El motivo por el que la Confirmación de Leonor fue un acto privado
La princesa de Asturias recibió la Confirmación hace unos días, en una ceremonia diferente a la del príncipe Christian de Dinamarca.
El pasado viernes, la princesa de Asturias recibió la Confirmación en una ceremonia privada junto a sus compañeros de clase en la misma iglesia en la que hizo la Primera Comunión en 2015. Un evento que, a pesar de que era vox populi, no estaba anunciado en la agenda de la Casa de S.M.por pertenecer a la esfera privada de la familia. Aún así, tanto los Reyes como sus hijas no dudaron en posar para los medios a la entrada y a la salida de la celebración.
Una jornada que poco tiene que ver con la reciente Confirmación de Christian de Dinamarca o con la de Ingrid de Noruega, en la que el rey Felipe actuó como padrino. Y es que la de Leonor ha sido una ceremonia privada, en el sentido de que no han trascendido apenas detalles ni hay imágenes oficiales como tal, y de que se ha restringido al ámbito escolar de la Princesa. Nada que ver con la del príncipe Christian, que fue en la capilla del Castillo de Fredensborg y se consideró un evento casi institucional al que no faltó la Reina y otras personalidades relevantes -a falta de algunos de sus padrinos-, siempre respetando las restricciones que marcan el momento actual.
A pesar de que tanto la princesa Leonor como el príncipe Christian están llamados a ocupar la jefatura del Estado en sus respectivos países, lo cierto es que sus ceremonias de Confirmación han sido diferentes, no tanto en el acto en sí, sino en la forma y en el contexto. La clave reside en el concepto que de este acto se tiene tanto en España como en Dinamarca. Nuestro país es un Estado laico y aconfesional, de manera las cita de carácter puramente religioso pertenecen a un ámbito privado.
Sin embargo, en Dinamarca, el luteranismo es la religión del Estado y el monarca jefe de la Iglesia danesa. Por este motivo, todos los sacramentos religiosos en los que se vea implicado el futuro rey -caso de Christian-, son de suma importancia y conciernen a todo el país. Debido a esta cuestión, para los daneses, la Confirmación del heredero es un asunto de Estado, mientras que, en España, la de Leonor es un tema exclusivamente privado.
Algo similar ocurrió en el caso de Ingrid de Noruega. Aunque desde el año 2016 el rey Harald ya no es la máxima autoridad de la Iglesia y desapareció también la obligación formal de que la mitad del Gobierno profesase la religión protestante, lo cierto es que la Confirmación de Ingrid sí que fue un acto de gran importancia para el país, con asistencia de algunos representantes de otras monarquías y celebración posterior. También hay que tener en cuenta que se produjo antes del estallido de la pandemia.