Felipe VI, sin perdón para Iñaki
Urdangarin cumple un año en prisión en el quinto aniversario de don Felipe como Rey
Desconozco si se planificó o fue el implacable destino, el caso es que el primer aniversario de Iñaki Urdangarin en prisión coincide con los 5 años de don Felipe como Rey. Felipe, 5 – Iñaki, 1. Don Felipe celebra hoy en el Palacio Real el quinto aniversario de su proclamación como Rey ante las Cortes Generales el pasado 19 de junio de 2014. Al acto acuden solo el monarca, la reina Letizia y sus hijas, las infantas Leonor y Sofía. Renovación para un tiempo nuevo, como señaló el propio don Felipe en su primer discurso como Felipe VI. No cabe nadie más y mucho menos los que hicieron del pasado un tiempo poco ejemplar. El acto, previsto en el salón de Columnas y en el que se entregarán las medallas al Mérito Civil, comienza a las 12 de la mañana. En la cárcel de Brieva, a esa hora, preparan los menús e Iñaki estará a punto de almorzar en su solitaria celda, apartado de todo y de todos.
Recuerdo su cara descompuesta hace un año cuando un vuelo procedente de Ginebra le aterrizaba en Madrid a las 21.28, el 17 de junio de 2018. Solo, mirada azul perdida y caminando como sin rumbo a la salida del aeropuerto Adolfo Suárez Barajas, pese a que su destino estaba sentenciado para los próximos cinco años largos. Un grupo de reporteros, profesionales al pie de la noticia, consiguió la imagen en exclusiva que emitió el Programa de Ana Rosa y Ya es Mediodía en Tele 5, y magnificas fotografías que publicaron todos los diarios. Fue la última imagen de Iñaki en libertad, su lunes más triste. A la mañana siguiente, ingresaba en el centro penitenciario abulense para cumplir 5 años y diez meses de condena dictada por la Audiencia Provincial de Palma en febrero de 2017 y ratificada por el Tribunal Supremo (que rebajó en cinco meses la pena) este marzo pasado.
Ya ha cumplido un año, con todos sus días y sus noches. Un año en el que su mujer la infanta ha venido a visitarle prácticamente cada fin de semana. Su apoyo, las visitas de los suyos, hijos y varios hermanos, además de la compañía de un sacerdote, han hecho algo más llevadero este terrible primer año para el que se preparó psicológicamente. Demasiado duro. Intentó hasta el final que se revisara su condena. Agotó las instancias y con la desestimación del Constitucional, el pasado marzo, desaparecía cualquier alternativa para evitar la cárcel. Hasta finales de este 2019 no podrá optar a los primeros permisos.
Durante este año de Urdangarin a la sombra, la infanta Cristina inició su vuelta a casa, la Casa, a Zarzuela. Vimos cómo la reina Sofía y después el rey Juan Carlos la visitaban en Ginebra, a ella y a sus hijos; acudir al homenaje a don Juan de Borbón en el 25 aniversario de su muerte, celebrado en la basílica de El Escorial. Abril de 2018, más de un año sin verse en público con Felipe y Letizia. Momentos delicados, turbulentos. Ahí quedaron las imágenes: la infanta con sonrisa impuesta para la ocasión frente a un Felipe, impertérrito sin moverse un ápice de su sitio, alejado de su hermana de cara a los españoles, huyendo de la estela delictiva Urdangarin. Dos meses después, Iñaki ingresaría en prisión. Pero fue el pasado noviembre, en la celebración del 80 cumpleaños de la reina Sofía la fecha en la que Cristina recuperaba verdaderamente posiciones y volvía a estar en la foto. Los Reyes, Felipe y Letizia, en primera fila, posaban junto a ella y sus 4 hijos, tras años de ruptura, junto al resto de la familia.
Tras esa foto, tras este primer aniversario de Urdangarin cumpliendo condena en prisión, hay una realidad sin filtros, sin pose; una realidad sin perdón. Nunca perdonarán a Iñaki; nunca, me cuentan voces cercanas que bien lo saben; jamás. No es una cuestión de hermanos, ni de familia, es una cuestión del daño irreparable a la Corona. Don Felipe intentó que la infanta Cristina entrara en razón y diera un paso atrás por el bien de la institución. Fue el día de la Primera Comunión de la infanta Leonor cuando tuvo lugar una tremenda discusión, la tormenta perfecta. Tras ella, la decisión de retirarle el título de Duquesa de Palma de Mallorca, otorgado por don Juan Carlos en octubre de 1997, cuando contrajo matrimonio con Iñaki Urdangarin. Se acabó. En la familia saben cuan crucial es una renuncia a tiempo. Así lo hizo don Juan de Borbón en mayo de 1977, en plena transición política, cuando renunció a sus derechos dinásticos en favor de su hijo don Juan Carlos. ‘Felipe posee un sentido del deber innato. Para él ahora mismo hay solo 2 razones importantes y vitales: la institución y sus hijas’. Sé que quien lo conoce bien coincidirá con mi fuente. Será una condena aeternum. No hay perdón para Iñaki.
‘Ni don Juan Carlos ni doña Cristina pintan ya nada aquí’. Perpleja me quedo al escuchar la frase que había pronunciado alguien de Casa Real ante quien pregunta por el Rey padre y por la infanta, señora de Urdangarin, sobre todo por el tono. No quieren saber nada o al menos eso dicen. En esta mañana de conmemoración, de celebración en el Palacio Real ni están ni se les espera. Se trata de renovar, de recuperar la credibilidad perdida, me aseguran. Luego está la opinión de Letizia, pero esa es otra historia; también sin perdón. [LEER MÁS: Máxima de Holanda sustituye a Meghan y hace olvidar a Letizia]