Leonor de Borbón: La princesa cautiva
Desde el conocido como 'enfrentamiento de reinas' la princesa aparece siempre de la mano de su abuela
Una imagen vale más que mil palabras. No importa lo que se diga o lo que se pretenda dar a entender, siempre el material gráfico tendrá mucho más valor que cualquier discurso. El ‘rifirrafe’ de las reinas en Palma de Mallorca marcó una antes y un después en la percepción que los españoles tenían de la Familia Real. Para la gran mayoría, el gesto de la princesa Leonor hacia su abuela estaba completamente fuera de lugar y aunque muchos culparon a doña Letizia por tratar de influir en su hija, lo cierto es que fue la pequeña quien apartó de manera brusca la mano de su abuela que solo trataba de abrazarla para hacerse una foto con ella.
A partir de ese momento, todos los esfuerzos en Zarzuela han estado encaminados a corregir una situación del todo desafortunada, pero no distinta a lo que podría ocurrir en cualquier hogar español. Diferencias entre nueras y suegras y niñas rebeldes hay en todas partes, eso sí, no todos ocupan un lugar tan importante en el curso de la Historia de nuestro país y tienen un peso tan específico a todos los niveles.
A día de hoy, parece que las aguas han vuelto a su cauce -aparentemente-. Apenas unos días después del incidente comenzó la operativa para restaurar el prestigio de la Corona, que por desgracia, se ve constantemente amenazado por los fantasmas del pasado. La oportuna operación de rodilla de don Juan Carlos fue el primer paso para ver a la feliz familia unida y a la pequeña Leonor agarrada de la mano de su abuela. Una mano que desde entonces no ha vuelto a soltar.
Tres meses después nos preguntamos por qué la primogénita de los Reyes parece casi incapaz de caminar sola. Si la Princesa tuvo el desparpajo de hablar ante los medios sobre su experiencia en Estados Unidos la pasada semana en la Almudaina, ¿por qué siempre que está con su abuela tiene que ir de su mano? Todo parece indicar que el afán de la niña de agarrar el brazo de doña Sofía forma parte del plan para hacer ver al mundo que en el clan Borbón todo está bien y que en ningún caso la pequeña pretendió faltarle al respeto con aquel ‘manotazo’ que dejó atónito a más de uno.
Sin embargo, si se echa la vista atrás se puede comprobar que Leonor no solo tiene tendencia a agarrarse del brazo de su abuela. Mientras que su hermana Sofía desde hace varios años se ha mostrado mucho más ‘independiente’ e incluso rebelde -llegó a casi darle un codazo a su madre cuando le movió el brazo el pasado domingo en la Almudaina-, de Leonor apenas hay imágenes en las que no se la vea agarrada a su madre, a su padre o muy cerca de ellos.
Es cierto que desde el año pasado se han empezado a establecer ciertas diferencias entre las hermanas, al fin y al cabo, la princesa de Asturias está llamada a convertirse en el futuro en Jefa del Estado y es por esto por lo que su educación habrá de ir en un sentido muy marcado y no gozará de la libertad que sí podrá tener su hermana. Sin embargo, ello no justifica la sobreprotección que hay en torno a la heredera. Una sobreprotección que probablemente venga de la propia Reina, quien, según una de sus amigas, Inma Aguilar, nunca pretendió que se produjera el incidente de la catedral, ya que solo busca lo mejor para las niñas. Sea como fuere, mientras que Sofía ofrece una imagen de niña independiente y pizpireta, Leonor transmite una sensación de inseguridad producto del exceso de celo con el que se mide cada uno de sus gestos.