Las esmeraldas de doña Sofía, los chatones de Victoria Eugenia y su anillo fetiche: Letizia, más reina que nunca en Tokio
Espectacular despliegue de joyas de la Reina en la entronización de Naruhito en Japón con un look con aires andaluces
Era la imagen más esperada. Después de que la semana pasada los actos del debut de Leonor en Asturias acapararan los titulares, hoy doña Letizia ha vuelto a ser la absoluta protagonista. Ha sido en Tokio, donde Sus Majestades han asistido a la ceremonia de entronización del emperador Naruhito, que se ha celebrado en el Palacio Imperial de la capital japonesa. Un acto en el que han coincidido con numerosos rostros de la realeza europea, como los reyes de Holanda, los príncipes de Dinamarca, Carlos de Inglaterra, los reyes de los Belgas o Victoria de Suecia, que ha ido a acompañar a su padre, el rey Carlos Gustavo.
Para este primer acto de la jornada en el que la etiqueta marcaba traje largo y tocado, doña Letizia se ha decantado por un sofisticado vestido en seda en estampado floral en tonos verdes y rosados. Un diseño de manga larga, escote redondo y corte recto que la Reina ha ajustado a la cintura con un maxicinturón en color verde. El look lo firma Matilde Cano, una de las diseñadoras cordobesas predilectas de la infanta Margarita y que ya se estrenó en el armario de la Reina durante su viaje a Texas. Doña Letizia lo ha combinado con una cartera en color rosa talco de Carolina Herrera y un tocado de estilo diadema de la marca sevillana Nana Golmar. Sin embargo, lo más destacado del look, han sido, sin duda, las joyas.
Los Reyes durante el acto / Gtres
La consorte ha combinado con maestría algunas de las piezas más relevantes del joyero de la Casa Real con su inseparable anillo fetiche de la firma Karen Hallam. Doña Letizia ha lucido unos pendientes de esmeraldas y diamantes que pertenecen a su suegra, la reina doña Sofía. Se trata de un conjunto que forma parte de un parure de gargantilla que doña Letizia ha utilizado en dos ocasiones más. Primero en 2007 con el collar en una cena de gala y en 2016 en un viaje a Portugal. La Reina también ha llevado uno de los collares de chatones del lote de Victoria Eugenia, una de las piezas más destacadas joyero real.
Cuando Victoria Eugenia contrajo matrimonio con Alfonso XIII, este le regaló un collar de treinta chatones de la firma Ansorena a los que se iban sumando dos por cada aniversario. El collar llegó a ser tan largo, que la Reina decidió dividirlo en dos, uno más largo que el otro. En un principio, solo el largo formaba parte del lote de pasar ya que el corto, Ena lo legó a su hijo Jaime. Sin embargo, el collar acabó también en manos de la Casa gracias a una subasta celebrada en 1982. Como curiosidad, hay que destacar, que la Reina ha llevado una pulsera que parece compuesta también de chatones, aunque no se sabe si forman parte de uno de los collares que doña Letizia ha modificado.