Alejandra Rubio Vs. Terelu Campos | El duelo ‘beauty’ madre e hija definitivo con una clara vencedora

Alejandra Rubio ha superado su primer año en la mayoría de edad con nota. La hija de Terelu Campos se zambulle de lleno en los 19 años, tras un año de actividad frenética a nivel profesional, personal y mediática. Su exposición frente a los focos ha derivado en numerosos titulares, muy a pesar de los deseos de su madre. Una popularidad que ha generado todo tipo de opiniones. Sin embargo, lo que parece claro a ojos de todos es que, además de ser una joven impetuosa y defender un estilo propio, Alejandra posee un rostro inconfundible. Una peculiar belleza que la une de manera directa con su madre. La joven ha heredado los rasgos ‘beauty’ de Terelu y, sin embargo, madre e hija son muy diferentes a la hora de mostrar al mundo esa belleza.

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Mum Love❤️

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Dejando atrás la lejanía lógica provocada por la diferencia de edad, parece un hecho que Terelu y Alejandra no comparten neceser y probablemente no intercambien sus productos de belleza. Los códigos madre e hija en cuestión de maquillaje y estilismo capilar son diametralmente opuestos. Frente a los colores tierra que Alejandra elige para su maquillaje, la hija de María Teresa Campos siempre se decanta por la paleta de los rosados para su rostro. Los labios de la joven’ vblogger’ viran al granate oscuro y el marrón chocolate, siempre con un extra de perfilador para dar más volumen. Su progenitora es más sutil para la misma zona de la cara decorada con naranjas y tonos pastel.

La ‘oveja negra’ (Black Sheep) de Las Campos está obsesionada por la oscuridad para sus looks, mientras que su madre suele escoger los colores más vivos de la gama cromática. Una diferencia que también tiñe el cabello de ambas. Frente al tono negro azulado de Alejandra, Terelu luce desde hace años unas favorecedoras mechas rubio platino. La impetuosidad de la juventud frente a la serenidad de la experiencia. Un binomio en el que la timidez de Alejandra todavía tiene mucho que aprender de la eterna sonrisa de su madre.