Máxima y Guillermo de Holanda, 22 años de amor con la mirada puesta en España
Máxima y Guillermo de Holanda celebran 22 años de casados con sus agendas despejadas
La pareja tiene una estrecha relación con España, ya que fue aquí donde se conoció
Ahora es su hija mayor la que ha heredado el gusto por nuestro país
Han pasado 22 años de una de las bodas royals más recordadas de los últimos tiempos. El 2 de febrero de 2002, la argentina Máxima Zorreguieta se convirtió, a pesar del polémico pasado de su padre, en princesa de Orange, tras casarse con el heredero al trono. Hoy, más de dos décadas después, los reyes de Holanda forman una de las parejas más sólidas del panorama royal y tienen en su hija mayor, la princesa Amalia, la digna heredera de una de sus grandes pasiones: el amor por nuestro país.
A pesar de que Máxima es argentina de nacimiento y que, por tanto, desarrolló gran parte de su vida y de su carrera profesional muy lejos del rey Guillermo, el punto de encuentro entre ambos fue, precisamente, España. La Feria de Abril se convirtió en el escenario del principio de una historia de amor de cuento, pese a que la propia Máxima no tenía mucha confianza en ello. Ella misma ha revelado alguna vez que no se sintió especialmente atraída por el hijo de Beatriz de Holanda cuando le conoció, en el año 1999.
Máxima y Guillermo de Holanda el día de su boda. / Gtres
Fue una amiga de la infancia de Máxima Zorreguieta la que presentó al entonces príncipe Guillermo en la caseta del Real Club Aero en la Feria de Abril. La primera impresión para la argentina no fue especialmente buena, pero Guillermo se quedó prendado de Máxima y cuando viajó tiempo después a Nueva York, decidió llamarla. Ahí surgió el amor. Un amor que, más de dos décadas después, aún se mantiene.
Antes de la boda, Máxima ya había dado carpetazo a su vida anterior y se había trasladado a Bélgica, donde había empezado a estudiar holandés. Una etapa en la que Guillermo la visitaba frecuentemente, preparando el terreno para un compromiso al que, en principio, incluso se opuso la entonces reina Beatriz.
Una boda por todo lo alto con grandes ausencias
El enlace fue uno de los grandes acontecimientos del año 2002. La novia, deslumbrante, vistió un diseño de Valentino, con una cola de cinco metros, y con la tiara de las estrellas de los Orange -que recientemente ha lucido también su hija mayor, Amalia-. Máxima no pudo contener las lágrimas durante la ceremonia, ya que sus padres no pudieron estar presentes, por decisión del Gobierno.
Máxima y Guillermo juntos en Argentina. / Gtres
Hay que recordar que Jorge Zorreguieta había sido secretario de Agricultura durante la dictadura de Jorge Videla y, de hecho, este detalle estuvo a punto de provocar que la boda no se celebrara. En Holanda, el Parlamento debe autorizar el enlace del heredero, pero se encargó un informe que concluyó que, aunque el padre de Máxima debía conocer las actividades de represión de Videla, era prácticamente imposible que estuviera involucrado en la violación de los derechos humanos. Por eso, se decidió que la boda podía celebrarse, sin la presencia de los padres de la novia.
Además de la insistencia de Guillermo de Holanda por casarse con Máxima, ella misma también se esforzó mucho para que el enlace se llevara a cabo y conquistar a los holandeses. De hecho, en la presentación oficial de la pareja habló en un fluido neerlandés y lamentó que su padre hubiera trabajado para un Gobierno equivocado. Sus lágrimas en la ceremonia mientras sonaba su tango favorito hicieron que su popularidad creciera de manera exponencial.
Máxima de Holanda con su marido en Sevilla. / Gtres
Agenda despejada
Aunque no se conocen los planes de la Familia Real para el aniversario de boda de los Reyes, lo cierto es que tanto Máxima de Holanda como el rey Guillermo tienen sus agendas libres de compromisos, lo que favorece que puedan aprovechar para hacer algún plan en pareja para celebrar su aniversario de boda.
De hecho, hay que recordar que sus escapadas a España han sido frecuentes a lo largo de los años, por ejemplO, en 2022, en el 20 aniversario de su boda, visitaron Granada, Córdoba y Jerez de la Frontera y Sevilla. Y en 2019 volvieron a la Feria, esta vez, junto a sus hijas.
Máxima y Guillermo de Holanda con sus hijas. / Gtres
Amalia, enamorada de España
A día de hoy, aunque los reyes de Holanda intentan hacer escapadas de manera recurrente a nuestro país, lo cierto es que es su hija mayor, la princesa Amalia, la que más cerca se siente de España, hasta el punto de que se ha llegado a especular con la posibilidad de que estuviera viviendo en nuestro país. Una información que no se ha llegado a confirmar de manera oficial, aunque sí es cierto que pasa mucho tiempo en la capital, así como en otros puntos de nuestra geografía, aprovechando que se siente segura tras las amenazas que ha recibido en Holanda por parte de la Mocro Maffia.
Hace algunas semanas, la princesa de Orange ha acaparado titulares después de unas fotos en Jerez en la boda de la duquesa de Medinaceli junto al hijo de Miriam de Ungría. Unas imágenes que han disparado los rumores de una presunta relación entre Amalia y Boris, aunque nunca se ha llegado a confirmar. Lo que sí está claro es que Amalia ha heredado la pasión de sus padres por nuestro país.