#Foodporn o cómo Instagram sigue dándonos hambre y ganas de coger la cámara
El fenómeno ‘influencer’ y sus derivados -perfil público, listado de hashtags y fiebre ‘selfie’- han terminado por convertir Instagram en la plataforma social del término bautizado con el nombre de ‘postureo’. Y por si no tuviéramos suficiente con las apetecibles postales de las localizaciones más increíbles, los looks que inundan de ‘glamour’ nuestro ‘feed’ y los bodegones que encuentran el equilibrio perfecto entre modernidad y tradición; tampoco podemos evitar sucumbir, con la boca hecha agua, a la tentación del álbum escondido tras la etiqueta #foodporn. Dos palabras que han podido causar más de un disgusto a quienes decidieron decir no a la dieta a cambio de unos minutos de placer momentáneo.
163.614.586 resultados aparecen, como por arte de magia, cuando se escribe este mensaje en el buscador de la red social de la fotografía por excelencia. Como todo en Internet, la velocidad hace que tan pronto como una tarta de galletas y arándanos sea tendencia, haya un gofre rebosante de miel listo para sustituirla. Precisamente, igual que una nueva colección de primavera/verano, en esta temporada han surgido recientes ‘hits’ gastronómicos.
No exentos de polémica, algunos se acercan a un nivel calórico que ningún profesional recomendaría. Sin embargo, poder disfrutar de un donut relleno de helado no es algo que se haga (o se fotografíe) todos los días. Aunque algunos prefieren el ‘boom’ de formatos como el pez-helado o el pinchito de gofre-salchicha hawaiano, también conocido como ‘yogui’, el último grito es un batido con espíritu de unicornio. Aún así parece que el próximo caso de éxito tendrá que ver con la dulce viralidad del ‘pink latte’ – 11.495 publicaciones y subiendo-, un café rosa cuyo color está provocado por la remolacha que se le añade, que no por la fresa.
Pero si algo sorprendió, no solo en cuanto a su imagen sino también por el contenido, fue la hamburguesa de bollería que Goiko Grill intentó convertir en ‘trending topic’. La Gordonut cambiaba el pan por los donuts con el lema F.O.B (que le den a la operación bikini), que invitaba a romper cualquier tipo de dieta que existiera por la causa. Por el contrario, para quienes se apunten a lo sano, la tostada de aguacate ha sido capaz de suplantar a la de jamón ibérico, al menos en la Red, y ahora está de moda.
En definitiva, lo único necesario para llenar Instagram de ‘brunchs’ o meriendas que merezcan ser compartidas es revisitar el hashtag, por supuesto, y subirse al carro de los filtros para hacerlas aún más apetecibles. No obstante, ¿por qué no probar con el salmorejo de la abuela? Piénsenlo ‘instagrammers’ empedernidos: sano, fresquito y lleno de color… Además, admite una excelente compañera en su comentario: #healthyrecipes (recetas sanas, para los amigos).