Dos eventos y una difícil decisión: la nueva encrucijada de los duques de Sussex
El próximo año hay dos importantes celebraciones a las que los duques de Sussex no deberían faltar, una de ellas, independiente del resultado de su negociación con la Reina
La reina Isabel, a sus noventa y cuatro años, es una de las royals más incombustibles del panorama internacional. La monarca siempre ha mostrado un gran compromiso con la Nación y un fuerte sentido del deber y es por eso que, a pesar de llevar varios meses confinada en el Castillo de Windsor a causa de la pandemia, no ha dejado de participar en actos de manera virtual y de dirigirse al país en varias ocasiones.
A pesar de que por ahora las circunstancias no permiten que la soberana retome su agenda de cara a la galería, se ha hecho público que tanto Isabel II como su marido, el duque de Edimburgo, ya han recibido la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y se espera que para final de mes se les administre la segunda. Esto hará posible que la Reina pueda participar en algunos actos en cuanto terminen las restricciones y mejore la situación, ya que no habrá riesgo de contagio.
A pesar de que no se ha confirmado aún nada, tal como se han desarrollado los últimos acontecimientos, se espera que la gran reaparición de toda la Familia Real -incluidos los duques de Sussex- se produzca de cara al mes de junio. Podría ser con motivo del cumpleaños del duque de Edimburgo el día 12, que cumple cien años, pero el marido de la Reina no quiere grandes festejos por este aniversario, así que es posible que este reencuentro sea por el tradicional Trooping the Colour, que conmemora el cumpleaños de la Reina.
Aunque la monarca cumple los años en abril, desde la época de Jorge II, el aniversario del Jefe del Estado se celebra con esta festividad en el mes de junio. Y es que Jorge II, que había nacido en noviembre, decidió en el año 1748 que, para evitar el frío, iba a hacer coincidir su cumpleaños con el desfile del Trooping the Colour que ya entonces ya contaba con un siglo de antigüedad.
El pasado año, la fuerte crisis sanitaria del coronavirus provocó que esta fiesta fuera modificada y se sustituyera por una breve representación en Windsor. La Reina solo ha faltado a esta celebración en una ocasión, en el año 1995, cuando tuvo que cancelarse por una huelga de trenes.
Pese a que es pronto para hacer planes sobre lo que ocurrirá en los próximos meses, fuentes cercanas a Buckingham han confirmado al diario “Sunday Times” que la monarca está decidida a que este año pueda llevarse a cabo el tradicional desfile, de la misma manera que confirman que Isabel II está ansiosa por retomar su actividad de manera normal. Algo que llama la atención a sus casi noventa y cinco años.
Un asistente real de alto nivel ha asegurado que el plan actual «es que el desfile de cumpleaños de la Reina se lleve a cabo en Londres con normalidad, aunque cuentan con que pueda ser necesario adaptarlo o reducirlo según las pautas vigentes en ese momento. Pero la aspiración y el deseo final es lograrlo». En cualquier caso, habrá que esperar a primavera para saber qué ocurre finalmente. La misma fuente asegura que la Reina espera que puedan acudir todos los miembros de la Familia Real, incluidos los Sussex, con quienes tiene que reunirse en breve para renegociar las cláusulas del acuerdo de su salida del núcleo central de “La Firma”. A quien no se esperará es al príncipe Andrés, dada la complicada situación en la que se encuentra ante el escándalo del caso Epstein, que podría incluso llevarlo a sentarse en el banquillo.
Si finalmente los Sussex decidieran mantenerse al margen de las actividades de la Familia Real y se confirmara el Megixt en los términos más estrictos, a la pareja le quedaría el cumpleaños del duque de Edimburgo para reencontrarse con los Windsor. Ante la negativa del príncipe Felipe de una gran celebración por su aniversario, sí se espera un festejo privado de carácter familiar por tan importante cumpleaños. Una fiesta a la que no deberían faltar ni el príncipe Harry y Meghan Markle ni tampoco el príncipe Andrés. Al fin y al cabo, no todos los días se cumplen cien años.