Antioxidante y depurativa, así es la planta que ayuda a estar más delgada
De sobra son conocidos los beneficios del espino blanco en nuestra salud cardiovascular. Sin embargo, esta planta “todoterreno”, tiene un sinfín de propiedades medicinales que vale la pena conocer. Sin duda, es uno de los remedios naturales que no puede faltar en tu despensa.
En general, los expertos en fitoterapia consideran al espino blanco, muy común en zonas mediterráneas, el aliado por excelencia de un corazón fuerte y un sistema circulatorio a pleno rendimiento.
Y es que, desde tiempos ancestrales, el espino blanco se emplea para tratar todo tipo de afecciones cardiacas, desde arritmias a otros trastornos más graves. Su ingesta contribuye a la contracción adecuada del músculo cardíaco, garantizando el transporte de oxígeno a todo el cuerpo. Así se reduce la probabilidad de sufrir, en el futuro, alguna enfermedad coronaria.
La toma de espino blanco está recomendada, sobre todo, para las personas que padecen hipertensión. Esta planta ayuda a regular la tensión alta, afección que puede generar graves problemas de salud, enfermedades cardíacas incluidas.
Los beneficios del espino blanco para nuestra salud
Antioxidante de primera
El espino blanco posee un alto contenido en pigmentos con poder antioxidante como los flavonoides. Estos protegen de agentes externos negativos, sobre todo radicales libres.
Relajante y sedante
Esta planta actúa sobre el sistema nervioso simpático, por lo que resulta útil para aliviar cuadros leves de estrés, nerviosismo y, sobre todo, ansiedad. En el último caso esto sería posible porque minimiza los efectos de palpitaciones y síntomas cardíacos leves y puntuales.
Baja el colesterol
El espino blanco es rico en compuestos que impiden la formación de placas de colesterol malo (LDL). Así también frena posibles obstrucciones arteriales que dañen al tejido muscular del corazón, o miocardio.
Depurativo
En caso de seguir una dieta que nos ayude a perder peso, la infusión de espino blanco está recomendada después de las comidas o las cenas. Nos ayuda a eliminar toxinas u otras sustancias que no necesitemos.
Mitiga el dolor de cabeza
Alivio de dolores de cabeza y migrañas, especialmente durante la menopausia.
Cómo hacer las infusiones
A la hora de preparar una infusión de espino blanco, debes saber que puedes aprovecharlo todo: flores y bayas, estas últimas durante los meses más fríos. Para ello necesitarás dos cucharadas de flores y hojas de espino blanco frescas.
También la puedes hacer con una cucharada de hojas secas. Introdúcelas en una taza y añade agua hirviendo (en este caso, con 250 mililitros será suficiente).
Déjala reposar unos minutos y pásala por un colador. Puedes tomar entre dos o tres tazas diarias, durante dos meses como máximo. Después de un breve descanso, puedes retomar el tratamiento tras consultar con un experto en fitoterapia.