Leonor vuelve a sonreír: el ayer y hoy de su dentadura, paso a paso
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La sonrisa de la Princesa Leonor, a examen
La Princesa Leonor (17) ha sido protagonista indiscutible de la crónica social en los últimos días primero por su graduación, el pasado sábado, con la que puso fin a dos años en el Atlantic College de Gales en los que ha cursado, en régimen de internado, el Bachillerato internacional; y después, por su presencia, este jueves, en la confirmación de su hermana, la Infanta Sofía, en la parroquia de la Asunción de Nuestra Señora, en la localidad madrileña de Aravaca.
En ambos actos, Leonor hizo gala de su elegancia y sofisticación, así como de su cercanía y complicidad con sus padres y hermana, y se mostró muy sonriente. Algo que, lejos de pasar desapercibido, ha dado mucho de que hablar. Pues cabe recordar, que han sido numerosos los medios de comunicación que en el último año, han apuntado a que la Princesa sufría agenesia dental, una dolencia bastante común que suele ser hereditaria y que consiste en la falta de determinados dientes en la dentición temporal o en la adulta, por la ausencia de los caninos superiores. Una patología, sea como fuere, que finalmente se ha demostrado que Leonor no padece.
Según los expertos, sus caninos estaban incluidos dentro del hueso sin poder erupcionar, de forma que era necesario el uso de brákets y arcos metálicos con el fin de recolocarlos en su posición correcta. «En el caso de la Princesa de Asturias, veo que ella sí tenía sus piezas, estaban erupcionando por la zona labial o vestibular, es decir, por la zona superior. No hay ningún tratamiento especial. Yo diría que le han hecho ortodoncia y le han traccionado los caninos para llevarlos hasta su sitio», explica la odontóloga Macarena Rodríguez en una entrevista para El Español.
«Normalmente, los implantes no se llevan a cabo hasta que una persona ha realizado su crecimiento total. Mínimo, hasta los 18 años o incluso más tarde. A veces, cuando no se tienen los dientes definitivos, se colocan unos dientes que no son reales, lo que en el argot llamamos dientes de resina tablilla o protésicos, y se le coloca un bráket. Así se mejora la estética durante el tratamiento», añade ante la posibilidad de que Leonor hubiera optado por recurrir a implantes.
Las salidas de Leonor al dentista
Pese a que en los últimos dos años la Princesa Leonor ha residido en Gales, son varias las ocasiones en las que ha volado rumbo a España para acudir al dentista. «Cuando los viernes terminaba las clases, la Princesa cogía un avión con destino a la capital española para poder cumplir con sus citas en el dentista», señala Vanitatis. Unos viajes en lo que habría aprovechado además, para reencontrarse con sus amigos y ex compañeros de colegio en el Colegio Santa María de los Rosales, o para asistir a reuniones familiares como la fiesta sorpresa que organizaron al Rey Felipe VI por su cincuenta y cinco cumpleaños el pasado enero.