Las poderosas razones del traslado de los restos mortales del primogénito del rey Simeón a Bulgaria
Estuvo casada con Kardam desde 1996 hasta su muerte en 2015
Los restos mortales del príncipe Kardam recibían sepultura en Bulgaria en una íntima ceremonia familiar con casi toda la familia real búlgara presente
Mientras el alcalde de Madrid celebraba su enlace con Teresa Urquijo, los restos mortales del príncipe Kardam recibían sepultura en Bulgaria en una íntima ceremonia familiar con casi toda la familia real búlgara presente. Acudieron todos excepto Kubrat y su esposa Carla Royo Villanova, que asistieron a la boda de Jose Luis Martínez Almeida en Madrid.
Los reyes Simeón y Bulgaria, acompañados por Miriam Ungría, -que estuvo casada con Kardam desde 1996 hasta su muerte en 2015- y por los hijos de la pareja, Boris y Beltrán junto a los demás miembros de la familia, estuvieron juntos en este momento tan especial. Kiril, Konstantin y Kalina, su marido Kitin Muñoz, y su pequeño hijo Simeón no quisieron faltar tampoco. Un homenaje que se celebró precisamente un día antes del noveno aniversario de su trágico fallecimiento.
Hay dos poderosas razones, según la opinión del experto José Luis Sampedro, quien nos recuerda la anécdota de cómo «el príncipe Kardam estudiaba el idioma búlgaro durante sus trayectos en el metro en Madrid, cada día, rumbo a su trabajo en Telefónica». José Luis Sampedro, historiador y genealogista de prestigio, cuenta que «el rey Simeón y la reina Margarita pasan cada vez más tiempo en Bulgaria y lógicamente, ya que es el lugar donde el rey Simeón nació, reinó y fue durante 9 años primer ministro, es, por tanto, el lugar más adecuado para que descanse su primogénito y eslabón dinástico. El rey Simeon tiene un papel histórico familiar en su patria y es muy lógico que su hijo repose alli. Papel histórico que su difunto hijo Kardam estaba llamado a continuar para transmitir los derechos dinásticos. Derechos que ahora se transmiten, por tanto, a sus herederos, Boris y Beltrán. No hay que olvidar que el difunto es hijo del rey Simeon, nieto del rey Boris y bisnieto del rey Fernando».
Otra poderosa razón es también según su opinión, «que la finca del Palacio de Vrana es una propiedad privada del Rey Simeón, por tanto, los reyes y sus hijos pueden acudir libremente a orar y a recordar la memoria de Kardam”. Nada comparable con un panteón dinástico como pueda ser El Escorial, “este es un lugar más privado y más familiar», apostilla Sampedro.
Kardam de Bulgaria sufrió un terrible accidente de coche el 15 de agosto de 2008, accidente que le provocó secuelas mortales. Viajaba con su esposa Miriam Ungría. Falleció el 7 de abril de 2015. Desde entonces, sus restos reposaban en el panteón familiar de los Ungría en el madrileño cementerio de San Isidro. «Como Miriam, la que fue su mujer, princesa de Tirnovo, ha pasado a segundas nupcias los restos del príncipe difunto deben estar en Bulgaria, de donde tenía la nacionalidad y no en el panteón de Madrid de la familia Ungría».
La Familia Real búlgara participó en esta ceremonia fúnebre que celebró un funeral en la capilla del Palacio de Vrana, residencia oficial del antiguo monarca, oficiada por el obispo Belogradchik, monseñor Policarpo, por el rito ortodoxo. Fue el príncipe Boris, nombrado por su abuelo como ‘guardián de la Corona’, quien puso sus manos sobre el féretro de su padre. El rey Simeón leyó una de las lecturas, se acercó hasta el ataúd, cubierto con la bandera de la dinastía, para rendirle su más sentido adiós. Kardam de Bulgaria ya descansa en una cripta en la tierra de sus antepasados. «El féretro va envuelto en la bandera de la dinastía real búlgara y se colocó sobre él un icono del Santo Patrón del Príncipe y las insignias de las Órdenes dinásticas de las que era Caballero», destaca Sampedro.
El fallecimiento de Kardam de Bulgaria fue terrible y muy doloroso. Tanto para Miriam Ungría como para sus dos hijos. Mirian fue un ejemplo de lucha y superación, que sacó fuerzas del amor por su marido, durante la larga recuperación que tristemente no logró mantenerle con vida.
El pasado 6 de abril, por fin, se llevó a cabo una ceremonia íntima en la que el féretro se instaló de forma permanente en la cripta de la capilla del Palacio de Vrana, situado en las afueras de Sofía. La presencia de Miriam, viuda de Kardam, evidencia que sigue manteniendo relación cordial con su primera familia política. Según dicen, este era el gran deseo del rey Simeón: que los restos de su heredero descansaran en su tierra y por fin este pasado fin de semana lo conseguía. Descansan en paz ya los restos de su primogénito.
Kardam falleció a los 52 años de edad en un Hospital de Madrid, víctima de las secuelas del accidente y tras vivir siete años en estado de coma. Miriam, gemóloga de profesión, tuvo durante un tiempo su propia colección de joyas expuesta en su domicilio madrileño en el Soto de la Moraleja y también hizo exposiciones itinerantes alrededor del mundo. Poco a poco remontó su vida y en 2022 sorprendía al casarse con un primo del rey Abdallá de Jordania, el príncipe Ghazi. A pesar este, su segundo matrimonio, actualmente es de religión cristiana ortodoxa, la religión que abrazó tras el accidente de coche, aunque fuese bautizada como católica. Lleva actualmente el título de princesa de Jordania.