Meghan Markle tiene un nuevo apodo que no le va a gustar

La llegada de Meghan Markle a la casa real británica puso en jaque no solo a su familia, sino también al personal del palacio, su nuevo hogar, que desde el minuto uno comentaron que no era una mujer de trato fácil. De hecho, no ha pasado ni un año desde su boda con el príncipe Harry y la duquesa de Sussex ya ha recibido la renuncia de tres asistentes personales, que han alegado varios motivos para despedirse, desde el supuesto mal carácter de la estadounidense a falta de entendimiento con ella.

A unas semanas de convertirse en madre, la exactriz vuelve a las noticias por un tema relacionado a su personalidad después de que el diario británico ‘Daily Mail’ desvelara el mote por el que es conocida en los pasillos de Kensigton: ‘Me-gain’. Un juego de palabras con su nombre que en español significa “yo gano” y con el que harían referencia a su gran ambición. Pero no solo a eso. Y es que con ella también se referían a la famosa frase que su marido pronunció durante un enfado con sus empleados: “Lo que quiera Meghan, que lo tenga”.

View this post on Instagram

The @bristololdvic1766 is the oldest continuously working theatre in the English speaking world — today The Duke and Duchess of Sussex toured the recently renovated facility, finding out more about the theatre’s unique history and links to the local community. Their Royal Highnesses also dropped in on a workshop attended by local school children, part of the Old Vic’s outreach programme. #RoyalVisitBristol

A post shared by Kensington Palace (@kensingtonroyal) on Feb 1, 2019 at 9:02am PST

Antes de convertirse en miembro de la casa real británica, Markle era conocida por apoyar diferentes causas humanitarias. Buenos gestos que, sin embargo, no han convencido a la opinión pública de su nuevo país, donde ha protagonizado varias polémicas. La última de ellas tiene que ver con su cuñada, Kate Middleton, y es que la relación entre ambas mujeres no pasa por su mejor momento. | [LEER MÁS:Letizia saca la artillería pesada en su despedida de Buenos Aires]