Letizia saca las botas de montaña y Felipe VI el bastón: la realeza redefine el estilo rural
La Familia Real culmina una semana llena de compromisos y emociones en torno a los Premios Princesa de Asturias
Sotres, una localidad asturiana en el concejo de Cabrales, ha sido reconocido como Pueblo Ejemplar de Asturias 2024
Situado a 1.050 metros de altura, es el pueblo más alto de Asturias
Cada año, como es tradición, la Familia Real culmina los actos de los Premios Princesa de Asturias con una visita al Pueblo Ejemplar, una distinción que este 2024 recae en el encantador y remoto Sotres, un rincón mágico ubicado a 1.050 metros de altitud en el Concejo de Cabrales, en plena Reserva de la Biosfera y el majestuoso Parque Nacional de los Picos de Europa. Aislado entre montañas imponentes y con una población de apenas 108 habitantes, es un destino tan soñado como desafiante para montañeros y senderistas, que encuentran en sus senderos un punto de partida, un lugar de retorno o una meta en el camino hacia el alma de Asturias. Este día, además, Letizia estará encantada con la ocasión, ya que el evento le permite apostar por un look cómodo, perfecto para caminar sin estrés y cuidar de su pie afectado por el neuroma de Morton, una dolencia que en días de mayor protocolo la hace optar por tacones menos altos.
Este lugar no solo deslumbra con sus paisajes de ensueño y sus senderos que se adentran en la naturaleza asturiana; Sotres es también el orgulloso hogar del legendario queso Cabrales, famoso tanto por su sabor intenso como por su precio, oficialmente el más caro del planeta. Este manjar, que lleva el nombre de su tierra con todo el orgullo de Asturias, ha puesto a esta pequeña población en el mapa gourmet mundial. Y sabemos que este dato le encanta a la reina, que como buena foodie no pierde oportunidad de apreciar las joyas gastronómicas allá donde va. Sin duda, un pueblo donde la naturaleza se despliega en su forma más pura exige respeto y un buen abrigo; aquí no hay espacio para tacones, joyas brillantes ni las galas que se vieron en Oviedo hace unos días. Con el frescor de una mañana que comienza con apenas tres grados, el primer objetivo es claro: ir bien calentita.
La Reina Letizia ha elegido un look que combina elegancia y funcionalidad a la perfección, adaptándose al entorno rural y al fresco clima otoñal con un estilo que destaca por su sobriedad y sofisticación. El elemento estrella es su abrigo de estilo Príncipe de Gales, un clásico que nunca pasa de moda y que aporta un toque de distinción gracias a su patrón de cuadros en tonos grises y negros, con sutiles líneas de contraste que le añaden profundidad. Este tipo de estampado, que evoca la tradición británica y ha sido popularizado por la realeza, le otorga al conjunto un aire refinado sin resultar excesivo, lo que lo convierte en una pieza versátil para múltiples ocasiones. La prenda en cuestión es de la marca Springfield y fue todo un éxito gracias a Leonor, quien logró que se agotara rápidamente en su momento. Su precio original era de 59,90 euros, pero su popularidad hizo que desapareciera de las tiendas tras la aparición de la Princesa con ella.
El corte recto y ligeramente entallado del abrigo realza la figura de la Reina, aportando estructura sin ceñirse demasiado. Para completar el look, Letizia ha optado por un jersey en tono beige que suaviza el conjunto, aportando calidez y equilibrio. Pero el detalle más llamativo y poco común en el estilo habitual de Letizia son sus botas de montaña, robustas y prácticas, que complementan a la perfección el contexto rural y las exigencias del terreno empedrado y con cuestas del pueblo. Por último, los pantalones son de corte recto en elegante color negro y presentan una ligera campana al final, diseñada para cubrir sutilmente la parte superior de sus botas.
Para esta visita, Letizia y Leonor han optado por looks coordinados en tonos neutros y patrones clásicos, mostrando una imagen de cercanía y estilo familiar que capta la esencia de la jornada.
El rey Felipe VI con el bastón tradicional
Aunque la Reina ha sorprendido con sus botas de montaña en esta visita al Pueblo Ejemplar, el Rey Felipe VI ha decidido no quedarse atrás en estilo y ha optado por un look perfectamente adaptado al ambiente rural de los Picos de Europa. Su elección de una americana en tweed verde oliva es una clara referencia al estilo clásico de la campiña británica, logrando una armonía total con el paisaje. Este tipo de tejido, que es tan práctico como elegante, le permite mantener un aire sofisticado sin renunciar a la calidez en un día fresco.
Debajo de la americana, Felipe ha elegido una camisa de rayas discretas que añade formalidad sin llamar demasiado la atención. Para completar el look, ha combinado la chaqueta con unos pantalones marrón tierra, un color que, además de ser elegante, encaja a la perfección con el entorno natural. Y como toque final, el Rey ha optado por unos mocasines de ante en tono marrón; una elección informal pero elegante que, aunque adaptada al entorno, sugiere que el Rey se sentiría igual de cómodo en una terraza de ciudad. Sin embargo, el verdadero accesorio estrella ha sido su bastón tradicional con borla, que le añade un toque señorial y clásico que no pasa desapercibido.