo por los pasos para peatones y respetando los semáforos, sirviendo de ejemplo para los pequeños: mirar antes de cruzar, primero a la izquierda, luego a la derecha y de nuevo a la izquierda, asegurándonos de que no viene ningún coche.
Si espera a su hijo con el coche a la parada, no lo aparque en el lado contrario al del autobús, pues le obligará a cruzar la calle, lo que implica un riesgo por el tráfico y por las zonas “ciegas” del autobús.
Consejos para los centros escolares y las empresas de autobuses
- Los centros escolares deben involucrarse activamente en los temas de seguridad vial, incluyendo los caminos escolares seguros y el transporte escolar como parte de la concienciación de los más pequeños en materia de movilidad segura y tráfico.
- Aprovechar el propio autobús escolar para dar la educación vial mientras dura el trayecto, ya que así el alumno será más receptivo al impartir educación vial en un contexto distinto y por lo tanto novedoso, y además el alumno podrá ver la aplicación de lo que se le trata de transmitir de una forma más inmediata y directa.
- Cuidar la seguridad en el trayecto casa – colegio: la educación vial impartida en los colegios no debe limitarse al interior de las aulas, sino que debe preocuparse de los alumnos una vez que abandonan las aulas.
- Pedir la colaboración de las policías locales para proteger a los pequeños en sus trayectos casa – colegio, evitando riesgos.
- Establecer medidas de seguridad en la parada del autobús escolar en el colegio, evitando vehículos en la zona, y con señalizaciones que posibiliten el cruce de dicha vía por los alumnos con las debidas condiciones de seguridad.