Salen a la luz objetos de la Reina Sofía abandonados en Tatoi cuando su familia se exilió
Los trabajos de restauración de Tatoi avanzan a buen ritmo
Se espera la reapertura como museo en apenas unas semanas
Aunque la Reina Sofía lleva muchas décadas instalada en España, su tierra natal, Grecia, siempre ha ocupado un lugar especial en su corazón. Es más, a lo largo de los años, la madre del Rey Felipe VI ha hecho viajes constantes al país, para reencontrarse con su familia y pasar tiempo a su lado. Incluso después de la muerte de su adorado hermano, el rey Constantino.
De los escenarios que marcaron la infancia de doña Sofía en Grecia, el Palacio de Tatoi es, sin duda, uno de los más importantes. Es, además, el lugar en el que están enterrados sus antepasados, sobre todo, sus padres y su hermano. El recinto lleva décadas en ruinas, pero en los últimos años se han llevado a cabo una serie de trabajos de reforma con el objetivo de reabrir el recinto y que sea utilizado como museo. Unos trabajos en los que, por cierto, ha intervenido también el rey Carlos III, debido a sus vínculos con Grecia a través de su padre, el príncipe Felipe.
No queda mucho para que Tatoi reabra sus puertas como museo. La ministra de Cultura y Deportes de Grecia, Lina Mendoni, ya ha confirmado que la restauración completa del complejo aún no ha terminado, pero que se espera que de cara a finales de año puedan comenzar las vistas a la zona del palacio principal y a las caballerizas del rey Jorge I. El museo expondrá muebles, retratos, objetos originales y pertenencias personales de la familia real que se han ido encontrando durante los trabajos de restauración. Muchos de ellos fueron propiedad de los reyes Pablo y Federica, de Constantino e incluso de la Reina Sofía, que tuvo que dejar atrás muchas cosas cuando la familia real abandonó Grecia en diciembre de 1967 tras fracasar el intento de contragolpe contra la dictadura de los coroneles
Todos estos objetos ya no pertenecen a los miembros de la familia real ni se espera que se le devuelvan, a pesar de que algunos tienen un fuerte carácter simbólico. Durante las obras de restauración se han encontrado más de 70.000 piezas entre las que destacan, por ejemplo, el vestido de novia de la reina Ana María de Grecia, varios libros y cuadernos y piezas relacionadas con la Reina Sofía, que seguro traen muchos recuerdos a la madre del Rey Felipe, a pesar de que no tenga la opción de recuperarlas.
Estamos hablando, por ejemplo, de los zapatos de Roger Vivier que llevó el día de su boda en Atenas con el Rey Juan Carlos. Aunque su vestido está en el Palacio Real de Aranjuez, doña Sofía nunca pudo recuperar los zapatos, que ahora han aparecido entre los restos que había en Tatoi. Sin embargo, no son los únicos objetos que se han hallado en el recinto, del que la familia real solamente alcanzó a llevarse las joyas más importantes cuando abandonó el país.
Entre los objetos hay varios vestidos que la Reina Sofía utilizó en su juventud y que, probablemente, daba ya por perdidos. Es el caso de los vestidos que llevó cuando se anunció su compromiso con el Rey Juan Carlos. Uno de ellos, de color beige con flores, de Jean Dessès y otro de color blanco también con flores. Según ha trascendido, ni los zapatos ni estos vestidos se expondrán, por ahora, en el museo.
Estos no son los únicos vestidos de la Reina Sofía que se han encontrado en Tatoi, junto con varios de la reina Federica y de la princesa Irene. También hay otro modelo de noche que la madre del Rey Felipe usó en la cena previa a su enlace, de color azul y de organza, así como un diseño largo con flores en tejido satinado. Tesoros para la madre de Felipe VI que traen al presente recuerdos del pasado y cuyo destino aún no está del todo claro.