No todo son tiaras: Los secretos de las joyas predilectas de Máxima de Holanda
La consorte holandesa tiene uno de los joyeros más impresionantes de Europa. pero a pesar de esto, combina con maestría piezas de alta joyería con otras que podrían calificarse 'low cost'.
Una mujer de contrastes. Máxima de Holanda sigue sorprendiendo en cada una de sus apariciones. No solo con sus looks, sino con sus actitudes. Es capaz de descalzarse en una pista de baloncesto, vestirse de flamenca, pasear por un campo de zanahorias o dar un discurso ante Naciones Unidas. La espontaneidad de la consorte holandesa ha conquistado al mundo entero. Y como mujer de contrastes, de igual manera luce las piezas más exclusivas del joyero de los Orange que las alhajas más peculiares que podamos imaginar.
Si hay un complemento, además de los tocados y sombreros, que gusta especialmente a la argentina, este es, sin duda, las pulseras, pero a la Reina no le vale cualquier pulsera. Aunque hasta ahora no han llamado especialmente la atención, la esposa de Guillermo de Holanda fusiona con maestría brazaletes de gran valor con otros que para muchos podrían considerarse ‘baratijas’, pero que para ella tienen un significado especial. Hay unas piezas de las que Máxima rara vez se separa y que no pertenecen al joyero real sino a su colección personal.
Dos pulseras de las que la Reina rara vez se separa son el brazalete de oro amarillo y piedras de colores y el de oro blanco y diamantes. La primera fue un regalo del rey Guillermo por su cuarenta cumpleaños y fue encargada al joyero Stelman en La Haya, el mismo que elaboró el anillo de pedida con el diamante naranja. Se trata de una pieza muy original porque está elaborada con piedras semipreciosas de colores que simbolizan los nacimientos de la Reina, el Rey y sus hijas. Antes de recibir esta pulsera, Máxima tenía otra similar de menor tamaño que tampoco solía quitarse. La segunda pulsera está elaborada en oro blanco y diamantes y cuenta con las iniciales de Máxima y Guillermo, las Princesas y un corazón.
Máxima con los brazaletes / Gtres
Sin embargo, además de estas dos piezas de gran valor sentimental y económico, la argentina es una ‘reina hippy’ y a veces luce alhajas cuyos precios están al alcance de cualquier bolsillo. Un ejemplo de esto son las pulseras de cuerda de la firma Pura Vida . Dos sencillos brazaletes elaborados a mano, uno en color arena y otro en tono azul cuyo precio es de apenas cinco euros. La marca que pertenece a dos amigos de Máxima, Griffin y Paul y destina los beneficios de sus ventas a causas solidarias. Gracias a que la Reina ha lucido la piezas, se han vendido más de un millón de unidades.
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— Pura Vida Bracelets (@puravidabrac) September 26, 2018
Lo más divertido de la cuestión es que la consorte incluso se atreve a llevar estos complementos no solo en su día a día, sino también en cenas de gala, como en la celebración del 50 cumpleaños de Federico de Dinamarca el pasado mes de mayo o en un banquete de Estado en Luxemburgo. Una vez más, la argentina vuelve a demostrar por qué es única.