Declaraciones exclusivas tras la tensión pre-boda

Se neutraliza la ‘guerra’ Preysler – Verdasco

Sara Verdasco
Galería: Sara Verdasco se pronuncia sobre la boda de su hermano con Ana Boyer / LOOK
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La cuenta atrás para la boda del año ya ha comenzado. En menos de un mes Ana Boyer y Fernando Verdasco se jurarán amor eterno en el paraíso caribeño de Mustique y, como no podía ser de otra manera, los preparativos logísticos para tan esperada boda llevan tiempo cociéndose a fuego lento. La pareja tiene por delante un gran reto: movilizar a sus 60 invitados a más de 10.000 kilómetros de distancia y hacer del suyo un enlace de cuento que acabe con la revista ¡Hola! agotada en todos los quioscos. De bodas y de vender revistas sabe y mucho Isabel Preysler que, desde el principio, se ha presentado -aunque, eso sí, contra su voluntad- como wedding planner de su benjamina. Ella es la que se cree que dirige los preparativos y no Tamara Falcó a quien Ana sí que dio a dedo el título oficial de ‘organizadora’.

En cualquier caso, Isabel o Tamara, lo cierto es que poco espacio cabe entre tanta Preysler para algún Verdasco. Las declaraciones de algunos familiares del tenista generaron dudas sobre la implicación que la familia de Fernando tenía en la boda. Cuando ya se había desvelado la fecha del enlace, José Verdasco decía: “La familia todavía no sabemos nada. Todo depende de la ajetreada agenda de Fernando. Lo único que sé por Fernando es que será antes de que acabe el año”. Efectivamente, la ceremonia se celebrará en el puente de diciembre y será en un lugar con muchos recuerdos para Ana, la isla de Mustique, donde veraneaba cuando era niña con su padre, Miguel Boyer.

Isabel Preysler junto a sus hijas Ana Boyer y Tamara Falcó

Isabel Preysler junto a sus hijas Ana Boyer y Tamara Falcó en 2012 / Gtres

Sin embargo, aunque pudiera pensarse que es Ana con su familia la que lleva la batuta en la organización de la boda -dejando en un segundísimo plano a los familiares de su novio- la hermana del tenista, Sara Verdasco, ha salido al paso de las especulaciones. “No nos hemos sentido ninguneados, tal y como se ha dicho. Todos estamos encantados. Hay muy buena relación entre las dos familias. Las dos estamos ayudando en los preparativos y estamos al tanto de todo porque hablamos entre nosotras. Es muy normal todo”, declaró a LOOK en exclusiva durante la inauguración del restaurante La Zampa, el nuevo local de los Verdasco.

Allí aprovechó para intentar estandarizar una boda que será de todo menos corriente. Sara quiso dejar claro que la relación con las Preysler es estupenda y que incluso ella está ayudando con algunos detalles de la ceremonia por expresa petición de Ana. “Yo hablo mucho con Ana porque mi hermano está en los torneos. En lo que puedo ayudar lo estoy haciendo porque sí que es verdad que me está preguntando cosas”, ha concluido la hermana de Fernando Verdasco.

Con sus declaraciones se rebaja la tensión que hasta hace unos días parecía reinar entre los dos clanes. Los Verdasco habrían apostado por una boda más modesta sin las complicaciones que se derivan de casarse en el extranjero, pero los deseos de Ana habrían pesado más. Los suyos y quizá también los de su madre, una gran enamorada de la isla de Mustique. Isabel, sin embargo, no quiere robarle protagonismo a su hija en un día tan especial y, de momento, apenas se ha pronunciado sobre los preparativos del enlace. “Estoy muy contenta”, se ha limitado a decir. El momento para figurar aún no ha llegado. Quedan aún tres semanas.

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