Cuando el nuevo pañuelo objeto de deseo no es de Hermès
El aire retro sigue reinando en nuestro vestidor en forma de ‘nueva tendencia’ y el pañuelo vuelve a ser una pieza clave para nuestros outfits frente al acusado descenso de las temperaturas. Aunque se trate simplemente de una porción de tela estampada lo cierto es que este complemento ha formado parte de la historia de la moda en diferentes momentos y en el S.XXI también se ha convertido en un auténtico objeto de deseo.
Las grandes casas de lujo como Louis Vuitton, Chanel o Dior son algunas de las firmas cuyos pañuelos triunfan entre el público más elitista y aquellas ‘fashionistas’ que, aunque el límite de su crédito no sea un pozo sin fondo, no quieren pasar sin tener una prenda de lujo en el cajón de su cómoda. Sin ir más lejos, Hermès es una de las firmas ‘high class’ cuyos pañuelos desatan pasiones entre los amantes de las pasarelas de moda.
No obstante, lo último en exclusividad cuando se trata de hablar de este sutil complemento es poseer un pañuelo único en el mundo. El creador Alfredo Arranz, un artesano burgalés representante español en la feria Brussels Fashion Ways, ha conseguido crear auténticas piezas de artesanía irrepetibles. Pintados a mano uno a uno, con los 85 pigmentos diferentes que posee en su paleta particular, los pañuelos de Arranz transmiten los valores internos que le hacen llegar sus propios clientes buscando un resultado irrepetible.
Pasión, Cielo o Mamá Libertad son los evocadores nombres que poseen algunos de los fulares y pañuelos también hechos a mano y disponibles en su tienda online. No obstante, los precios no se encuentran publicados en su website, ¿hay algo más exclusivo que eso?