Un asunto económico obliga a Isabel Pantoja y a su hijo a viajar separados a Chile
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Esperaban su salto a América como agua de mayo. Ella, Isabel Pantoja, porque no lo hacía desde que hace cinco años desembarcó en México para grabar su disco, ‘Hasta que se apague el sol’, junto al desaparecido Juan Gabriel. Y porque, además, y sobre todo, en medio de ese disco ha habido un paso de dos años por prisión que la artista define como “compás de espera”, pero que no deja de ser lo que fue. Una traumática experiencia fruto de sus años de blanqueo sin freno junto a Julián Muñoz. Por todo eso, y porque Pantoja lleva casi cuarenta años demostrando ser un Ave Fénix, su reaparición en los escenarios de América es un reto ansiado, deseado y necesario para la cantante, que a sus sesenta años vuelve a poner el marcador a cero.
Si a todo eso le añadimos que su gira americana arranca con la compañía de su hijo Kiko, la felicidad era completa para la artista sevillana la noche del pasado domingo, cuando aguardaba en el aeropuerto Adolfo Suárez la salida de su vuelo rumbo a Chile. Resacosa aún del éxito cosechado la noche anterior con su concierto en Barcelona, pero feliz por la acogida del público que con tanta ansia aguardaba su vuelta –y que ha aplaudido de forma unánime su renovado poderío sobre los escenarios-, Pantoja estaba en una nube que su familia quiso recoger en distintos ‘selfies’ que publicaron en las redes sociales.
Pero tanta felicidad por compartir con los suyos lo mucho bueno que se le avecina se interrumpió al filo de las once de la noche. Minutos antes de esa hora, Kiko tuvo que despedirse de su madre y coger otro camino en la terminal. Madre e hijo se disponían a volar a idéntico destino, Santiago de Chile, en idéntica hora –con apenas diez minutos de diferencia- pero en compañías aéreas distintas y, sobre todo, en categorías diferentes. La razón no era otra que la económica. Ambos lo sabían de antemano y no podía ser de otra manera.
El precio del billete de Isabel alcanzó los 3.200 euros mientras que a su hijo le costó 1.200 euros
Para Isabel Pantoja y su fiel hermano Agustín, la discográfica Universal había comprado dos billetes en clase Bussiness, condición indispensable exigida por la cantante para su periplo americano. Así, la noche del domingo al lunes, Isabel la pasó descansando en la clase superior del Iberia 6833 que, pasadas las nueve de la mañana, la dejó en el aeropuerto Arturo Merino Benítez, previa cena y desayuno servido con todas las comodidades. El precio de cada uno de los billetes alcanzó los 3.200 euros, un importe que Kiko Rivera no estaba dispuesto a desembolsar de su propio bolsillo, tal y como confirman fuentes cercanas al joven.
Para el Dj, esta es su primera aventura americana, y la afronta como tal: con las ganas y la ilusión del principiante, y también con el presupuesto del que comienza. “Si puede ahorrarse mil euros, pues se los ahorra”, confirman en su círculo. Bastante es haber podido acompañar a su madre a Chile, donde este miércoles, 22 de febrero, será la estrella principal del Festival de Viña del Mar. Kiko ha logrado organizar un breve campaña de promoción entre Chile y México para estas semanas en las que aprovechará para dar a conocer su música en televisiones y radios, especialmente sus singles ‘Así soy yo’ y ‘Sano juicio’, recientemente lanzado al mercado. Se financia con su propio sello discográfico, Six Music, así que cada euro cuenta. La noche del domingo, él la pasó junto al profesional que le acompaña en la clase turista de la compañía Land Chile por 1.200 euros. Aterrizó minutos después que su madre en Santiago y se marchó con ella a vivir las horas previas a una reaparición que a toda la familia Pantoja tiene especialmente ilusionada.
Isabel protagonizará “el show más complejo nunca visto” en el festival de Viña del Mar, según palabras de su propio director, Alex Hernández. “Es el más grande que nunca se ha hecho en el escenario de la Quinta Vergara”, con 83 músicos sobre el escenario. Todos ellos aguardan este martes a la artista para ensayar con ella la hora y media que durará el concierto, en el que Pantoja rendirá homenaje a su querido Juan Gabriel. En primera fila estará su gente, Kiko, Agustín y Anabel. La ocasión lo merece.