Irene Montero convierte su gran obsesión política en un complemento para su móvil
La mujer de Pablo Iglesias no se separa de su ‘kufiya’, el pañuelo que une a activistas de todo el mundo por Palestina
En diversas ocasiones, ha recibido críticas e incluso le han sugerido que se lo quitara
La ropa, como herramienta de comunicación, ha sido utilizada por políticos, artistas y activistas a lo largo de la historia para expresar posturas, ideales y apoyo a diversas causas. En el caso de la exministra de Igualdad, Irene Montero, el pañuelo palestino se ha convertido en un accesorio recurrente que, más allá de su función estética, sirve como un claro mensaje político. El keffiyeh, que originalmente tiene sus raíces en la cultura árabe y palestina, ha trascendido su uso tradicional para convertirse en un emblema de solidaridad y activismo. Sin embargo, no todo el mundo parece estar tan convencido de la «inocencia» de la prenda.
De hecho, hasta en el Parlamento Europeo se vio obligada a retirar su pañuelo, ya que, según las normas de la Eurocámara, exhibir símbolos políticos en la tribuna está prohibido. Porque claro, un gesto tan «inocente» como llevar una pieza de tela, que bien podría confundirse con un accesorio de moda, de pronto se vuelve algo políticamente incorrecto cuando se utiliza para transmitir un mensaje. Pero, como era de esperar, una vez terminó su intervención, el pañuelo volvió a su cuello.
El pañuelo favorito de la mujer de Pablo Iglesias tiene sus orígenes en las tradiciones de los pueblos del Medio Oriente, especialmente en las zonas áridas y desérticas de Palestina, Jordania, Siria e Irak. Originalmente utilizado por los hombres como protección contra el sol y la arena, este accesorio, confeccionado generalmente en algodón, tiene un patrón cuadriculado característico en colores como blanco y negro o rojo y blanco. Su uso era puramente funcional, destinado a mitigar las inclemencias del tiempo en regiones de clima extremo. Sin embargo, en la década de 1960, este pañuelo adquirió un significado político significativo, convirtiéndose en un símbolo de resistencia en el contexto del conflicto palestino-israelí. Líderes como Yasser Arafat lo adoptaron como emblema de la lucha por la independencia de Palestina.
A lo largo del tiempo, el keffiyeh se transformó en un símbolo de identidad nacional y resistencia política. Durante la Revolución Palestina, se convirtió en un emblema de la oposición a la ocupación israelí y de la reivindicación de los derechos del pueblo palestino.