¿Cuáles son los errores más comunes de una pedicura casera?

Cortar demasiado las uñas, o no limar bien los callos, son algunos de los errores más comunes que se cometen al realizar una pedicura casera.

pedicura casera
Los errores que más se cometen a la hora de hacer una pedicura casera

Cuidar bien de los pies es algo importante ya que aunque a veces no lo pensamos, una pedicura o cortar las uñas de forma incorrecta puede derivar en problemas que dependiendo de cada caso pueden hacer incluso que nos cueste andar. Conozcamos entonces ahora, cuáles son los errores más comunes de una pedicura casera.

¿Cuáles son los errores más comunes de una pedicura casera?

Al margen de exfoliar bien la piel de los pies de vez en cuando, es también importante hacerse una pedicura, y si no tienes tiempo de ir a un profesional, puedes hacerla en casa aunque evitando una serie de errores que son bastante comunes y que tienen que ver no solo con cortar las uñas de forma correcta, sino también el modo en que limamos o quitamos los callos y durezas e incluso saber cómo usar o llevar el esmalte de uñas.

Cortarse las uñas demasiado o cortarlas torcidas

Si cortas las uñas demasiado cortas, o las cortas torcidas, puedes alentar la formación de uñas encarnadas a medida que crecen. Tampoco será bueno dejarlas más largas de lo normal ya que al margen de ser antiestético, puedes hacer que se te partan con el uso de los calcetines y el calzado.

No tratar los callos

Después de bañarte o ducharte, usa una piedra pómez o una lima para pies mientras la piel aún está mojada ya que estará más suave. Siempre lima los callos en una dirección, no de un lado a otro. Y recuerde, hay una delgada línea entre eliminar una buena cantidad de piel y exagerar.

No ponerse crema hidratante

Te la pones en tus manos, pero seguro que siempre te olvidas de poner crema hidratante en los pies. Es importante utilizar una crema hidratante que haya sido creada específicamente para los pies ya que en el caso de utilizar una cualquiera o una de manos, puede que no sea lo suficientemente fuerte como para penetrar en las capas más gruesas de la piel.

Usar herramientas viejas o sucias

Incluso si son tuyas y no las compartes con nadie, debes desinfectar las herramientas y reemplazarlas si se oxidan. Si usas una piedra pómez o una lima para los pies, será bueno mantenerla fuera de la ducha o baño para evitar la acumulación de humedad y los gérmenes.

No tratar las cutículas

Tus cutículas cubren y protegen la matriz ungueal. Empujarlas suavemente hacia atrás es una opción más saludable. Además, el uso de un aceite o humectante en los lechos de las uñas mantendrá las uñas y las cutículas hidratadas.

Dejar el esmalte durante mucho tiempo

Aunque de buena calidad, los esmaltes deshidratan las uñas y promueven el pelado y la decoloración. Hongos, levaduras y mohos pueden comenzar a formarse si el esmalte se mantiene demasiado tiempo.

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