Las mentiras del libro de Chenoa, según su padre biológico
Primeras palabras de Bisbal tras la polémica biografía de Chenoa
Los dardos que Chenoa ha lanzado a Bisbal en la rueda de prensa de su libro
Chenoa se desnuda: Las 10 revelaciones más sorprendentes de su libro
La repercusión que ha tenido el libro de Chenoa ha llegado hasta Argentina. Al otro lado del charco, concretamente, en Mar de Plata, un hombre, José Carlos Corradini, espera con impaciencia las primeras noticias de la biografía de su hija María Laura, más popularmente conocida como Chenoa. A pesar de la distancia, el argentino sigue los últimos pasos de la cantante y está ansioso por conocer los detalles que esconden las 200 páginas. En conversación con LOOK no se sorprende de que la artista no lo nombre en ningún momento y entiende y respeta que sea Tati, la actual pareja de la madre de Chenoa, quien se lleve los elogios como padre. “Yo admito y reconozco que él es el padre de vida. No lo voy a negar nunca. Él fue el que estuvo con ella cuando ella estaba resfriada, cuando le dolía la cabeza o quizá llevándola al colegio. En esas cosas estaba él, pero de ahí a que ella me niegue como padre biológico hay un abismo. Las raíces no se deben olvidar”, explica.
«No la dejaron encontrar pareja. No les conviene»
De esas raíces Chenoa habla largo y tendido en su libro, aunque sin hacer mención a su padre biológico. De Tati llega a decir: “Siento que siempre estuvo ahí, a mi lado, que todo estaba escrito. Él se ha entregado hasta el tuétano para que jamás nos faltara de nada ni a mí, ni a mi hermano, ni a mi madre. Me ha enseñado, junto a ella, los valores de los que tan orgullosa me siento y que me han convertido en los que soy hoy día. Tati está en los buenos y los malos momentos, durante mi infancia, mi adolescencia y ahora en mi madurez, como el padre maravillosos que es. Tengo sus gestos, sus manías y su sangre, porque así lo siento”. Chenoa narra cómo fueron sus primeros años de vida en Mar de Plata hasta que un día su madre decidió que hacían las maletas para probar suerte en España, concretamente en Mallorca. Durante su niñez Chenoa se crió con sus abuelos y aunque dice que siempre vivió la música en casa, José Carlos matiza: “Su abuela solo cantaba en la ducha. Ella empezaría a ver cantar a su madre cuando se metió en el grupo Fantasy, donde conoció a Tati que era el teclista. Su familia no es de músicos”.
Aunque alaba la figura paterna del señor al que Chenoa llama padre, Corradini tiene un mensaje para él. “Tati se hizo llamar durante mucho tiempo Tati Corradini utilizando mi apellido. Luego tuvo que salir a decir que no, que no se llamaba así, pero después de mucho tiempo. A mí si me llaman Carlos Fernández yo diría que no, que soy Carlos Corradini, pero si contestas como si nada estás usurpando el apellido de alguien. Y luego dicen que el que quiere sacar plata soy yo”.
Corradini acusa abiertamente a la familia de Chenoa de aprovecharse de ella. La madre, el hermano y las parejas de ambos trabajan con ella y para José Carlos está claro que para todo ellos es “la gallina de los huevos de oro”. Incluso les responsabiliza de que Chenoa no haya tenido suerte en el amor. Aunque la cantante en el libro se lamenta por no haber encontrado al hombre idóneo con el que formar una familia, su padre biológico dice: “No es su culpa. No la dejaron encontrar pareja. No les conviene. Si la chica se casa no puede seguir manteniendo a todos porque el marido va a decir, ‘párate’. No la dejan. De hecho, yo sé que ella me hubiera visto porque es una excelente mujer, pero no la deja la madre reina. Yo podría contar muchas cosas de su vida, pero soy un caballero que no tiene memoria y no diré nunca nada”.
A vueltas con el nombre real de Chenoa
Pero si hay algo que le ha dolido especialmente a José Carlos Corradini es que Chenoa no cuente la verdad, según su versión, sobre su verdadero nombre. En su libro ‘Defectos perfectos’, la extriunfita dice: “Me llamo Laura por una canción de Spinetta, un gran roquero argentino. El tema es triste a más no poder. Cosas de tener una madre casi adolescente, a la que le iba lo lacrimógeno”. Sin embargo, Corradini desmiente por completo esta versión y le apena que su hija no cuente la verdad en algo tan banal. “El nombre se lo puse yo. El fanático de Spinetta era yo, que era hippie y era para nosotros la canción del momento. Su madre no tenía ni idea de ese cantante porque le gustaba la música más comercial. Por Spinetta se llama Laura, pero se olvida del María. Se llama María Laura porque mis hermanas le habían puesto a sus hijas de primer nombre María y yo quise seguir con la tradición. El hermano, Sebastián, también se llama así porque lo elegí yo. Pero, ¿por qué quieren cambiar la historia? ¿Tanto cuesta decir la verdad?”, dice José Carlos indignado.
A pesar de que se encuentra muy disgustado con su hija Chenoa, el argentino ha decidido abandonar los trámites que había iniciado para demandarla. Hace unos meses planeaba llevarla a juicio para que la artista le pasase una pensión dada su difícil situación económica, pero finalmente, ha preferido no enfrentarse más con su hija. “Si yo tuviera plata y no me hablara con mis hijos pero estos no tuvieran para comer, la historia cambiaría. Sin embargo, como es el padre…”, se defiende. “De todas formas, he decidido dejar la demanda por mis otros hijos. Ellos me dijeron que no me metiera en esto y les he hecho caso. En su día lo hice porque soy muy visceral y me molesta la injusticia. Fue un arrebato. Ahora solo espero que ella tenga conciencia, le deseo que la vida sea bondadosa con ella y que tenga las bendiciones necesarias para ser feliz. La vida también sabrá compensarme a mí”. “¿Le deseas éxito con el libro?”, quiere saber este medio. “Por supuesto. Y con todo lo demás”, concluye.