VÍNCULO ESPECIAL

Paloma O’Shea y la Reina Sofía: una amistad más allá de una pasión compartida

Reina Sofía
La Reina Sofía y Paloma O'Shea juntas en una imagen de archivo. / Gtres

A sus 85 años, la Reina Sofía ha pasado toda su vida expuesta, de una manera o de otra. Primero como princesa, hija de Reyes, más tarde, como esposa de príncipe y futuro monarca, hermana de jefe de Estado y, ahora como madre de Rey, aunque todavía vinculada oficialmente a la Casa Real. Doña Sofía ha estado siempre comprometida con su papel, sea cual fuera en cada momento. Este compromiso dejaba poco tiempo para el ocio, de hecho, apenas se conocen detalles de la vida privada de la madre de Felipe VI y tampoco mucho de sus amistades, más allá de su hermana, la princesa Irene de Grecia o de su prima Tatiana Radziwill y su marido, el doctor Henri Fruchaud.

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La Reina Sofía y Paloma O’Shea juntas en una imagen de archivo. / Gtres

Sin embargo, su papel como consorte de jefe del Estado le ha permitido conocer a muchas personas a lo largo de los años, con las que ha podido establecer especiales lazos. Tal es el caso, por ejemplo, del violinista Rostropovich, a quien admiraba profundamente, pero también de otras personalidades, como Paloma O’Shea. Curiosamente, tanto con el artista como con la viuda de Emilio Botín, el vínculo de doña Sofía ha sido a través de la música, una de las grandes pasiones de la madre de Felipe VI, junto con la naturaleza y los animales.

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La Reina Sofía y Paloma O’Shea juntas en una imagen de archivo. / Gtres

La Reina Sofía mantiene una estrecha amistad con la madre de Ana Patricia Botín que, además de ser la presidenta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, también ostenta un marquesado concedido por Juan Carlos I a raíz de su contribución al mundo de la música. Desde muy pequeña, al igual que la princesa Irene de Grecia, Paloma demostró sus habilidades para la música, en especial, para el piano y, por ello, sus padres decidieron que estudiara en el Conservatorio de Bilbao primero y, más tarde, en Francia.

A finales de los años sesenta, Paloma O’Shea conoció a Emilio Botín y contrajeron matrimonio. Aunque podía haberse dedicado de manera profesional al mundo de la música, aparcó su carrera para dedicarse al cuidado de su familia. Sin embargo, cuando los seis hijos de la pareja se hicieron mayores, retomó su afición por la música. Primero a través de la creación del Concurso Internacional de Piano de Santander en 1972 y, más tarde, con unos cursos de verano para fomentar la formación de jóvenes pianistas en colaboración con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

La Reina Sofía y Paloma O’Shea juntas en una imagen de archivo. / Gtres

Estas iniciativas supusieron el germen de la Fundación Albéniz, de la que la infanta Margarita es presidenta de honor. Esta institución, creada en 1972, buscaba fomentar la educación musical en España y fue a partir de la misma de la que surgió a principios de los años noventa, la Escuela Superior de Música Reina Sofía, uno de los proyectos con los que más implicada está la madre de Felipe VI.

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