De la princesa Irene a Tatiana Radziwill: Los inquebrantables apoyos de la Reina Sofía

Desde que don Juan Carlos tomase la decisión de comenzar una nueva vida en Abu Dabi, la preocupación por la soledad de la reina Sofía ha ido cada vez más en aumento. Aunque su agenda real es mínima, la Reina Emérita se ha dejado ver en diferentes compromisos oficiales sin acompañamiento por parte de la Familia Real. Sin embargo, si algo ha demostrado este último año es que, pese a estar alejada de vida pública, siempre se encuentra rodeada de fieles amigos que han hecho que esta nueva etapa de su vida sea mucho menos complicada.

Como ya es tradición, con el arranque de la temporada estival, la madre de Felipe VI se ha instalado en Mallorca, donde se ha reunido con sus dos hijas, las infantas Elena y Cristina y sus nietos para disfrutar del retiro anual en el Palacio de Marivent. Pero no es solo la Familia Real quien la está arropando estos días, sino que la Reina cuenta ya con varios apoyos inquebrantables, como su hermana Irene, que se ha convertido en su sombra y en su perfecta compañera de vida.

Desde hace años, Irene de Grecia es el bastón en el que Sofía se apoya. Tanto es así, que la hermana de la Reina vive con ella en Zarzuela desde hace más de 30 años. Además de ese lazo de consanguinidad que las une, lo más característico de su relación es la conexión que ambas tienen. Sofía sabe que puede confiar plenamente en Irene, que siempre ha estado a su lado en los momentos más convulsos y polémicos de su vida, como las presuntas infidelidades del Rey, el caso Noós, el divorcio de la infanta Elena o, como último acontecimiento, el autoexilio de don Juan Carlos. Les une una complicidad especial, un amor por el arte, la filosofía y la música que no se puede explicar. Y es que, además de pasar el resto del año juntas, en verano también se desplazan hasta Mallorca en compañía, donde se juntan con otro de los apoyos fundamentales de la Reina.

Se trata de Tatiana Radziwill, la prima segunda de doña Sofía que, junto a su esposo Jean Henri Fruchaud, se han convertido en sus inseparables. Desde bien pequeñitas, Tatiana y la monarca han estado muy unidas, tanto que su prima fue una de las damas de honor en su boda con Juan Carlos. Además, la madre de Tatiana falleció a causa del Alzheimer, por lo que es común ver a Sofía volcada con este tipo de enfermedades. Asimismo, desde que contrajo matrimonio con Juan Carlos y comenzó una nueva vida en España, Sofía se ha rodeado siempre de muy pocas amistades españolas, pero de buena calidad. Dentro de ese reducido círculo íntimo ocupan un lugar destacado los Fruchaud. Siempre un par de pasos por detrás de Sofía, Tatiana se ha propuesto ser su sombra, su máximo apoyo en estos momentos tan difíciles. Pese a que la francesa se ha caracterizado siempre por su discreción, se ha podido saber que no solo le ha ofrecido apoyo sentimental a su prima, sino que también ha puesto a su disposición toda su fortuna y su compañía como acto de rebeldía contra Juan Carlos.

Y es que, no es ningún secreto que Sofía siempre ha sido muy familiar, por lo que otro de sus máximos apoyos es su hermano Constantino, que pudo regresar junto a su familia en 2013 debido a un largo exilio en Londres. Desde entonces, tanto él como la reina Ana María han establecido su residencia oficial en Porto Heli, hasta donde se desplazan la princesa Irene y la reina Sofía de vez en cuando para reunirse con él.

Con el paso de los años, la salud de Constantino ha ido deteriorándose, más al sufrir un ictus el año pasado, por lo que Sofía se ha volcado aún más con su hermano, que se ha convertido en su consejero de confianza y en uno de los pilares fundamentales de su vida.