Sophie de Wessex, la gran esperanza de la Corona Británica
La condesa de Wessex se ha convertido en la mano derecha de la reina Isabel, a la espera de poder recibir más responsabilidades en un momento complicado para la Corona.
Suele pasar casi inadvertida en cada uno de los actos a los que asiste, pero Sophie de Wessex se ha convertido en uno de los grandes apoyos no solo de la reina Isabel, sino también de la duquesa de Cambridge. La esposa del príncipe Eduardo no forma parte de la cúpula de la Familia Real, pero en los últimos tiempos, su protagonismo ha ido in crescendo, al tiempo que las circunstancias han provocado que otros royals como el príncipe Andrés o los duques de Sussex pierdan su posición por diferentes situaciones.
A sus 55 años, la que un día compararon con Diana de Gales por su físico similar al de la Princesa, ha conseguido labrarse su propio lugar dentro de los Windsor, pero cuentan quienes la conocen que no es el que le gustaría. Y es que Sophie ha sido eclipsada continuamente por otros miembros de la Familia Real, al menos hasta ahora, ya que desde que comenzara la crisis sanitaria, su figura no ha ido sino en ascenso, por encima incluso de la de su marido, el príncipe Eduardo quien, por cierto, está destinado a recibir el título de su padre, duque de Edimburgo cuando este falte, lo que deja claro el aprecio de la Reina por los Wessex.
La Condesa ha sido una de las primeras royals en ejercer como voluntaria en los bancos de alimentos y visitar diferentes instituciones que ayudan a los colectivos más necesitados. A esto hay que sumar que es quien mantiene una relación más cercana con la Reina, hasta el punto de que son muchos los que aseguran que es su nuera favorita, a pesar de que Eduardo no es su hijo predilecto. A este respecto, el editor jefe de la revista Majesty, Joe Little, destaca la excelente labor que está llevando a cabo como representante de la Reina en la crisis del coronavirus, de una manera magistral: “ella está marcando la diferencia de una manera muy discreta, muy al estilo «Sophie», sentencia.
El experto en realeza Phil Dampier recientemente ha comentado que la condesa de Wessex estaba predestinada a ocupar un lugar más relevante: “’creo que Sophie siempre estuvo dispuesta a asumir un papel más importante, pero fue eclipsada por miembros de la realeza más importantes”. Sin embargo, pese a todo, con el tiempo, ha conseguido ser el miembro más destacable desntro de su propia familia, por encima del príncipe Eduardo y con una influencia muy directa sobre su hija, Louise, a quien se le intuye mucho potencial: «su hija Lady Louise podría convertirse en una estrella por derecho propio y se inspirará mucho en su madre». Asegura el especialista.
Al margen de su impecable labor como representante de la Corona, hay que destacar que en los últimos años, la esposa del conde de Wessex ha pasado de ser una más en el clan Windsor a una de las mujeres con más estilo dentro de la familia, hasta el punto de que es la estilista familiar de Kate Middleton, con quien mantiene una excelente relación. De hecho, una de las únicas cosas que se le puede criticar es que hace unos días, uno de los tabloides más populares del Reino Unido sacó en portada unas imágenes de los Cambridge visitando un espectáculo de luces en Norfolk en el que coincidieron con los Wessex y han sido muchas las voces que han asegurado que se trató de una reunión organizada en la que no se cumplieron con las medidas de seguridad marcadas por el Gobierno.
Pese a que en estos momentos, de facto, la condesa de Wessex sigue ocupando un lugar secundario dentro de la Familia Real, lo cierto es que está perfectamente preparada para dar un paso adelante: “podría ocuparse de las responsabilidades que han dejado los Sussex o el príncipe Andrés”, comenta Phil Dampier. Solo está esperando a que la Reina se lo diga.