Se resuelve el misterio del anillo fetiche de Letizia

Mucho más que un complemento. La reina Letizia ha hecho de su sortija dorada de Karen Hallam todo un amuleto del que apenas se separa. Tanto es así que es capaz de combinar la pieza, relativamente low cost, con algunas de las más exclusivas alhajas del joyero de la Casa Real. Así lo demostró el pasado mes de octubre durante los actos de la entronización de Naruhito en Tokio, o en los Premios de la Fundación Princesa de Asturias en Oviedo, actos en los que combinó algunas de las joyas más importantes de la Corona como la Tiara de las Lises o los pendientes de chatones con esta especial sortija de la que no se separa desde abril.

Una alhaja que, en un principio, se pensó que había sido un regalo de sus hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, pero que según ha confirmado Mariángel Alcázar, se trata de un obsequio del propio Felipe VI. Así lo ha asegurado la periodista, tal como le dijo la propia doña Letizia durante un acto oficial: «me lo ha regalado este señor tan alto que tengo detrás», refiriéndose al monarca. Alcázar ha desvelado que se trataría de un regalo por el día en que decidieron casarse, aunque no ha concretado la fecha.

Fue en durante un almuerzo con motivo de la entrega del Premio Cervantes cuando la Reina lució por primera vez la sortija que, como no es de extrañar, suscitó el interés de todos los medios. Desde hace varios años, doña Letizia se muestra reacia a llevar anillos ya que, al parecer, le resultan molestos en el momento de saludar. De hecho, se quitó la alianza por este motivo, igual que hizo con el anillo de compromiso de Suárez, aunque en este caso, había otra razón que motivaba que la consorte prescindiera de la pieza, ya que fue comprada por Iñaki Urdangarin.

El pasado año, la esposa de Felipe VI sorprendió al aparecer con una nueva sortija cuyo origen se desconoce y que guardaba muchas similitudes con los anillos de la línea Emotion de Fabergé. Una pieza con detalles verdes que podría asociarse con un guiño al acrónimo ‘Viva el Rey de España’ y que se convirtió en su fetiche durante mucho tiempo. Ahora parece que la sortija de Karen Hallam la ha sustituido y a tenor por el comportamiento de doña Letizia, esta pieza ha llegado a su joyero para quedarse por mucho tiempo. Está claro que su significado es muy especial para la Reina.