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Casi dos meses después de su nacimiento, por fin, Lilibet Diana aparece en la línea de sucesión al trono británico. Pese a las recientes polémicas que han sacudido a la familia en las últimas semanas -y mucho más recientemente hace unos días- , desde el Palacio de Buckingham han confirmado que la hija menor de los duques de Sussex ha sido incluida en la lista. Una información que no se había proporcionado en el ‘comunicado’ de anuncio de su nacimiento.
Aunque después de su nacimiento resultaba obvia la posición de Lilibet en la línea de sucesión, lo cierto es que su nombre no había sido incluido en la página web de la familia real, algo de lo que los expertos ya se habían percatado. Se desconocen los motivos por los cuales se ha tardado en incluir el nombre de Lili, cuando sí aparecían otros como August Brooksbank o Lucas Tindall quienes, todo sea dicho, nacieron antes que la hija de los Sussex. La pequeña se ubica en la línea justo detrás de su hermano, Archie Harrison, y por delante del príncipe Andrés y su nacimiento ha desplazado un puesto a todos los que iban por detrás.
El caso de Lilibet Diana ha resultado especialmente llamativo dadas las polémicas circunstancias que han rodeado a los Sussex en los últimos tiempos y han despertado los rumores de una posible maniobra por parte de la reina Isabel hacia la pareja. A pesar de que desde Buckingham no se ha producido ninguna respuesta, son muchas las voces que consideran que, si no es la Reina, será Carlos quien en un futuro tome alguna determinación que pueda suponer la exclusión de la pareja de la línea de sucesión y de la familia real. Una teoría que se apoya en el hecho de que el propio príncipe de Gales ha dicho en alguna ocasión que su deseo era reducir la familia a su mínima expresión, en lo que respecta a royals trabajadores, para evitar un desembolso excesivo. Esto implicaría que solo Carlos y Camilla y los Cambridge serían parte activa de ‘La Firma’. Una idea que el propio Carlos planteaba antes incluso del Megxit.
Al margen de esto, lo cierto es que llama la atención que Buckingham haya tardado tanto en incluir a Lilibet Diana en la lista. En el caso de Archie, lo hizo apenas 15 días tras su nacimiento y en el de Louis, 12 días después de nacer. Mientras que algunos han visto este gesto como una forma de acercar posturas después del anuncio del próximo libro -o libros- del príncipe Harry, lo cierto es que otros creen que el que no estuviera en la lista era algo premeditado para marcar distancias y que no han tenido más remedio que incluirla para evitar echar más leña al fuego. Sin duda, aún le quedan muchos capítulos a esta historia.