Belleza

curiosidades beauty

El estilista de las estrellas se ‘moja’ con el look de la reina Letizia y otras celebs

Numerosos rostros conocidos se han puesto en las manos del estilista Iván Gómez, quien ha desvelado algunas curiosidades beauty de las famosas y ha opinado del look de Letizia.

  • Alba García
    • Actualizado:

Hablar de tendencias, maquillaje y peinados es hablar de Iván Gómez. Desde hace unos meses, el estilista murciano ha conseguido convertirse en un imprescindible, hasta el punto de que cada vez son más las celebrities que se quieren poner en sus manos para estar perfectas en sus momentos más importantes.

Nombres como el de María Pedraza, Úrsula Corberó, Amaia Salamanca o Anna Castillo a los que cada vez se van sumando nuevos. Aunque todavía no ha logrado ‘conquistar’ a la reina Letizia, no ha tenido reparo en confesar a este medio todos los cambios que le sugeriría para estar todavía más guapa. Pero eso no es todo y es que Ivan Gómez desvela también muchas anécdotas que todavía no han visto la luz. Hasta ahora.

Pregunta. Empezamos con una pregunta imprescindible, si trabajaras con la reina Letizia, como experto, ¿qué le recomendarías en maquillaje y peluquería?
Respuesta. Yo creo que doña Letizia tiene un estilo, para mí bastante correcto, pero supongo que por protocolo creo que en ocasiones es demasiado rotundo en el sentido de que, aunque me parece una mujer muy atractiva, le falta frescura en general. Creo que siempre va perfecta en cuanto a maquillaje, peluquería, estilismo… pero le falta esa cosa de romper un poco y darle verosimilitud. Para mí los maquillajes, de alguna manera, hacen que conecten con la gente que los mira, no sé si es una cuestión de energía o de carácter, pero sería interesante que arriesgara, que no fuera tan sobria. Que al final se peina, y se peina mucho, y se maquilla, y se peina mucho, pero generalmente no sorprende, no conecta con la gente.

Más que cambiar drásticamente el estilo, que a mí me parece interesante, sería como darle un poco de verdad, de autenticidad. De repente pues, con los ojos que tiene, debería hacer algo menos sobrio, más fresco, como un eyeliner con mucha máscara de pestañas, dejando la parte de abajo libre. Ella tiende a hacerse siempre la línea verde del waterline, que creo que es una costumbre que tiene de siempre, se debe ver bien así, pero estéticamente no tiene un beneficio real, ni se le ve el ojo más verde, ni más grande, ni más intenso, ni nada. Es, simplemente, una manía, por decirlo de alguna manera, entonces yo jugaría un poco con esos esquemas beauty que ella tiene establecidos. Digamos que ella no sale de la zona de confort, y yo saldría de la zona de confort.

P. En ocasiones sí que ha sorprendido.
R. Sí que arriesga, pero también dentro de un estilo. Yo cambiaría un poco de estilo para generar algo de impacto, de magia, de historia… A veces sí que no veo mucha coherencia con su estilismo y prendas. Me parece que va correcta, pero le daría un poco de modernidad. Además, para mi gusto a veces va excesivamente maquillada, creo que es una mujer muy guapa y que es muy joven para maquillarse tanto. Si tuviera que resumirlo sería darle un poquito de modernidad y de verosimilitud, que conecte con la mujer real porque esa mujer que ella intenta representar, o que le dicta el protocolo, creo que no es una mujer real, no representa a la mujer España. Ahora la mujer es más moderna, más fresca, más versátil, más dinámica… Tiene momentos de lucidez en los looks, que sí que he pensado que estaba muy guapa, pero utiliza mucho fondo de maquillaje, que creo que no lo necesita, utiliza la línea waterline verde, que tampoco, se hace los ojos muy gráficos, pues yo le haría algo más ligero, un ahumado muy sutil, un eyeliner… Sorprender un poco y ampliar el campo de visión.

P. Además de hacer maquillajes de 10, también eres el artífice de cambios de look tan sonados como el de Úrsula Corberó, que sorprendió con un corte tipo bob. ¿Eso cómo surgió, te lo pidió ella o se lo sugeriste tu?
R. En aquel momento no había tanta actriz con el pelo corto y Úrsula, de un tiempo a esta parte, ha tenido una evolución muy grande en cuanto a referencias estéticas. Siempre ha sido muy visionaria y ha querido ir siempre un paso por delante más allá de lo que sus trabajos o sus guiones decían. Creo que también estaba pasando por una época de cambios en general, le apetecía un cambio… Tampoco había nadie en España que se lo había hecho y yo consideré que tanto por sus facciones como por su altura la corte que mejor le iba era ese. Estuvimos buscando bastantes referencias hasta que conseguimos esa media melena con flequillo. Por suerte la han ido copiando y ha evolucionado a otras más cosas.

La actriz Úrsula Corbero / Gtres

Todos estos cambios, que también ha creado un precedente para otras actrices. Hay actrices con las que no trato tan a diario y que cuando se tienen que hacer un cambio me llaman, y creo que es porque se creó un precedente con Úrsula. No porque yo sepa más o menos que nadie… Los cambios es lo que tienen, que pueden salir muy bien o muy mal y por eso yo intento estudiar previamente bastante y, como las que me piden el cambio. Son personas a las que conozco, sé qué les favorece o no. Para Úrsula el cambio supuso un antes y un después físicamente, fue un resurgir para ella.

P. Tu lista de clientas VIP es muy amplia, Úrsula Corberó, María Pedraza, Hiba Abouk, Amaia Salamanca…. ¿cómo es trabajar con ellas?
R. Tengo la suerte, o que mi parte personal me lo pide, que solo quiero trabajar con gente maja. Si a la presión a la que someten las actrices, y que ella de alguna forma me trasmiten, se le suma que son personas de trato difícil, sería imposible, yo estaría en un psiquiátrico desde hace cinco años. De mis clientas, es gente que adoro, que ha traspasado la línea de lo profesional porque hemos vivido momentos muy intensos, al final somos la última persona a la que ven antes de la exposición pública, su última mirada es a mí, como un “apruébame”. Se crea un vínculo. Las critican todo, si son gordas, si son flacas, si están bien maquilladas, peinadas, vestidas… Entonces tengo la suerte de que con todas las famosas que ves en mi Instagram tengo una bonita relación, con algunas se ha forjado amistad, con otras de cariño y respeto. No puedo tener una mala palabra con nadie porque son todas muy respetuosas y muy cariñosas conmigo. Yo busco actrices que están un poco con mi discurso y con mi estética.

P. Además, te has convertido en el estilista de cabecera de María Pedraza. ¿Cómo haces para potenciar su belleza? ¿Le gusta arriesgar? Un buen ejemplo fue en el Festival de Cine de Málaga, que se puso un postizo.
R. Con María es un disfrute. Hago literalmente lo que me da la gana, me da total libertad. Ella puede venir y decirme: ‘Iván, yo quiero que hoy me hagas el labio rojo’, y yo le digo, ‘pues no, porque te lo voy a hacer verde, azul, amarillo…’, y me dice, ‘¡pues venga, lo que tu digas!’. Es maravillosa. Se ha creado entre nosotros un vínculo, desde que trabajo con ella ha crecido mucho, se ha convertido en un personaje con muchísimo interés y como es tan guapa, joven, luminosa y mis maquillajes encajan tan bien con ella pues tienen más valor. Por ejemplo, el bombazo de los Goya sentó un precedente, ¡todavía me etiquetan! Se ha creado un tándem beauty entre nosotros y la gente espera a ver qué va a pasar. Ella se atreve, si se siete bien y segura de lo que lleva, confía mucho en mí, y sabe que si le digo algo es porque hay detrás un motivo de peso.

Amaia Salamanca con maquillaje y peluquería de Iván Gómez / Gtres

Una parte imprescindible de mi trabajo con las actrices es la parte de inseguridad. Tengo que lidiar con la inseguridad, pequeños complejos, como lo haría con cualquiera otra mujer. Con María tengo esa libertad porque no tiene complejos y vive de una manera muy libre, con unos límites claro, yo estoy ahí para ayudarla y aconsejarla y encontrar el equilibrio entre lo que tiene que ser, creando una identidad elegante y, al mismo tiempo, transgresora. Hablamos mucho porque nos hemos convertido en amigos. Trabajamos todo para que tenga una historia, me gusta generar magia y contenido con un por qué detrás.

P. Entonces, ¿tiene historia el postizo que se puso en Málaga?
R. María se quiere cortar el pelo desde hace mucho tiempo, pero por la serie no ha podido y la dije, tranquila, te vas a quitar el gusanillo. Y como veníamos del precedente de los Goya, y yo sabía que su maquillaje iba a ser muy mirado, lo que quería era sorprender con un maquillaje que no apareciera, que estuviera guapa, pero que no destacara y la gente dijera ‘guau’ con el pelo. Como había dos alfombras rojas, me parecía muy gracioso que en la primera alfombra roja fuera con el pelo corto, que la gente pensara que se lo había cortado, porque es una peluca, y el día siguiente apareciera con el pelo largo. Lo lógico hubiera sido al revés, pero fue jugar al despiste. Al final cuando se genera ese vínculo es tan divertido y tan gratificante que es muy fácil.

P. Ella es de las pocas actrices que se ha atrevido con un postizo una peluca, fuera de España sí que triunfan, pero aquí parece que no.
R. Aquí todavía hay un poco de reticencia, estamos un poco menos avanzados que los estadounidenses. Aquí los maquillajes están más desarrollados que la parte de peluquería. Aquí quizás un flequillo, un moño, pero arriesgar… A mí me gusta, estoy intentando crear ese concepto, de vamos a arriesgar. Con Amaia Salamanca también intentamos hacer algo con postizo en el Festival de Cine de Málaga, pero al final se puso ese platino y ya no surgió, pero la vi un poco con ganas.

P. De los muchos looks que has hecho, ¿hay alguno del que estés especialmente orgulloso?
R. ¡Me cuesta mucho! De alfombra roja tengo que mencionar el de María Pedraza de los Goya, por el revuelo que generó, porque la gente había trabajado con el glitter, pero no es tanto lo que aplicas o cómo lo haces. Normalmente la gente tiende a poner demasiado glitter y cuando consigues poner la cantidad perfecta y en el sitio adecuado. Surge la magia cuando encuentras la dosis, la modelo, el momento, el feeling…
También tengo que mencionar uno que tuvo mucho impacto de Úrsula Corberó, en los premios Feroz, en los que estaba nominada por ‘La casa de papel’. Le hice dos puntitos rojos debajo de los ojos y fue bastante impactante porque era especial.

P. No solo has trabajado con personajes nacionales, ¿con qué celebs internacionales has trabajado?
R. Sí. Tengo la suerte de que Chanel me cuida mucho y siempre que hay eventos cerca de España o las actrices internacionales vienen aquí me llaman. Lili Rose, la hija de Johnny Depp y Vanesa Paradis, he trabajado con ella y estoy muy contento porque creo que está bastante afianzada conmigo y cada vez que tiene eventos por aquí me llama. Aunque no he tenido trato tan continuado como con famosas de aquí, he trabajado con Olivia Palermo, Irina Shayk, Gisele Bundchen, Toni Garrn, con muchas súper tops. Ahora estoy intentando, porque yo quiero vivir en España, poner un pie internacional, o al menos en Europa, que eso me estimula muchísimo la repercusión que puede tener ese maquillaje. Ahora he hecho a Lucy Hale, me etiquetó en Instagram ¡y se me bloqueó durante una hora! Es estimulante tanto por ellas como por la gente con la que trabajan. Que me elijan a mí es un halago brutal, un gran reconocimiento.

P. ¿Hay alguna anécdota que se pueda contar y sea divertida?
R. Volviendo al tema de los Goya, con María Pedraza, que me da muchas alegrías, pero también muchos disgustos. Es una persona que, como ha sido bailarina, le gusta mucho llevar el pelo muy tirante, de hecho casi siempre le hago un recogido o un semi-recogido porque le gusta mucho la sensación tensora. Este año le hice un recogido, que es el que llevaba, pero no el que se vio, porque el que se vio era una recreación de ese primero. El primer recogido, me acuerdo de que le estaba haciendo y ella me decía que le tirara mucho más. Y yo le vi que tenía el ojo en los parietales, tipo tiburón martillo, tenía los ojos en los lados. Y le pregunté si iba a aguantar, ella es súper apasionada cuando hay una alfombra roja, pero como me dije que sí, me fui a hacer a Anna Castillo, que también estaba nominada. Y ya antes de irme empezó, ‘ui, parece que no puedo mover mucho el cuello’, y le dije, ‘no me digas eso porque llevo una hora y cuarto y era uno de esos trabajos que dices, me ha salido perfecto’.

María Pedraza en los Premios Goya 2019 / Gtres

Pues me voy a hacer a Anna Castillo, y ya la vi con la cara extraña cuando me vi, pero le dije, ‘luego vengo y te retoco’. Pues cuando miro el móvil, que no suelo hacerlo cuando trabajo, llevaba solo 15 minutos con Anna, veo 15 llamadas perdidas de María. La llamo y le digo que qué ha pasado y me dice que no puede hablar, estaba llorando de la tensión que tenía. Yo quería ayudarla, porque además estaba destrozando el maquillaje, y era un moño tan elaborado y tan pulido, que tenía que desarmarlo entero, y tenía a Anna Castillo delante, que me preguntaba que qué pasaba. Me agobié porque tenía el tiempo justo para hacer Anna y no tenía tiempo de rehacerle el maquillaje a María.

Por suerte, fue una de mis asistentes, hice a Anna como pude, que es divina y súper generosa, que me dijo que fuera a retocar a María. Entonces, cuando llegué estaba llorando, el maquillaje totalmente roto, no podía ni mover la cabeza, y quedaban solo 5 minutos para el photocall. Le tuve que rehacerle el recogido y bajó media hora o 45 minutos tarde. Al final tardo dos horas en hacer un maquillaje y una peluquería, María se lo destroza y lo tenemos que reconstruir en ¡15 minutos! Fue doblemente satisfactorio ver ese impacto que generó y esta historia que no se sabía hasta ahora. | [LEER MÁS: Azúcar Moreno, la sensualidad gitana en 10 looks que probablemente no recuerdes]

Lo último en Estilo

Últimas noticias