NUEVO RETO

Leonor, en la cuenta atrás para la etapa más trascendental de su formación militar

El ingreso de la princesa Leonor en la Escuela Naval de Marín tiene un importante trasfondo

El hermetismo ha marcado las últimas semanas de vacaciones de la heredera

Leonor
La princesa Leonor, en Mallorca. (Foto: Gtres)
  • Andrea Mori
    • Actualizado:

La última vez que vimos en público a la princesa Leonor fue el pasado 6 de agosto en Palma de Mallorca. Un paseo a primera hora de la tarde por las calles de la ciudad en compañía de su madre, su hermana y su abuela, la Reina Sofía en el que la princesa de Asturias se mostró por primera vez al volante de un coche, pero que, además, generó varios comentarios negativos por la hora a la que se produjo, la brevedad del paseo y las temperaturas del momento, poco adecuadas para salir a la calle. Poco después se supo que la Familia Real había comenzado sus vacaciones privadas ese mismo día y, algunas fuentes apuntaron Grecia como destino de estos días de descanso, solamente interrumpidos por la asistencia de Felipe VI a la toma de posesión de Luis Abinader.

Más allá de especulaciones sobre el destino o la duración de las vacaciones privadas de la Familia Real, lo cierto es que para la princesa Leonor estos últimos días han servido para prepararse para afrontar la segunda etapa de su formación castrense. Unas semanas de introspección, marcados por el hermetismo, antes de empezar el que, sin duda, va a ser uno de los años más trascendentales de su vida.

Leonor, familia real, vacaciones reyes,

La princesa Leonor y la infanta Sofía, en Palma. (Foto: Gtres)

Tras su paso por la Academia de Zaragoza, la heredera empieza en apenas una semana como guardiamarina de primer año en la Escuela Naval de Marín. En principio, es un paso más en su formación militar, que culminará en la Academia General del Aire y del Espacio de San Javier. Sin embargo, el paso por Marín tiene un significado especial.

El trasfondo de la Escuela Naval de Marín

La formación militar de la princesa de Asturias está siguiendo el mismo esquema de la de su padre, el Rey Felipe VI y un patrón parecido al que antes cursó su abuelo, Juan Carlos I. La heredera está ya muy familiarizada con la vida castrense tras su paso por Zaragoza, sin embargo, el ingreso en Marín tiene varias implicaciones. Por un lado, será la primera vez que Leonor tenga contacto directo con el mundo de la náutica y, además, en enero embarcará en el buque-escuela Juan Sebastián-Elcano.

princesa Leonor, Marín

La princesa Leonor, con el Rey Felipe en Marín. (Foto: Gtres)

A diferencia de sus primos paternos e, incluso, de su padre, a la princesa de Asturias no la hemos visto todavía navegando, ni participando en regatas. Algo que siempre ha llamado mucho la atención, debido a la tradición marinera de los Borbones, y también de la familia de la Reina Sofía.

Por ejemplo, el conde de Barcelona -que tenía un vínculo muy especial con Felipe VI y cuyo Toisón de Oro está ahora en manos de Leonor-, era un apasionado del mar. Una afición que comenzó en Santander, donde pasaba los veranos con su familia. No obstante, se afianzó cuando sirvió en la Marina Británica. En el tiempo en el que estuvo allí recorrió el Océano Índico y se tatuó dos dragones en los brazos, un recuerdo de su vida en el mar. Además, a lo largo de su vida participó en numerosas regatas y eventos náuticos, y fue miembro activo del Real Club de Sangenjo.

Juan Carlos I heredó de su padre la pasión por el mar y aprendió junto a él todo lo que tiene que ver con el mundo de la navegación. El padre de Felipe VI sigue aprovechando siempre que puede para regatear en Sangenjo, mientras que el actual jefe del Estado es fiel a las regatas de la Copa del Rey de Mallorca. Por su parte, la infanta Elena sigue practicando este deporte, mientras que doña Cristina participó en competiciones olímpicas, al igual que Constantino de Grecia o la propia Reina Sofía, que fue suplente del equipo griego en los Juegos Olímpicos de Roma de 1960.

Don Juan, Juan Carlos I

Juan Carlos I, con el conde de Barcelona. (Foto: Gtres)

Hasta ahora, la princesa de Asturias ha tenido poco contacto público con el mar -más allá de alguna visita a su padre en las regatas o alguna jornada navegando en Mallorca- pero, en Marín tendrá la oportunidad de desarrollar las habilidades y destrezas necesarias para convertirse en toda una experta y en una apasionada del océano, como lo es su padre. Es más, cuando comience 2025 afrontará uno de los retos más importantes de su vida: pasar seis meses a bordo del buque-escuela Juan Sebastián Elcano que, además, actúa como embajada flotante.

Formación militar e institucional

Precisamente por eso, el paso por Marín tiene mayores implicaciones para la heredera que sus anteriores etapas. Además del simbolismo a nivel familiar que implica la formación en la Armada, como ya hemos recalcado, el Juan Sebastián Elcano es una embajada flotante. Esto significa que, en el tiempo que la princesa Leonor esté a bordo del barco, en cada uno de los puertos en los que recale, la heredera participará en actos oficiales, lo que implica que su agenda oficial irá in crescendo.

Felipe VI

El Rey Felipe VI, a bordo de el Juan Sebastián Elcano. (Foto: Gtres)

La estrecha relación del buque-escuela con la Familia Real se inició en el año 1928, Alfonso XIII embarcó para realizar la navegación de Cádiz a Málaga, en el viaje inaugural del buque.  En 1958, Juan Carlos I embarcó como guardiamarina para realizar su crucero de instrucción. El padre de Felipe VI visitó los puertos de Las Palmas de Gran Canaria, Ciudad Trujillo (Santo Domingo), Cristóbal, Balboa, El Callao, Cartagena de Indias y desembarcó en Norfolk. En 1979, el conde de Barcelona realizó el tránsito entre Honolulu y Manila, mientras que don Felipe realizó su crucero en 1987.

Juan Sebastián Elcano, buque escuela

El buque-escuela Juan Sebastián Elcano. (Foto: Gtres)

El monarca fue despedido en Cádiz por los Reyes, sus hermanas y el conde de Barcelona. Don Felipe estuvo varios meses a bordo, en los que el barco recaló en diferentes puertos: Las Palmas, Tenerife, Río de Janeiro, Buenos Aire, Montevideo, Salvador de Bahía, Santo Domingo y Baltimore, antes de volver a España. En todos los puertos en los que recaló el buque, el Rey Felipe VI se reunió con destacadas personalidades, algo que se espera que también haga la princesa Leonor.

Un deseo para el próximo verano

El paso por Marín y, sobre todo, los meses que la heredera esté a bordo del buque-escuela van a suponer una formación intensiva en materia náutica. Por eso, no sería de extrañar que, el próximo año, la veamos participando en las regatas de la Copa del Rey de Mallorca, compitiendo frente a su padre. Ya hay un barco de la Armada preparado para tal fin, el Regulus, tal como publicó el diario ABC. Felipe VI espera que su hija mayor se anima a seguir con la tradición familiar.

Lo último en Casa Real

Últimas noticias