La Reina Sofía abre el debate sobre el móvil en los funerales: ¿error o una razón de peso?
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Si hay algo por lo que destaca la Reina Sofía es por ser pulcra en sus apariciones, por ser profundamente respetuosa con el protocolo y por tener siempre una razón de peso para prácticamente todo. No obstante, este comportamiento tan habitual en ella se ha convertido en objeto de debate a raíz de su última aparición pública en el funeral de otra reina, Isabel II de Inglaterra.
El protagonismo indiscutible era para la fallecida soberana y todos los actos que se han realizado tras su muerte, pero eso no impidió que la madre de Felipe VI obtuviera su cuota de exposición particular. Ocurrió durante la llegada a Windsor para dar el último adiós a Isabel II, antes de que sus restos mortales fueran enterrados junto a los de su marido, en el lugar donde tanto tiempo residieron en vida.
Doña Sofía acudió al responso agarrada del brazo de su hijo, vestida de riguroso luto aunque con ciertos brillos y ataviada con pendientes de perlas, entendidas como las joyas ideales para los funerales por no tener color ni ser demasiado llamativas. Pero hubo algo que llamó muchísimo la atención en su outfit: el teléfono móvil colgado estilo bandolera.
La emérita dejó una imagen poco convencional en un miembro de la realeza que ha servido para que se genere un improvisado debate acerca del motivo que le ha impulsado a llevarlo colgado, más aún en un evento fúnebre. Sorprende mucho esto en la figura de una persona tan metódica y preocupada por su imagen, pero detrás de ello podría haber algún motivo de peso, alguna preocupación que le ronde por la menta y que le haya obligado a no despegarse de su terminal personal y no dejárselo a un miembro de seguridad. Y es que hoy en día toda la vida está metida dentro de estos dispositivos electrónicos que se usan durante tantas horas al día.
Hay opiniones para todos los gustos, pero las cabeceras de estilo se debaten sobre si es un desliz, una nueva ‘tendencia’ o es que simplemente no le cabía en el bolso. Pero lo cierto es que, buceando en el archivo, encontramos otras veces donde la Reina Sofía ha recurrido a esta costumbre. Por ejemplo, este pasado verano en Palma de Mallorca, cuando se colocó el móvil de igual modo para dar un paseo por el centro de la isla en compañía de Letizia, Felipe y sus nietas.
No hay ninguna norma específica de protocolo en cuanto a la utilización del teléfono en funerales, por lo que esto se queda en una simple anécdota de un día histórico para la monarquía mundial. En Londres convergieron los principales representantes de las casas reales europeas para despedir con honores a la inolvidable Isabel II. La Reina Sofía no faltó y permaneció dos días en la capital británica, con su dosis de protagonismo incluida.