Un huracán familiar y el recuerdo de la Reina: el viaje más intenso del Rey Felipe

El Rey Felipe se encuentra fuera de España en uno de los momentos más convulsos para su familia cercana. El pasado miércoles, la publicación de unas imágenes de Iñaki Urdangarin paseando de la mano de su compañera Ainhoa Armentia en una playa cercana a Bidart han desatado todo un huracán mediático. Era su hijo Pablo el primero en pronunciarse y poco después el exduque de Palma aseguraba que «son cosas que pasan y las resolveremos en familia». Sin rastro de la Infanta Cristina, la periodista Mariángel Alcázar confirmaba este lunes que la hermana de Felipe VI se había refugiado en el Palacio de la Zarzuela junto a su madre, en cuanto tuvo noticia de que se iba a publicar el reportaje y que está previsto que viaje a Abu Dabi para reunirse con su padre en breve.

Apenas unos días después de conocerse la noticia, la pareja emitía un comunicado conjunto en el que anunciaba la ‘interrupción de su matrimonio’. Un texto que llegaba a través de la agencia Efe y que, irremediablemente recordaba al ‘cese temporal de la convivencia’ de los antaño duques de Lugo. En aquel momento, fue la Casa de S.M. el Rey la responsable de anunciar la noticia, algo que ahora no se ha producido ya que doña Cristina y su todavía marido no pertenecen a la familia real.

En medio de esta vorágine, tanto don Felipe como doña Letizia han continuado con su agenda, sin hacer valoraciones al respecto. Justo en el día en el que la Infanta y el exdeportista han hecho público el comunicado sobre la interrupción de su matrimonio, el monarca se encuentra de viaje oficial en Puerto Rico.

El monarca ha viajado a Puerto Rico con motivo de la celebración del V Centenario de la fundación de la ciudad de San Juan Bautista, que se conmemoró el pasado año. Su Majestad llegó este lunes por la tarde y fue recibido por el gobernador de Puerto Rico, Pedro Pierluisi; el alcalde San Juan, Miguel Romero; el secretario de Estado, Omar Marrero; el embajador de España en Estados Unidos, Santiago Cabanas; el cónsul de España en la isla, Josep Bosch; y el jefe de la Guardia Nacional, José Reyes, entre otras autoridades y personalidades. Una llegada que no ha estado exenta de polémica, ya que poco antes del aterrizaje de don Felipe, ha sido derribada la estatua de Juan Ponce de León, primer gobernador de Puerto Rico y descubridor de la Florida, en la plaza de San José, en el centro histórico de San Juan. Un acto de corte vandálico que ha sido reivindicado por las que se hacen llamar Fuerzas Libertarias de Borikén.

En este primer día del viaje, Su Majestad ha mantenido encuentros con residentes en la isla, y está previsto además que mantenga reuniones con el gobernador Pedro Pierluisi, el alcalde Miguel Romero y que asista a un Foro Económico y Empresarial en el que participarán empresas españolas y puertorriquiñas.

Fue en el año 2016 cuando Felipe VI viajó por primera vez a Puerto Rico como jefe del Estado Español. En aquella ocasión lo hizo acompañado de doña Letizia. Esta vez se trata de un evento de especial importancia, ya que la ciudad celebra cinco siglos de su fundación en 1521 por los españoles.  Las ceremonias del V Centenario se han alargado hasta este año debido a las complicaciones surgidas en 2021 a causa de la pandemia

El miércoles, una vez que concluya su visita a Puerto Rico, don Felipe viajará a Tegucigalga (Honduras), para  asistir a la toma de posesión de la nueva presidenta, Xiomara Castro, primera mujer que asume la presidencia del país. En Honduras estará acompañado por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, y coincidirá, entre otros mandatarios, con la vicepresidenta de EE UU, Kamala Harris. Honduras es un país especial para la Reina Letizia, ya que se ha traslado allí hasta en dos ocasiones en viaje de cooperación, una tarea cuyo testigo ha tomado de la Reina Sofía.

Don Felipe tiene una amplia trayectoria ejerciendo de representante de España en las Tomas de Posesión de presidentes Iberoamericanos, ya que lleva asumiendo esta tarea desde el año 1996, cuando aún era Príncipe de Asturias. Se trata de la séptima participación de Don Felipe en una Toma de Posesión de un mandatario iberoamericano desde que es Rey, la última, la del peruano Pedro Castillo.